Análisis: Armored Trooper Votoms

• Año: 1983-1984
• Capítulos: 52
• Estudio: Sunrise
• Género: Acción, Ciencia Ficción, Drama, Mecha, Militar

El infierno de la guerra 

Sinopsis

Durante un siglo dos sistemas estelares, Gilgamesh y Balarant, se han enfrentado en una guerra que ha arrastrado a doscientos planetas a las llamas del conflicto. En medio de las hostilidades, la galaxia Astragius ha conseguido un acuerdo para el cese de las hostilidades, pero muchos siguen luchando y sufriendo. Uno de ellos es Chirico Cuvie, un piloto de AT que forma parte de los Red Shoulders, un escuadrón especial del ejército de Melkia. Un día, le asignan a una misión secreta de la cual ni a él mismo le permiten saber nada. En el transcurso de la misión, Chirico es obligado a disparar contra miembros de su propio ejército y empieza a dudar de su cometido. En esa situación, se da cuenta que lo que realmente buscaban era una cápsula que contenía una extraña mujer, la cual le deja una fuerte impresión. No obstante, sus compañeros, una vez se hacen con la cápsula, le traicionan según el plan previsto y Chirico queda muy malherido. Tras sobrevivir, toma la decisión de descubrir quien es la misteriosa mujer que ha cambiado de manera tan radical su destino.

Introducción: ciencia ficción dura y robots pensados como armas militares

Si uno reflexionara acerca de cuáles son las series del género mecha más relevantes de los ochenta está claro que nombraría a Armored Trooper Votoms (1983-1984). A pesar de que su franquicia no tuvo la misma repercusión en el exterior que Patlabor ni la extensión de las franquicia de Mobile Suit Gundam o Macross, Votoms sigue siendo uno de los principales referentes de aquel tiempo en lo que se refiere a ciencia ficción militar y ciencia ficción dura. Su principal artífice, el cual también ocupó la posición de director, fue Ryousuke Takahashi. Anteriormente, ya había creado y dirigido la valorada Fang of the Sun Dagram (1981-1983), a la cual hago referencia porque desde esta serie se puede observar cómo Takahashi  muestra interés por darle una capa de realismo a la guerra, sea por los tonos grises en el conflicto, las tácticas empleadas en la guerra o el factor deshumanizador. De hecho, la serie reseñada se va a enfocar más en este aspecto, de forma un tanto similar a lo que hizo Area 88 (1985-1986) salvando las diferencias.

Armored Trooper Votoms es una obra de ciencia ficción militar que nos narra la historia de Chirico, un piloto de las tropas especiales de Melkia que acaba siendo traicionado por los suyos y obligado a huir constantemente de sus numerosos perseguidores mientras trata de conocer las razones que les impulsan a su caza e intenta olvidar su doloroso pasado como Red Shoulder. La serie se estructura en un total de cuatro arcos narrativos de trece episodios cada uno. Todos ellos están unidos por el mismo hilo narrativo, pero se introducen nuevos personajes secundarios, escenarios y conflictos en los que siempre está implicado nuestro protagonista. En referencia a este asunto me gustaría decir que la serie tiene en ocasiones la mala costumbre de plantear repentinamente algunos conflictos de carácter emocional como los cambios de Coconna respecto al objeto de su amor o el súbito interés de Rochina por Chirico cuando hasta a finales del tercer arco solo le importaban Fyana e Ypsilon. 

A pesar de esta estructuración en arcos, en Votoms existen una serie de elementos comunes a todos ellos. Para empezar está lo más destacado en una serie de mechas: el robot. Ahora bien, en vez de repetirme voy a autocitarme en base a lo que expliqué en la reseña del spin-off. “El arma principal usada (...) es el AT, un vehículo humanoide de combate de producción industrial pilotado por un soldado. A diferencia de otros mechas, son simples máquinas equipadas con uno o dos sistemas de armas, normalmente un cañón automático ligero y una lanzadera de misiles” (García Mariño, 2019, p.2). Si los comparamos con los modelos de Mazinger Z (1972-1974) o de Mobile Suit Gundam (1979-1980), observamos que no hay prototipos superiores sino simples tanques dotados de una mayor movilidad y maniobrabilidad. Nada de resistencia ilimitada o velocidad endemoniada. Ni tan siquiera capacidad para volar o transformarse.

El peor defecto que podría sacar es su mayor o menor fragilidad según lo dicte el guión, ya que los AT de Chirico son siempre más resistentes. De hecho, los AT explotan con harta facilidad hasta el punto de que a veces resulta cómico de forma no intencionada. Pero si obviamos ese punto son los mechas más realistas de la época, con quizás perdón de Patlabor. En realidad, aún se podría decir más sobre estos robots, pero dejo que leáis a un experto como FrankyCyborg sobre este asunto (Lo dejo en la bibliografía).

Un universo dominado por la guerra

Pasando a cuestiones más elevadas ahora me gustaría abordar un tema relevante: la guerra como un infierno de inhumanidad del que algunos nunca logran escapar. Desde mi punto de vista, Votoms nos habla de cómo a pesar de que la guerra está llena de indiferencia, injusticia, matanza, soledad y, en general, es una lacra que saca lo peor del ser humano y lo atrapa en su lucha sin sentido. Con el fin de ilustrar dicho punto tenemos a Chirico Cuvie, un hombre que a pesar de haber abandonado a los militares sigue en el infierno de la guerra. Sin importar a donde vaya siempre termina luchando como si no fuera capaz de hacer nada más. No puede vivir como el resto de personas, ya que en la guerra cometió muchas atrocidades junto a sus compañeros de escuadrón. Hecho que intenta olvidar, pero en el tercer arco resurge con fuerza para recordarle, a través de algunas víctimas, lo que hizo en su momento. Chirico es una figura más que trágica, aunque él no busque nuestra compasión.

Siguiendo esta idea, el mensaje de inhumanidad se beneficia gracias que cuenta con el escenario, la ambientación y la atmósfera apropiadas. Tal como se hace referencia en la sinopsis, el universo de la serie está dominado por el conflicto bélico. La guerra y los lugares devastados por la misma son una presencia constante que observamos durante el viaje de Chirico. Sitios donde te pueden meter una bala en cualquier momento o en los que perder tu medio de vida es sencillo. Algunos de ellos como el planeta Sunsa son terrenos yermos e inhóspitos de los que solo quedan los restos de las armas empleadas. Las personas que los habitan también son, en su mayoría, individuos relacionados con los conflictos: militares, guerrilleros, mercenarios, vendedores de armas, etc. Pero también existen individuos que son simplemente miembros de las clases más bajas o del lado oscuro de la sociedad como chatarreros, ladrones, motoristas, oficiales del gobierno, entre otros. En general, gente poco recomendable que responde a intereses egoístas. Aparte de los lugares y sus gentes, la música y las visuales ayudan a potenciar la imagen perseguida generando un sentimiento de desolación y fatiga por la guerra que nunca parece acabar.

Precisamente, la guerra parece que nunca tiene un fin cuando nos paramos a contemplar a Chirico, que siempre va de allí para allá mientras combate sin cesar. ¿Está condenado a proseguir con ello? Pero también hay sitio para reflexionar acerca del papel y la situación de otros personajes en este mundo. Del trío formado por Coconna, Vanilla y Gotho podemos extraer que, pese a su condición de alivio cómico, son los únicos que buscan rehacer sus vidas sin importar las veces que el conflicto les arruine la alegría. Sobre Fyana e Ypsilon podemos reflexionar acerca de cómo no hay expresión más inhumana de la guerra que convertir a las personas en literalmente armas humanas preparadas para matar de forma eficiente y obedecer órdenes. Alguno creerá que solo estoy sobrepensando, pero estas ideas están sugeridas en la narrativa de Votoms.

¿Magnum opus? Ambigüedad, escasa profundidad y descuidos

Hasta este punto podríamos pensar que Votoms es un drama de guerra de tanta calidad como lo es Area 88. Sin embargo, hay razones que me impiden considerar ambos al mismo nivel. Si a la citada serie de OVAs le faltaba tiempo para ofrecérselo a sus personajes y conflictos personales, junto con un pequeño respiro en general, a Votoms le sobró tener cincuenta episodios que no aprovecha para desarrollar en profundidad los principales puntos de su historia como la Sociedad Secreta, los PS o su pasado como Red Shoulder. En parte soy capaz de comprender este problema porque fue el pan de cada día en los mechas de los 80. La mayoría tenían una trama principal y varias subtramas que desenvolvían sin ninguna prisa y de forma muy superficial. Algunos ni siquiera tenían nada que contar e insistían una y otra vez en misiones secundarias mientras tiraban de recapitulaciones y reciclaban la animación que podían.

El referente de la ciencia ficción dura también se encuadra en esta tendencia, aunque por lo menos hace de la experiencia algo menos tedioso gracias a dos factores. El primero consiste en la ausencia de recapitulaciones al inicio de cada episodio, a excepción del primer arco. El segundo se refiere a las batallas, que son de una calidad razonablemente superior a sus contemporáneos. A pesar de que estamos ante una serie de televisión de bajo presupuesto, me sorprendí mucho al comprobar que los enfrentamientos son muy dinámicos con el movimiento de los robots en el campo de batalla y los cortes rápidos. Algunos capítulos, especialmente los cercanos al final de cada arco, eran realmente buenos por las razones comentadas, pero también por el uso de nuevos ángulos, la espectacularidad de las explosiones, etc. E incluso en los episodios comunes el nivel era aceptable, sobre todo por la consistencia de la ilustración. Algunas veces recicla animación, pero muy ocasionalmente.

Aún con este último punto a su favor Votoms llega a ser algo monótono. Igual que los de su época, tiene por costumbre insertar una contienda por episodio. Algunas son necesarias, pero un tercio de las mismas podrían suprimirse porque no aportan nada. Muchas veces ni siquiera diversión porque la falta de variedad de los enemigos y la superioridad del prota las vuelven repetitivas y sin emoción. Se podría pasar por alto el tedio siempre y cuando el desarrollo de sus tramas y temas acompañara, pero generalmente es limitado y con una sugerencia de los mismos. El anime se rodea de grandes misterios al principio, pero las respuestas implican ambigüedad y escaso avance en sus objetivos. Si pensara en el arco que mejor cumplió con sus pretensiones, sin dar muchos rodeos, el segundo sería el elegido porque no solo mantiene los puntos positivos sino que tiene un trasfondo político y militar más interesante. De todas formas, Votoms se podría haber limitado a treinta y nueve capítulos para contar lo que contó con la misma continuidad.

Otra razón que me impide coronarle con los laureles de la excelencia es el hecho de que parte de su realismo como drama bélico se ve afectado por el simple hecho de que sigue siendo otro mecha de los ochenta que buscaba entretener y tenía los mismos descuidos en su guión que el resto. Ejemplos de ello los tenemos en personajes, situaciones, aspectos del worldbuilding, etc. Entre los primeros está el comportamiento de los antagonistas. Hablamos de villanos genéricos cuyo comportamiento insistente y testarudo al perseguir sus objetivos denota su simpleza e idiotez. No hay más que ver cómo los miembros de la Sociedad Secreta pierden cientos de hombres inútilmente contra Chirico y aún cuando pierden a Ypsilon insisten en eliminar al protagonista cuando eso no les reportaría ningún beneficio. Lo mismo con su inacción ante la necesidad de modificar la memoria de Fyana y no matar a Chirico en alguna ocasión por querer apresarlo. Errores habituales aparte, también extraña que en ese arco final decida incorporar la existencia de una civilización superior. Un aspecto argumental que no casa demasiado con el conjunto.

El centro de la narración: Chirico y su periferia

Hablar de personajes de Votoms implica necesariamente a Chirico Cuvie, ya que la historia gira en torno a él. Como personaje principal su importancia es mucho mayor que en otros mechas, que por lo menos tienden a compartir el protagonismo entre un pequeño grupo. Pero yendo al grano Chirico es la clase de personaje que se distingue por ser un hombre fuerte y reservado. Las palabras no son su fuerte. Lo son sus acciones. Cuando hay que hacer algo Chirico está ahí para llevarlo a cabo en el momento oportuno. Por esa razón, sus amigos confían en él, aunque no les guste su insistencia en arriesgar su vida al lanzarse al combate con tanta frecuencia. No es que tenga la pretensión de morir, pero cumplir con su destino es más importante. Y cómo dudar que lo lograra si es de los que más usa el cerebro para ganar al enemigo, aunque gran parte de su éxito se debe a sus cualidades superiores.

El único problema que tengo con Chirico es el hecho de que, a pesar de que hace amistades y hasta consigue estar con la persona que ama, apenas se vuelve más hablador y expresivo. El protagonista cambia su actitud respecto a las personas que le rodean, pero su capacidad para socializar con los demás y expresar sus propios sentimientos es tan pobre que cuesta conectar con él. No al límite del clásico tipo musculado y silencioso que va matando gente por ahí, pero no es alguien accesible. En referencia a esto también nota que, a diferencia de Shin Kazama (Area 88), él no parte de una situación inicial donde podamos observar al chaval antes de la guerra como alguien más normal. En consecuencia, simpatizar con él es una misión más complicada que con Shin. De cualquier forma, Chirico es el personaje que más vale la pena.

A continuación, tenemos a Fyana e Ypsilon que poseen un lugar especial en la vida de Chirico. Una representa a su amada y el otro constituye su mayor rival. Sobre Fyana podemos decir que es una mujer trágica por su rechazo al conflicto y su deseo de permanecer al lado de Chirico. Fyana responde al modelo de mujer abnegada que lo daría todo por el bien de su amado, un hecho que demuestra en el tercer arco aguantando el chaparrón de su depresión. De ello vi que su condición de PS le convertía en una de las pocas mujeres útiles en el campo de batalla, aunque su obsesión con Chirico creo que mermó su independencia. Con Ypsilon, en cambio, cambiamos de ideas. Él es un hombre con complejo de elegido que intenta cumplir su papel como el arma humana perfecta. Por desgracia, las constancias victorias y huidas de Chirico frustran este propósito, lo cual hará que se obsesione con él hasta el punto de odiarlo.

En un rol más secundario encontramos al trío de amigos del protagonista, que se limita a servir de apoyo y alivio cómico. A diferencia de los anteriores, no rescato casi  nada de ellos a nivel individual. En vez de ello creo que como grupo su valor reside en el vínculo que tienen con Chirico, para que el personaje crezca y abandone su soledad. Pero la verdad siento lástima por ellos porque apenas se hizo nada de provecho. En particular, Coconna es sometida a los caprichos de los guionistas respecto a sus sentimientos amorosos. En una parte, está locamente enamorada de Chirico y poco tiempo después duda de si le gusta Vanilla. Para rematar, quería tratar a los antagonistas, pero si dejo fuera de la ecuación a Ypsilon no tengo mucho que rascar. Tal vez Rochina y Kan Yu resalten algo entre esa masa de personajes genéricos (a excepción del rey y la chaterrera), pero el primero cambia de repente en el último arco y el segundo es odioso por estar obsesionado con fastidiar a Chirico por humillarlo.

Bibliografía

-FrankyCyborg (2013) Archivo Franky: Armored Trooper Votoms -El inicio-. Templo Kaori. Disponible en: http://templo-kaori.blogspot.com/2013/11/archivo-franky-armored-trooper-votoms.html
-García Mariño, I. (2019) Reseña: Area 88. El Armario Animado. Disponible en:
https://elarmarioanimados.blogspot.com/2019/09/resena-area-88.html

Calificación: 7