Sinopsis
Una vez derrotada la Red Ribbon, Goku busca la última esfera del dragón para resucitar al padre de Upa. Por desgracia, la esfera no aparece en el radar por alguna extraña razón. Ante este inconveniente, Mutenroshi le recomienda visitar a Baba, la Adivina. Esta bruja tiene el poder de encontrar cualquier objeto perdido. Pero la anciana, al igual que Muten, no ofrece ayuda gratuitamente. Sus servicios son extraordinariamente caros, por lo que optan por otra vía. Esta opción consiste en vencer a sus cinco guerreros, que son seres de ultratumba a los que muy pocos han logrado batir.
El desafío de Baba, la Adivina
Algunos se preguntarán cual es el porqué de fragmentar la presente saga en dos partes. Y yo les respondo... ¿en mi caso no lo harían? Uno piensa que la saga de la Red Ribbon es un todo unitario, pero la organización fue vencida en el séptimo tomo en vez de en el octavo tomo de la Ultimate Edition. Entonces, ¿Cuál es el verdadero elemento que cohesiona las dos mitades? Sin duda, la búsqueda de las Bolas del Dragón. Al inicio, la intención de Goku es recuperar el legado de su abuelo, pero la promesa de resucitar a Bora le obliga a adquirir la esfera restante de 1 estrella. Por esa razón, la conclusión del arco no ha tenido lugar aún. No obstante, y pese al fracaso del último tramo de la historia en esta curva de dificultad, la destrucción de la base de operaciones de la Red Ribbon tenía los membretes necesarios para considerarse el clímax final de la aventura. En cambio, una competición surgida de imprevisto resulta anticlimática y genera un contraste con lo anterior del que es difícil abstraerse.
Ahora bien, ¿Qué hay del desafío? Baba, la Adivina nos propone una competición heterodoxa en comparación al Gran Torneo de las Artes Marciales. Ambos tienen semejanzas, pero aquí Toriyama anula algunas reglas anteriores: la prohibición del asesinato, la utilización de armas o el conteo hasta 10. La diferencia básica es el formato porque el reto consiste en vencer a los cinco luchadores en sus filas, teniendo que derrotarlos en combates 1vs1 (siendo la excepción el caso de Drácula Man) hasta que finalmente no quede ninguno de ellos. No obstante, lo que hace divertida la competición es la temática sobrenatural, vinculando a Baba y los luchadores con monstruos clásicos del folclore occidental y los filmes de terror: el vampiro, la momia, el hombre invisible, el demonio y el habitante del Otro Mundo. Todos hacen gala de habilidades únicas por su condición. Por ejemplo, Drácula Man succiona la sangre a Krillin o se convierte en murciélago para esquivar los ataques y Ackman puede volar, atacar con un tridente o sacar partido a la maldad de los seres humanos utilizando su Rayo Diabólico. Además, el mangaka aplica métodos creativos para derrotar a Drácula Man y el Hombre Invisible, ganando el oro olímpico la combinación del desnudo parcial de Bulma y el sangrado nasal de Mutenroshi.
Desde el punto de vista personal, esta oportunidad de los personajes secundarios para brillar queda en segundo plano frente al crecimiento como luchador de Goku. Su adiestramiento con Karin lo había convertido en un artista marcial superior, ganando fácilmente al mejor asesino del mundo y la Red Ribbon. Esta superioridad continúa siendo evidente al vencer en un abrir y cerrar de ojos a la Momia y Ackman, con Mutenroshi evidenciando que Goku se encuentra en un nivel diferente a los demás. No obstante, su combate con el último luchador de Baba es la prueba de fuego definitiva.
La pelea es significativa por múltiples razones. Una de ellas es el tono, despojándonos de la comicidad inherente a los encuentros anteriores en favor de una mayor gravedad. Es decir, las técnicas sobrenaturales y las payasadas para hacernos reír son descartadas. Otro factor son los cambios en el estilo de dibujo, mejorando notablemente al retratar la acción. El mangaka crea una secuencia de movimientos (puñetazos, patadas, lanzamientos, bloqueos, etc.) que destaca por su claridad y fluidez. Además, el uso efectivo de líneas cinéticas y la composición de 3 a 5 viñetas por página incrementó la espectacularidad de las imágenes. Otro factor es de índole instructivo. Al igual que en el Gran Torneo de las Artes Marciales, un anciano trata de ocultar su identidad con el fin de poner a prueba a su pupilo. Son Gohan le deja una lección similar a su maestro cuando le pone contra las cuerdas al explotar su punto débil: la cola. Este hecho le demuestra que aún tiene facetas que pulir como luchador si pretende convertirse en el hombre más fuerte. La diferencia básica con Mutenroshi, quien nunca es expuesto como Jackie Chun, es que la revelación tiene una carga emocional significativa. Por primera vez, somos testigos de una faceta inédita de Goku: su cariño por su abuelo, llorando al reencontrarse con él.
En conclusión, la competición de Baba supone un contraste significativo con la parte anterior protagonizada por la Red Ribbon. A pesar de esta contrariedad, el desafío de la bruja fue una idea ejecutada con mucho acierto. Desde el potencial humorístico de desafiar a monstruos del folclore occidental y las películas de terror, sacando partido a personajes secundarios cuyo rol frente a la Red Ribbon fue nulo o insuficiente; hasta la conclusión del arco de crecimiento de Goku como artista marcial, quien es puesto a prueba por su propio abuelo adoptivo. Tal vez la aparición de Pilaf en los últimos episodios mancha un poco esta conclusión, pero no quita que continúe siendo una “segunda mitad” digna de Akira Toriyama.
Calificación: 7
2 Comentarios
Fue mi arco favorito. Muy agradable de leer y como siempre un análisis extraordinario.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Gracias por leer :)
EliminarSaludos