Sinopsis
Tras acabar el Gran Torneo de las Artes Marciales, Goku se dirige una vez más a la búsqueda de las Bolas de Dragón. Su intención es encontrar la esfera de cuatro estrellas que le dejó su abuelo como recuerdo, pero no le queda otra que buscar una a una hasta localizarla. En su camino, sin embargo, se tropieza con un nuevo enemigo: el ejército de la Red Ribbon, una de las organizaciones paramilitares más poderosas del mundo. Su líder, Red, busca las Bolas de Dragón para cumplir su deseo, pero la tenacidad de Goku les pondrá las cosas muy difíciles, ya que no está dispuesto a entregar un tesoro tan valioso a unos tipejos de su calaña.
Un enemigo recurrente y maligno: la Red Ribbon
La saga de la Red Ribbon retomó por segunda vez la búsqueda de las bolas mágicas, pero el autor utilizó otros ingredientes para evitar repetir la fórmula del primer arco argumental. Una primera diferencia radica en la aparición de un villano recurrente en lugar de una miríada de enemigos sin conexión entre ellos. Hablamos de la Red Ribbon, una organización paramilitar que aspira a la dominación mundial a través de su superioridad en términos materiales (armas de fuego, vehículos, bases de operaciones, etc.) y humanos (soldados regulares y mercenarios subcontratados). La organización, reminiscente de Spectre, de la saga cinematográfica James Bond, tiene como principal rasgo su jerarquía interna. Así se divide en múltiples cabecillas y equipos identificados con los colores en inglés (Silver, Blue, Yellow o White). Su líder, Red, inspirado en dictadores y líderes de regímenes militares del pasado siglo, es un tirano infantil e impaciente que destaca por el complejo con su baja estatura (similar a Iósif Stalin). En esta línea de organización malvada, Toriyama también añadió un estricto código respecto al éxito y al fracaso de las misiones: aquellos incapaces de cumplir las órdenes son ejecutados.
A primera vista, la confrontación contra la Red Ribbon parece dirigirnos a un escenario típico del bien contra el mal en el que se dirime la paz mundial. A pesar del peligro que encarna un grupo de mercenarios que amenazan, secuestran o asesinan a aquellos que se interpongan en su camino, Toriyama sigue manejando un tono generalmente ligero y cómico donde la mayor parte de los enemigos son villanos extravagantes cuyas peleas están llenas de humor slapstick y payasadas. Desde el líder de la organización, un hombrecito inseguro con su altura, hasta el encuentro con Murasaki, quien sufre todo tipo de humillaciones. El tono ligero, sin embargo, muta levemente entre la aparición de Tao Pai Pai y el asalto a la base principal de operaciones de la Red Ribbon. La acción se vuelve más dominante y espectacular, abandonando parte del humor. Este cambio también parece manifestarse en el propio Goku: inicialmente lucha por la insistencia de sus adversarios en arrebatarle el tesoro y dañar a inocentes, pero tras derrotar a Tao Pai Pai toma la decisión personal de ponerle fin a su organización. Es decir, pasamos del héroe pasivo que solo reacciona al héroe activo que ataca en primer lugar.
El planteamiento del arco recuerda a ciertos videojuegos de la época donde el jugador supera varios niveles en los que debe vencer a jefes y enemigos menores. Como señal de ello, Goku avanza por diferentes zonas del mundo peleando en cada lugar donde se esconde una bola de dragón hasta finalmente dirigirse a la base principal del enemigo. Aquí se agrega una especie de progresión en términos de dificultad, como si estuviéramos siguiendo una línea ascendente donde el próximo oponente de Goku es más fuerte que el anterior: el Comandante Silver, los enemigos de la Muscle Tower del Coronel White, el Coronel Blue, el asesino Tao Pai Pai y la base principal de operaciones dirigida por Red. Por desgracia, el último desafío propuesto por Black con su robot de batalla no estuvo a la altura de Tao Pai Pai, siendo el único traspiés en la escala que venía construyendo Toriyama.
¿Y todos los desafíos podemos valorarlos positivamente? Sí, en términos generales. Dejando de lado el papel introductorio del Comandante Silver, el primer tramo de la historia ubicado en la Muscle Tower aprueba con buena nota. La mecánica del edificio se inspiró en Spartan X (Kung-Fu Master, 1984), un videojuego del género beat 'em up que tomaba prestado algunos elementos de la película de acción y artes marciales Los supercamorristas (1984). La idea es que Goku vaya enfrentando distintos enemigos en cada piso hasta liberar al alcalde de la Aldea Jingle de las garras del Coronel White. En general, los enemigos no estaban al nivel de Goku, aunque hubo algunos momentos complicados para nuestro héroe como la inmunidad a los golpes del monstruo Buyon o el disparo con la powered gun del Coronel White. Lo relevante, no obstante, es que los encuentros fueron entretenidos. Desde el Sargento Metallic, una parodia del T-800 de Terminator (1984) cuya naturaleza robótica confunde a Goku durante la pelea, hasta Murasaki, un hombre presumido y tramposo cuyos recursos típicos de los ninjas (kunai, shuriken, katana, técnica de camuflaje, etc.) solo le sirvieron para quedar en ridículo al ser humillado una y otra vez por su rival. Mi única queja es el piso 4 ½, un laberinto que inexplicablemente no aprovechan como un desafío intelectual hacia nuestro héroe al permitir que A-8 guiara a Goku.
El segundo tramo está protagonizado por el segundo villano más icónico del arco: el Coronel Blue, un oficial de apariencia y vestimenta inspirada en los militares de la Alemania nazi que se define por su actitud afeminada, misógina y narcisista. Su obsesión básica es su belleza, alarmándose al ser golpeado en la cara por Krillin o desconfiando de la pureza del agua. A pesar del estereotipo homosexual (típico de su época, por otro lado), el líder del Blue Team fue un antagonista insistente y poderoso que puso en jaque al protagonista por su astucia y cautela en la guarida pirata, así como por su poder psíquico capaz de paralizar al superior Goku. Adicionalmente, los escenarios en que ambos estuvieron involucrados fueron interesantes. Desde la óptica aventurera, la cueva submarina contaba con trampas que no tenían mucho que envidiarle a la saga Indiana Jones: el mecanismo de proyectiles en el suelo, el robot pirata de combate, el pulpo en la trampilla y el derrumbamiento de la cueva. Desde la óptica absurda, la vuelta a Villa Pingüino con sus personajes excéntricos y desconectados de la realidad fue todo un acierto. De hecho, Toriyama tuvo la genial idea de presentar la historia como si fuera un capítulo nuevo de Dr. Slump hasta la página 5 en que aparece la portada con Goku persiguiendo al Coronel Blue. Mi única pega es la insistencia de Toriyama en el recurso del Radar del Dragón averiado, con la primera ocasión acudiendo a la Ciudad del Oeste para que Bulma lo repare y la segunda ocasión en Villa Pingüino al ser arreglado por Turbo Norimaki.
Sin embargo, el auténtico villano de la saga es Tao Pai Pai, el asesino de mayor renombre en el mundo cuyos servicios cuestan alrededor de 100 millones de zenis. En general, Tao Pai Pai sigue los pasos de aquellos de su mismo grupo. Desde su fanfarronería o falta de honor, muy común en los villanos de Dragon Ball, hasta sus peculiaridades cómicas, entre la que destaca su sentido del humor negro al celebrar su aniversario como asesino con descuentos o su modo distintivo de transporte con columnas y troncos. No obstante, el asesino logra convencernos de que es diferente a los anteriores porque es el primer antagonista que arrebata la vida de dos personajes conocidos (Blue y Bora). No obstante, la amenaza se materializa cuando hace algo inédito: ser el primer personaje que derrota fácilmente a Goku, generando la expectativa en el lector de si el protagonista podría superarlo.
A pesar de que la revancha fue la misma batalla en otro sentido, la consecuencia inmediata de la derrota fue el entrenamiento en la torre de Karin. Un adiestramiento curioso, ya que se nota que el listón de exigencias se elevó al plantear un desafío sobrehumano: escalar una torre sin fin aparente. Más adelante, Toriyama varió la idea con el Camino de la Serpiente. La segunda fase del entrenamiento consiste en un juego en el cual Goku debe coger la jarra que contiene un agua sagrada, aunque en realidad dicha agua no tiene propiedades especiales. La cuestión es que este ejercicio ayudó a mejorar los movimientos del joven Goku, siguiendo la tutela de un maestro que aparenta ser alguien débil como Mutenroshi. A partir de aquí, el conflicto con la Red Ribbon, como hemos dicho, pierde interés en términos de dificultad porque la fuerza de Goku es muy superior a todos los efectivos reunidos en la base principal. Sin embargo, lo que no tenemos de intrincado lo ganamos en cuestión de espectacularidad. El asalto a la base de la Red Ribbon, con Goku armado con su bastón a lomos de Kinton, es uno de los instantes más deslumbrantes de esta parte de Dragon Ball. El joven es capaz de arrasar con todo lo que encuentra delante, incluido el robot de Black y su destructivo misil.
Héroes con agenda propia y aliados temporales
Una segunda diferencia es el personaje de Goku, que si bien no tiene formalmente un arco de personaje definido, experimenta cambios relevantes. A diferencia de su primera búsqueda, en la cual Bulma toma las riendas y Goku es manipulado para su propósito, el artista marcial emprende el periplo por sus propios motivos personales: recuperar el legado de su abuelo y usar la búsqueda de las bolas de dragón como vehículo de entrenamiento. El primer tramo del arco, Muscle Tower, nos mostró un Goku que tiene un rol activo, pensando más por sí mismo al hacer justicia y resolver problemas en lugar de preguntar recurrentemente a otros personajes para esclarecer sus dudas. La falta de popularidad de la Muscle Tower ciertamente obligó al autor a recurrir al grupo principal (Bulma, Krillin, Mutenroshi y Yamcha), echando a perder parcialmente esta idea al aparecer en varias ocasiones, pero Goku es una figura más autónoma que toma decisiones importantes y vence por sí mismo a los enemigos superiores.
Una expresión de su autonomía es la manera de lidiar con las nuevas localizaciones que visita y explora: regiones frías, metrópolis, cuevas submarinas, tierras indígenas, bases militares, ... Estas localizaciones no se quedan en meros decorados de fondo, ya que el joven interactúa lo suficiente con ellos para entender su funcionamiento. Por ejemplo, en el sector nevado Goku aprende que es necesario llevar ropa abrigada para luchar en el exterior, pero también le sirve para vencer al aparentemente invencible monstruo Buyon. Otro lugar es la Capital del Oeste, donde el héroe tiene problemas para localizar el hogar de Bulma. En particular, la metrópolis le enseña sobre la importancia que tiene el dinero para sus habitantes.
Como hemos dicho, Goku no está permanentemente acompañado durante la travesía. Su viaje está repleto de aliados temporales. Algunos nuevos, otros antiguos. Por una parte, su labor de héroe le hace ganar nuevos aliados que, por lo general, llevan a cabo roles menores de apoyo como informarle de las actividades de la Red Ribbon, reparar su Radar del Dragón o acogerle en su hogar. Suno, Turbo Norimaki y/o Upa son ejemplos de ello. Otros, en cambio, tienen la capacidad para ayudar a Goku en el campo de batalla como A-8 y Arale. Tristemente ninguno de ellos, excepto Karin, pegó demasiado con los lectores, por lo que prácticamente son sus últimas apariciones en el manga. Sin duda, el carisma de los nuevos personajes no estaba a la altura de los anteriores. La excepción, por supuesto, fue el elenco de Villa Pingüino, donde la familia Norimaki y sus amigos lograron sacarnos más de una sonrisa al interactuar y propinar una paliza al General Blue.
Sin embargo, entre los primeros hay que llamar la atención sobre A-8, una interpretación pacifista del monstruo de Frankenstein. El androide se pone en contra de sus creadores, pero en lugar de asesinarlos rechaza las órdenes de Murasaki de liquidar al pequeño. Sin embargo, tiene un defecto: no le gusta pelear. Esta circunstancia cambia cuando Goku es golpeado por la powered gun del Coronel White, provocando el enfado de A-8 y enviando a volar a su antiguo superior. Su arco de personaje finalmente acaba con su integración como miembro de la aldea, ya que su bondad al inicio de Muscle Tower salvó a los aldeanos por su idea de esconder el tesoro.
Por otro lado, los amigos de Goku reaparecen y desaparecen a lo largo de la presente saga. En comparación a sus aportaciones pasadas, su rol es más irregular debido a que la superioridad de Goku en combate deja menos espacio para resolver los problemas. Por esa razón, todos los personajes se limitan mayormente a roles auxiliares y humorísticos. Su mayor contribución se encuentra en el segundo tramo del arco, participando todos (excepto Yamcha) en la aventura submarina y la resistencia en Kame House: Bulma arregla el Radar del Dragón e intercambia su nuevo invento por un submarino, Mutenroshi despacha a los soldados de la Red Ribbon y fracasa en su intento de hacer guarrerías, Krillin supera las trampas con poca elegancia y gana tiempo contra Blue y las distintas versiones de Lunch evitan una negociación de rehenes y la destrucción causada por la bomba de relojería. Aquí claramente Krillin sale algo mal parado, ya que el enano tiene más capacidad de pelea de la que demostró contra Blue. Un caso obvio de nerfeo. Como curiosidad, el personaje de Bulma expande un poco su trasfondo personal al conocer a sus padres. Ellos son el caso de padres que avergüenzan a sus hijos, generando que Bulma se irrite mucho con sus torpezas y ocurrencias.
Conclusión
En conclusión, la saga de la Red Ribbon es uno de los mejores arcos argumentales de DB por los cambios operados en la fórmula de la búsqueda de las Bolas del Dragón. El periplo adopta un mayor enfoque en la acción, configurando desde el inicio un antagonista principal con el cual Goku debe competir siguiendo una estructura parecida a un videojuego donde nuestro héroe vence a los diferentes enemigos que se le presentan en cada localización. Una curva de dificultad que llega a su punto álgido en la contienda con Tao Pai Pai, villano que constituye la primera amenaza del título. Este hecho, sin embargo, no impide que los antagonistas sigan conservando la naturaleza caricaturesca de villanos anteriores como Pilaf. Por esa razón, las risas estallan cuando Goku tiene que vérsalas con adversarios como el Sargento Metallic, Murasaki o el Coronel Blue. Por último, DB por fin adquiere los membretes necesarios para considerar una gran aventura, con el protagonista adquiriendo mayor agenda propia e interactuando con nuevos personajes y nuevos entornos.
Calificación: 8
4 Comentarios
Sin duda es una de las mejores saga del Dragon Ball original. De hecho hace poco con el videojuego de Dragon Ball se agregó una nueva historia sobre el androide 21 y su motivación por matar a Goku. Debo admitir que ese cambio me fascino, ya que dan a entender que la venganza del Dr. Gero años después fue por la muerte de su hijo y no solo porque Goku acabo con la patrulla roja.
ResponderEliminar¡Un abrazo, amigo!
Hola, no conocía ese videojuego. LO que dices es interesante porque le da una razón más personal para vengarse de Goku que solo destruir la organización de la Patrulla Roja, ya que bien visto nunca fue un impedimento muy grande el hecho de que dejara de contar con el apoyo del General Red para sus experimentos.
EliminarSaludos
La parte que más me gusta indiscutiblemente es la saga de Tao Pai Pai y Bora ya que vemos por primera vez a un Goku con espiritu vengativo reinante en la mayor parte del tiempo, es verdad que estaba el concepto de las esferas del dragon pero al menos se explora otras facetas del personaje.
ResponderEliminarDe alli lo de la patrulla roja fue espectaculo visual y sirvió para darnos una idea del nivel de poder en el que se encuentra Goku (Aunque Roshi ya volaba asteroides para esas epocas - que epocas)
Buena reseña.
Gracias, a mí esta parte me gusta mucho y precisamente el enfrentamiento con Tao Pai Pai es mi parte favorita junto con la Muscle Tower. Nunca había humillado alguien a Goku tan fácilmente y eso fue interesante, ya que en los anteriores arcos insistían en el chiste de "Goku es demasiado fuerte".
EliminarSaludos