Acerca del autor


¿Eres nuevo por aquí? Si es así, te doy la bienvenida. Soy Ismael, un individuo peculiar que ha tomado la decisión de crear su segundo blog (esta vez la definitiva) para publicar contenido sobre animación y cómic japoneses. En menor medida, acabaré ocupándome de animación occidental y cine de toda índole, pero aún no es el momento. De hecho, creo que esto me otorga una ventaja porque al haber devorado tantos filmes y series ahora soy un especialista en anime. Y no lo digo únicamente para fardar (de acuerdo, un poco sí) porque he consumido productos anime desde los orígenes del medio, allá a inicios del siglo XX, hasta hoy. Por esa razón, aquí os vais a topar animaciones de cualquier época.

Dejando eso a un lado, os voy a hablar un poco de mí. Pero solo un poco, que a uno le gusta conservar su intimidad. Para empezar, soy una rana de unos veinte y tantos que está a punto de terminar sus estudios de carácter universitario. Mi grado fue Humanidades, aunque por falta de interés y una ausencia de docentes competentes no le saqué el mayor partido. De lo que sí me sirvió fue para mejorar mi redacción y la calidad de mis escritos, siguiendo los criterios académicos. En relación con este grado universitario están algunos de mis intereses como la historia o la filosofía, aunque cada vez les dedico menos tiempo y de forma irregular. Sin duda, la razón se encuentra en que el anime y el manga me absorben hasta el punto de que quiero sacar el mayor partido de todo lo que veo haciendo reseñas, análisis y ensayos. Por esa razón abuso tanto de los aparatos electrónicos como el ordenador y el móvil. ¡Juro que cuando me sienta completo con lo que hago llevaré una vida más sana!

Y no digo que no coma sano, pero hacer ejercicio voluntariamente me cuesta. Uno va al gimnasio, pero no se siente muy motivado. Seguro que lo entendéis. Hablando de delicias, me encantan los macarrones, el queso curado, los mejillones y el tomate. No obstante, ¿a quién le importan mis gustos? Creo que el aspecto que más llama la atención sobre mi persona es la personalidad que gasto. Muchos me definen como un borde amargado cuyas respuestas son propias de alguien que pasa de todo. En realidad, miento. Ya no soy tanto así, aunque quedan rasgos de esa actitud mía. Lo que sí conservo es mi humor. Me gusta reírme porque así creo que la vida me resulta más llevadera. Pues nada, así soy. Sin más me despido para esperar volver a veros en mi próxima entrada.


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