Reseña: Mob Psycho 100

Sinopsis

Shigeo Kageyama, apodado “Mob”, es un estudiante de secundaria que aparentemente no destaca por nada en particular, pero Mob en realidad es un asombroso usuario de poderes psíquicos. Este hecho, sin embargo, no le llena de orgullo porque su habilidad ha demostrado ser peligrosa cuando se encuentra emocionalmente inestable. En consecuencia, Mob decide reprimir su poder en público y se niega a utilizarlo contra otras personas para evitar un incidente. Para controlar apropiadamente su don, el joven hace de ayudante de Arataka Reigen, un estafador que afirma ser un espiritista y que necesita del poder de Mob para sacar adelante su negocio. Este trabajo, del que solo obtiene un salario miserable, le permite ayudar a la gente al exorcizar espíritus malignos, pero Mob no está conforme con su vida actual. Su aspiración es desarrollar otras habilidades que capten la atención de su amor de infancia, Tsubomi Takane. Por desgracia, su meta no será sencilla de alcanzar porque Mob vive rodeado de espíritus malignos, psíquicos de aviesas intenciones e individuos interesados en lo paranormal.

Trama y desarrollo

Muchos de los títulos más reconocidos del anime son nekketsus: Dragon Ball (1986-1995), One Piece (1999-), Naruto (2002-2017), Kimetsu no Yaiba (2019-) y un largo etcétera. Mob Psycho 100 (2016-2022) puede que no esté a la misma altura en términos de popularidad e impacto en la cultura popular, pero a diferencia de la mayoría de las adaptaciones de la Shōnen Jump su calidad narrativa carece de los altibajos habituales. El manga de ONE, con 16 volúmenes y 109 capítulos, recibió el Premio de Manga Shōgakukan en la categoría shōnen en el 2016. Su prestigio, no obstante, vino acompañado de la popularidad necesaria para recibir una adaptación por parte de Bones, uno de los estudios más aclamados del presente siglo. La principal figura de esta versión fue Yuzuru Tachikawa (Death Parade, 2015; Deca-Dence, 2020), que no solo ejerció de director en la primera temporada sino que se ocupó del storyboard del opening y los capítulos 1, 3, 4, 8 y 12 y fue el director de los episodios 1 y 12. Veamos qué aspectos positivos y negativos se pueden destacar en su primera temporada.

La principal cuestión que aborda Mob Psycho 100 gira alrededor de la visión y el uso que se hace de un poder superior. En concreto, nos referimos a los poderes psíquicos, una serie de capacidades o facultades que van más allá de las capacidades sensoriales y cognitivas normales. Por ejemplo, la telepatía o la clarividencia. Los personajes están relacionados de algún modo con estas habilidades psíquicas: estafadores, líderes de cultos siniestros, amantes de lo paranormal, espíritus, miembros de organizaciones secretas, investigadores y, especialmente, psíquicos. La vasta mayoría de los citados opta por realizar un mal uso de dichos poderes, utilizándolos en beneficio propio. Desde el espíritu maligno que lidera el culto LOL, quien manipula y reúne a cientos de seguidores para sus planes de dominación mundial; hasta los más inofensivos como los miembros del Club de Telepatía, que usan la excusa de la telepatía para tener un lugar donde hacer el vago. Sin embargo, la cuestión encuentra su máximo desarrollo, a partir de arcos personales, en la figura de tres psíquicos: Teruki Hanazawa, Ritsu Kageyama y, por supuesto, el protagonista.

Por una parte, el arco de Teruki Hanazawa constituye un punto de quiebre en la primera temporada porque pasamos de las misiones autoconclusivas de exterminio de espíritus malignos, donde el peso recae más en lo cómico, a los encuentros de Mob con psíquicos humanos, que desatan conflictos dramáticos importantes. Su personaje se corresponde con un joven egocéntrico, que cree en la idea de que es un ser “especial” gracias a la bendición de su fuerte poder extrasensorial, del cual se cree el único poseedor natural. Este don le sirve para legitimar su posición superior en la escuela, donde actúa como el líder de los matones del Escuela Secundaria Vinagre Negro y disfruta de un excelente rendimiento académico. 

Sin embargo, la irrupción del protagonista en su vida causa una crisis en sus creencias, ya que Mob no solo tiene los mismos poderes sino que es un esper todopoderoso cuyas capacidades superan en todos los aspectos a Teruki. Además, el humilde estudiante considera que los poderes psíquicos no son un don superior sino una habilidad más como destacar en un deporte o tocar un instrumento. La intensidad del enfrentamiento, sin embargo, genera una contradicción en ambos personajes, ya que Teruki intenta matarlo asfixiándolo renunciando a vencer con aquello que da sentido a su identidad y Mob inconscientemente renuncia a sus principios éticos de no atacar a ningún ser humano con sus poderes al encontrarse al borde la muerte. La conclusión de su lucha resulta muy interesante: Teruki cambia de sistema de valores, pero Mob está ante una contradicción. Sus poderes son inherentes a él y no puede deshacerse de ellos, por lo que si vuelva a ocurrir algo así se verá obligado a pelear. Si tuviera que señalar un par de errores es que posteriormente el cambio de actitud de Teruki es un poco apresurado al no ser testigos de su transición mental y que su conocimiento sobre Garra no es muy coherente con su anterior ideal de exclusividad.

Por otro lado, el arco de Ritsu Kageyama constituye una novedad porque el foco de la narración se centra más en el hermano menor de Mob. El personaje fue introducido en los capítulos anteriores, presentándolo como un joven apuesto y sobresaliente en lo académico que se muestra preocupado y atento respecto a los problemas de su hermano mayor. No obstante, el personaje experimenta un giro importante al revelarse su faceta oscura: su fachada perfecta oculta un complejo de inferioridad en relación a Mob. Desde que fue testigo de las habilidades psíquicas del mayor en la infancia, Ritsu aspiraba a desarrollar poderes semejantes pero aunque lo intentó con esmero nunca fue capaz. Este hecho generó una gran frustración en él, que intentó resolver manteniendo una buena relación con el mayor y destacándose como estudiante. Sin embargo, su obsesión con los poderes psíquicos niega valor a cualquier otro talento o logro que obtenga, despertando emociones negativas en él. 

Ritsu pudo convivir con esta insatisfacción vital hasta el momento, pero la culpabilidad que siente por su participación en el plan del presidente del consejo estudiantil, Shinji Kamuro, destinado a eliminar a los delincuentes y alumnos de bajo rendimiento de la escuela, eleva sus sentimientos negativos al punto de que, con el apoyo de Kenji Mitsura, el jefe del centro de investigación, suscita la aparición de sus poderes ocultos. A partir de aquí, y a medida que sus habilidades aumentan gracias a la guía de Ekubo, el malestar anterior es reinterpretado por Ritsu positivamente porque está convencido de que eso le ayuda a acercarse a su sueño. Así, el estudiante modelo se transforma en un chico al que ya no le importa liberar su estrés contra los matones de otras escuelas que buscan al responsable de vencer a Teruki. En resumen, su identidad empieza a girar alrededor de su condición de esper, de su poder, convenciéndose, una vez es descubierto por Mob, de que tiene derecho a usarlos contra su hermano para superarlo. Afortunadamente, la intervención de Mob y la irrupción de la organización Garra evitan que esta corrupción progrese hasta el punto de no retorno.

Por desgracia, el presente arco narrativo se encuentra con un obstáculo que, si bien no lo perjudica fatalmente, ocasiona un desarrollo argumental menos orgánico. El problema recae en la abreviación del material original, en concreto los capítulos 20 a 24 del manga están condensados en el episodio 6 del anime. Como punto de partida, la situación del manga no era la ideal porque se abren multitud de subtramas que convergerán más tarde: el plan de limpieza del consejo estudiantil, el contacto de Ritsu con el Laboratorio del Despertar, la competición entre matones para localizar y vencer al líder secreto de la Escuela Secundaria Sal y los tejemanejes de Ichi Mezato. Esta multiplicidad obligó al guionista Hiroshi Seko a prescindir casi por completo de la intervención de Ichi Mezato y suprimir o resumir en exceso muchos diálogos y acciones. Véase, por ejemplo, la desaparición de la oposición del vicepresidente a la segunda fase del plan de Kamuro. Otra cuestión que debería ser mencionada es que aquí, al igual que en la pelea con Teruki, la verosimilitud se ve cuestionada por la presencia de testigos oculares de las hazañas de los espers, que las contemplan en toda su gloria sin que más tarde tenga como consecuencia el fin de la normalidad para Mob y sus amigos.

La construcción narrativa de la saga de Garra, por el contrario, no tiene el escollo de la abreviación, pero es el propio manga el que no hace un trabajo completamente satisfactorio en su primera mitad. Como punto de partida, la introducción de la organización antagonista concluye abruptamente con el arco de Ritsu sin que el personaje resuelva de forma competente los problemas que le llevaron a la ruptura con su hermano teniendo que solucionarlo en un reencuentro menos convincente. Su arco, sin embargo, nos conduce a una situación verdaderamente peligrosa para el grupo tras el secuestro de Ritsu y la necesidad de rescatarlo frente a un grupo de psíquicos desconocidos que pusieron en graves aprietos a Mob. El problema es que, en mi opinión, le acaban por restar mucha gravedad al asunto por cómo Mob y Teruki humillan a sus primeros rivales y el escape de Ritsu de la instalación parece un juego de niños. Uno entiende el gag de ONE de presentar villanos supuestamente fuertes para luego oneshotearlos, pero que lo haga con Koyama, que se lo puso difícil a Mob, hace ver los riesgos de la misión como menores y convierte el desafío anterior en incoherente por mucho que el chico limitara su poder. Lo de Ritsu es más pasable, pero la situación donde el secuaz les permite ir poniendo la excusa de que no son espers en vez de detenerlos con engaños u otro recurso arrebata a la organización su rótulo de “amenaza” ante la incompetencia de sus miembros.

Al término del primer tercio, el arco de Garra mejora considerablemente gracias a dos factores. En primer lugar, los héroes se encuentran por fin con serias dificultades para completar su rescate: Mob derrota fácilmente a distintas Cicatrices, pero el ataque ilusorio de Muto lo hace colapsar; Ekubo es atrapado por Matsuo a pesar de que logra hacerle caer en una trampa; y Teruki, aunque derrota a Miyagawa tras un ardiente combate es sometido por Sakurai. En segundo lugar, y para resolver lo que parece el fracaso del rescate, ONE optó por un giro inesperado e hilarante: la intervención del maestro de Mob, Arataka Reigen. Aquí actúa como lo harían Mr. Satán (Dragon Ball) o King (One Punch Man, 2015-2019) porque entra en la guarida enemiga buscando a su pupilo, pero los secuaces en lugar de cortarle el paso son víctimas de un malentendido creyendo que es el jefe de Garra en una inspección. Es decir, el farsante es tomado en serio por todo el mundo, dando lugar a una divertida interacción entre Reigen y los villanos, sobre todo cuando Mob le transmite su poder porque deja a la 7ª división en el más absoluto ridículo al salir indemne y darles una buena regañina.

A pesar de la comicidad de la situación, aquí Reigen aporta algo más importante en relación al arco del protagonista. Desde que perdió el control de sí mismo en la pelea de Teruki, Shigeo Kageyama tuvo que hacer frente a un dilema: luchar o no luchar. Si bien Mob rechaza la lucha, atendiendo a los ideales que le inculcó su maestro, las circunstancias actuales le obligan a usar sus poderes psíquicos para defenderse y salvar a su hermano Ritsu, por lo que cree que no puede mantener sus creencias. En concreto, los héroes son acorralados por el grupo de Ishiguro, quien está a punto de acabar con todos y la indecisión de Mob amenaza con desestabilizarlo nuevamente. Sin embargo, su maestro da con una respuesta: “Huye”. Esto le permite poner fin a la presión de enfrentar el problema solo y decide apoyarse en su maestro para resolver el enfrentamiento, quien no solo derrota a cada uno de los implicados sino que expone a los villanos como un grupo de adultos inmaduros cuyas metas de dominio mundial no son más que delirios como resultado de sus frustraciones. Sin duda, es un buen cierre a la primera temporada, excepto por la participación de Sho Suzuki que acaba con Ishiguro cuando le debería haber correspondido a los héroes.

Una cuestión importante a citar es el retrato de Garra, la organización terrorista que planea derrocar al gobierno mundial gracias a sus fuerzas de espers. Un aspecto interesante de Garra es la jerarquía, donde nos encontramos con una estructura vertical formada por varios grupos. Desde los soldados de infantería, que se dividen en dos subgrupos diferenciados por el color del mono (azul o amarillo según si han despertado o no algún don), hasta las Cicatrices, los principales combatientes de cada división identificados por la presencia de una cicatriz y la posesión de poderes diferentes (captura y control de espíritus malignos, piroquinesis, creación de ilusiones, etc.). El miembro más poderoso entre las cicatrices de una división se encarga de liderar dicha división, como es el caso de Ishiguro con la 7ª división. A pesar de la buena presentación de dichos aspectos, Garra es una organización antagonista que encaja dentro del estándar habitual del nekketsu, siendo también visible en tópicos como las rivalidades internas o el duro castigo por el fracaso en las misiones. Si tuviera que citar un defecto es la falta de exploración respecto a la naturaleza artificial del poder de sus miembros, que se introdujo tímidamente para establecer un conflicto entre usuarios naturales y artificiales.


Como remate, no podemos olvidar tal vez el punto más fuerte de Mob Psycho 100: la presentación audiovisual. El manga ha recibido críticas de los lectores por la ilustración de ONE, pero la apuesta de Bones sobresale entre las mejores animaciones de 2016 (Bungo Stray Dogs, March Comes in Like a Lion, entre otros) que han sido alabadas por el público. No obstante, la visión del director Tachikawa para Mob Psycho 100 difiere notablemente de las tendencias actuales del anime porque da mayor peso a la animación hecha a mano en detrimento de la cada vez mayor presencia del ordenador. De hecho, el personal encargado del CGI escasea aquí. 

Para iniciar, los diseños de personaje llaman la atención del público por su simplicidad, emulando a ONE en sus líneas imprecisas pero con mayor pulido. Este hecho permite jugar con la animación de personajes, donde sobresalen individuos como Reigen, con su exagerada gesticulación y actuación corporal; o Ishiguro, que cada vez que despliega su telequinesis su traje negro y máscara fluctúan de forma constante. Además, esta maleabilidad en el dibujo contribuye a generar expresiones graciosas y poses guays. El color también es un recurso que da mucho juego a los animadores, sobre todo en las peleas donde las habilidades psíquicas se convierten en explosiones de colores. Aquí llama la atención la técnica de pintura sobre cristal, a cargo de Miyo Sato para representar normalmente a lo sobrenatural. El conjunto se completa con la banda sonora del compositor Kenji Kawai (Ghost in the Shell, 1995; Innocence, 2004), muy competente pero cuya dirección musical peca a veces de abusar mucho del mismo tema de batalla.

En general, estamos ante una obra narrativamente sólida que saca partido tanto del humor como del drama exponiendo un mensaje acerca de la responsabilidad del poder, planteando dilemas al héroe y dejando en ridículo las ambiciones infantiles de los antagonistas como ha ocurrido en otras obras de ONE. Por supuesto, y tal como hemos señalado a lo largo del texto, la obra tropieza en más de una ocasión, sea por haber intentado condensar los 50 capítulos iniciales del manga en 12 episodios o por una serie de decisiones cuestionables en el arco de Garra. No obstante, la increíble animación definida por sus diseños simples, el juego de colores y el movimiento de personajes otorga un valor añadido muy fuerte a la presentación. En definitiva, la segunda adaptación de ONE es un nekketsu apropiado para cualquiera que sea fan del género. Probablemente, el espectador satisfecho devore rápidamente esta primera temporada y se vaya con las siguientes, las cuales me gustaría valorar en un futuro.

Calificación: 8

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2 Comentarios

  1. Esta serie quizás la pueda ver a futuro.

    Hace tiempo que andaba en busca de algún shonen actual de calidad.

    Además que conceptualmente suena muy llamativa una serie sobre usuarios de poderes psíquicos.

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    1. Hola, Mist. No diría que es tan actual ahora, pero espero que te guste si llegas a verla en algún momento.

      Un saludo

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