Análisis: One Piece 6: El Barón Omatsuri y la Isla Secreta


  • Año: 2005
  • Estudio: Toei Animation
  • Formato: Película
  • Género: Acción, Comedia, Drama, Fantasía


Cuestionando un ideal 

Sinopsis

Por casualidad, los Piratas del Sombrero de Paja se enteran de que existe un complejo turístico en el Grand Line llamado Isla Omatsuri. Allí todos los días son un festival. Su oferta incluye todo tipo de comodidades y entretenimiento. Para fortuna de nuestros héroes, la isla se encuentra cerca de donde están, así que deciden aprovechar la oportunidad. No obstante, el Barón Omatsuri, amo de la isla, se niega a darles gratis lo que piden mientras no participen en los concursos que él organiza. En dichos juegos la cooperación es clave. Algo que favorecería a los miembros de la tripulación, pero esta vez las relaciones entre ellos empiezan a torcerse. Por otro lado, la figura del Barón suscita el recelo de Robin y otras personas que intentan averiguar sus secretos. ¿Qué oculta realmente el Barón y la isla en general?

La importancia del ideal Nakama

Para los más conocedores del medio no es un misterio que, por lo general, las franquicias japonesas son muy conservadoras a la hora de crear material nuevo. Eso no quita que, de vez en cuando, nos sorprendan con algún experimento. Saint Seiya, por ejemplo, probó suerte con Saint Seiya: The Heaven Chapter - Overture (2004). El resultado no fue muy satisfactorio, pero agradezco que se arriesgaran a explorar otras vías. Por su parte, Mamoru Hosoda también quiso hacer el intento con la sexta película de la franquicia de One Piece. Sin embargo, la reinterpretación de Hosoda fue más personal y sacó unos mayores rendimientos. Ya en la serie de Digimon (1999) y sus películas había hecho un trabajo notable, pero con One Piece logró tocar el cielo.

Cuando nos referimos a One Piece la mayoría pensamos en multitud de aspectos: los protagonistas, los villanos, el Nuevo Mundo, las Armas Ancestrales, las aventuras, los poderes, etc. Sin embargo, hay un punto más importante que siempre está presente: el ideal Nakama. Dentro del sistema de valores del manga y el anime, ocupa un lugar central. En otros animes, especialmente los nekketsu, el término suele aparecer. Pero nunca de forma manera tan reiterada como en One Piece, por lo que ha adquirido un significado especial. No hay una traducción exacta, pero sería algo similar a camarada o compañero. En realidad, el vínculo entre Nakamas tiene más valor de lo que indican esas palabras. Para nuestros protagonistas un camarada es más importante que un amigo o un familiar, tanto que darían la vida por él. Un Nakama es alguien en que puedes confiar totalmente, sin importar lo que ocurra. Un Nakama es alguien que está contigo para lo bueno y para lo malo. Por imposible que sea la situación, uno debe darlo todo por ellos, incluso a costa de arriesgar la propia vida.


Cualquiera que esté familiarizado con One Piece entiende su valor y lo aprecia. Mamoru Hosoda, por supuesto, también demuestra familiaridad con el concepto. No obstante, él opta por aportar su propio enfoque, que precisamente no concuerda con el establecido en la obra. En su día el propio Eiichiro Oda puso en duda la fortaleza de este ideal. En la saga de Water 7 la decisión de abandonar el Going Merry provoca un conflicto entre Luffy y Usopp. Hasta entonces un desacuerdo entre miembros de tripulación nunca había sido tan grave. Pero ahora Usopp abandona temporalmente la banda. A pesar de que ningún miembro amenaza al capitán con dejar el grupo durante el metraje, el asunto fue mucho más turbio y oscuro. 

Una narración mucho más tenebrosa

En esta película, Hosoda lleva a cabo un cuestionamiento de los principios que conforman la serie, pero siendo más radical que Oda en Water 7. Esta propuesta abarca dos esferas: las relaciones entre los Sombrero de Paja y la figura del Barón Omatsuri. Para adecuarse al objetivo, modificó varios aspectos como el estilo de animación y la atmósfera. En primer lugar, notamos que la ilustración es minimalista, con diseños de personaje más básicos y menos detallados. Sin duda, el contraste con el estilo de las cinco películas anteriores es notorio: la comicidad es menor, la línea es menos gruesa, los colores no son tan fuertes, los personajes pierden volumen, etc. Algunos pueden pensar que esto es perezoso, pero ayuda a que sea más manejable. La animación puede ser presentada de forma más fluida y suave y el dibujo adaptarse a los cambios atmosféricos. Si bien es cierto que el descuido es apreciable en los planos alejados. Por primera vez, también usa abundantemente gráficos generados por ordenador. Este CGI se utiliza para todo tipo de elementos. Por ejemplo, el entorno selvático de la isla o la carpa gigante de la prueba. El resultado fue notable, tanto que le dio un aire extraño.

A medida que se desarrolla el hilo argumental, el tono de la narración cambia paulatinamente. Pasa de ser cálido, alegre y cómico a ser oscuro, siniestro y doloroso. Desde un principio, hay un aviso acerca del rumbo que tomará. Me refiero al mensaje que lentamente se va completando, mientras se intercalan imágenes de una tormenta y cuadros negros. En otro contexto nos resultaría cándido, pero aquí la invitación parece tener otro sentido, uno amenazante. Sin embargo, pronto volvemos al tono feliz y cómico al que nos tiene acostumbrados One Piece gracias a la actitud de los personajes, las tontas discusiones, la música animada y los momentos cómicos. Respecto a la comedia, esta resulta distinta gracias a un empleo mucho más activo de los recursos visuales, en especial por el juego de planos, el movimiento, los cambios de posición en el escenario, etc. Ejemplos como el desafío entre Usopp y Muchigoro; o la persecución al estilo cartoon entre Luffy y Brief son hilarantes.


En resumen, todo parece estar en orden. La realidad es que no permanece inmutable sino que se van añadiendo cada vez más elementos discordantes, hasta que en la segunda mitad la oscuridad se halla acomodada. En un principio, dichos componentes como la ausencia de flores en la isla, la presencia de un hombre espiándolos o la dirección con sus silencios o la adopción, en ocasiones, de un punto de vista subjetivo suscitan la suspicacia del espectador. Si bien ese recelo aún no posee la dimensión temática que la película quiere transmitir. De momento el público piensa en términos más simplistas como si fuera algo tan obvio como descubrir que en realidad los anfitriones resultan ser villanos que buscan aprovecharse. Como ocurre, por ejemplo, en One Piece Film: Gold (2016) con la estafa de Tesoro. En realidad, no. Aquí va mucho más allá.

La amistad a prueba

El contenido de los retos, sin embargo, nos hace bajar la guardia. Para ganar el derecho a disfrutar las comodidades que ofrecen, el Barón les plantea dos pruebas, ambas propias de los festivales. En primer lugar, está una versión del Kingyo-sukui, un juego donde hay que atrapar peces de colores en un máximo de tres minutos utilizando una red de papel. Durante el transcurso de la prueba, todos trabajan en equipo para introducir el pez gigante en el cubo y ganan. Las relaciones de los Sombrero de Paja se adscriben a la rutina de siempre, con Zoro y Sanji riñendo y Nami enfadada al no lograr razonar con Luffy para no someterse a la prueba. Incluso vemos como el capitán declara poseer una confianza absoluta en su tripulación para superar cualquier prueba. Sin embargo, ni las risas ni el afecto evitan que aquí se prepare un caldo de cultivo para lo que viene después. El marco habitual sufrirá un cambio que se alejará de lo engañoso de la carátula.

A continuación, nos espera la segunda prueba: lanzamiento de aros. Aquí se enfrentan cuatro contra cuatro y gana el equipo que logre atrapar con los aros a todos los miembros del equipo contrario. El juego resulta entretenido con los graciosos métodos que utiliza el grupo de ancianos como arrojar brasas para incendiar su bote o causar humo a base de hacer pescado a la parrilla. No obstante, lo que importa es como empiezan a degenerar las relaciones de la tripulación. Tanto la dificultad de la prueba como la intervención maliciosa de los ancianos favorecen la escalada de los conflictos, que pasan de ser la rutina usual a peleas más serias, con diálogos que incluyen declaraciones fuertes. Por ejemplo, Nami se disgusta con Usopp a raíz de un malentendido al creer que la había abandonado y dicho malestar prospera al contestarle su reproche con un “tú eres especialista en la traición”. Dicha acusación es especialmente grave porque sabemos del pasado de Nami.


Con esta aproximación más cercana a la realidad, los personajes adquirieron mayor humanidad. En especial destacaría su susceptibilidad para sentirse heridos por los comentarios de sus camaradas. Hosoda alimentó esas molestias que siempre han existido, pero que nunca tuvieron relevancia hasta ahora. Es decir, ganaron peso. Posteriormente, durante el banquete, podemos ver que tanto Nami y Usopp como Zoro y Sanji siguen enfrentados. Al igual que un par de amigos enfadados, ellos se muestran menos amigables y prefieren buscar la compañía de otras personas. Tampoco hay ningún intento de arreglar nada. Incluso hay momentos donde Nami y Sanji señalan a Luffy como culpable de sus propias peleas, reprochándole su irresponsabilidad al insistir en quedarse.

Un hombre destrozado: el Barón Omatsuri

Mientras los conflictos entre compañeros tienen lugar, ocurren una serie de revelaciones y hechos insólitos que también oscurecen la narración. Por ejemplo, el encuentro de Luffy con Brief o el de Chopper con la familia pirata. Pero también se hacen notar hechos como la ausencia de personas en la ciudad de la isla o el hallazgo de las innumerables lápidas del cementerio. Más tarde, la intriga y el temor se incrementan con la desaparición de Robin y Chopper, que descubren que los compañeros de Omatsuri no han envejecido desde la época de Gold D. Roger y advierten la presencia de un ser monstruoso, Lily Carnation, en la cima de la isla. Para este momento la animación muestra cambios acordes al tono oscuro del relato. Véase el uso más acusado del sombreado. Pero sobre todo imbuye a la acción de una gran violencia y horror. Como ejemplo estaría el momento en que Barón dispara sus flechas para herir y capturar a los Sombrero de Paja.

Y ya que mencionamos al Barón Omatsuri debemos hablar de él. Al principio, es presentado como un hombre excéntrico y un mal perdedor, pero en realidad es una figura trágica. En el pasado, era el capitán de los Piratas Red Arrows. La relación con sus compañeros de tripulación era excelente, ya que los quería mucho y ellos confiaban totalmente en él. Muchigoro, por ejemplo, lo respeta tanto que lo ve como un cúmulo de virtudes. No obstante, un mal día su barco naufragó por culpa de una tormenta. A excepción de Omatsuri, toda la tripulación murió en ese episodio.


Tristemente, él no pudo superar su muerte y la soledad le consumió. Sin embargo, Lily Carnation, la planta monstruosa de la isla a la que llegó, le ofreció devolverles la vida a cambio de alimentarla con las vidas de otros piratas. Él aceptó, logrando traerles de vuelta, pero ya no sería lo mismo. Eran ilusiones que conservaban los buenos recuerdos, pero ancladas en el pasado, incapaces de evolucionar. Aún así, continuó cuidándolos. Si tenía que ocultar las muertes de cientos de piratas por su bien lo haría y si tenía que engañarlos para evitar que se dieran cuenta de lo contradictorio de su existencia también. Como es de esperar, mantener artificialmente la vida de los demás no puede traer mucha felicidad. De ahí que Omatsuri desarrollara un odio contra aquellos piratas más unidos. Aquellos que le recordaban que había perdido a las personas que más apreciaba. Por eso intenta romper los lazos entre ellos y busca que el capitán sea el más desgraciado de todos. Hundido como está, esa es su única forma de satisfacer su pesar.

Sin duda, las acciones de Omatsuri no son correctas, pero podemos entender cómo ha llegado hasta ahí, cómo la amargura y la soledad han provocado su degeneración. En realidad, en su juventud, el Barón no se alejaba mucho de Luffy. Por encima de todo, ambos aman a su tripulación y harían lo que fuera por ellos. Más tarde, observamos que se diferencian bastante porque, por ejemplo, Luffy no haría trampas para hacer ganar a sus camaradas ni tampoco perjudicaría a unos por el bien de otros. Es obvio, él tiene unos principios. Sin embargo, deberíamos preguntarnos que haría Luffy de estar en la situación de Omatsuri. ¿Alimentaría a la flor con las vidas de otros piratas para evitar perder a sus compañeros? Hosoda parece decirnos que es muy posible. En la película, Luffy queda destrozado al creer que todos mueren y vuelve en sí cuando tiene la esperanza de recuperarlos. Sin ellos parece que no es nada, por lo que quizás daría ese paso con tal de conservarlos.

En este sentido, la crítica al idealismo de la obra es muy fuerte. No solo porque rechaza la manera tan utópica en que se llevan los Sombrero de Paja sino porque da a entender que una idealización semejante puede acabar en un destino idéntico al del Barón, que era incapaz de aceptar la muerte de sus amigos. Y si bien Hosoda no quiere destruir totalmente ese ideal, ya que los compañeros de Luffy siguen creyendo en que los salvará al final, piensa que hay que superar el mal trago y buscar otros compañeros que puedan reemplazar ese hueco. El personaje de Brief representa esta forma de pensar y, en parte, Luffy llega a entender lo que dijo, si bien lo que le mantiene en pie es volver con los suyos. En definitiva, esta cinta me parece una obra maravillosa. Tal vez no alcanza el apelativo de obra maestra, pero se equipara a los mejores arcos del anime.

Calificación: 9

Publicar un comentario

4 Comentarios

  1. Te contare que apenas la semana pasada me decidí a ponerme al día en One Piece, lo había dejado luego de la muerte de Ace u.u
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entiendo, aunque tengo que decir que esta película puedes verla sin revisarte ningún episodio de la serie. Simplemente con conocer las características y valores que siempre exhibe ya estás lo suficientemente preparado para verla.

      Saludos

      Eliminar
  2. La sexta película de One Piece es de la mejores producciones de la franquicia. Esto lo pude corroborar en un segundo visionado; y pues como bien dices en tu escrito, Hosoda logra narrar y elaborar una historia en la cual sabe como llevar de lo cómico a lo serio el importante mensaje del significado de Nakama.
    Por otro lado tendrá deficiencias técnicas en la animación, y una banda sonora y dirección musical que son simplemente decentes pero, a pesar de eso, logra destacar ante sus homónimas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas, yo también realmente empecé a apreciarla como es debido tras un segundo visionado (creo que esto te lo había comentado). Es cierto que tiene alguna deficiencia respecto a la calidad de la ilustración, pero me parece algo menor y al final cambiar su estilo era necesario para conseguir el efecto que quería en la narración.

      Saludos

      Eliminar
Emoji
(y)
:)
:(
hihi
:-)
:D
=D
:-d
;(
;-(
@-)
:P
:o
:>)
(o)
:p
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
x-)
(k)