Ijiranaide Nagatoro-san no apoya el bullying

Introducción: una breve caracterización

Para nadie es un secreto que la comunidad de anime está atenta a las novedades que aguardan tras cada nueva temporada. Algunos esperan encontrarse una sorpresa, otros la adaptación de su manga favorito. Sin embargo, unos y otros también suelen interesarse por las polémicas. Muchos recordarán las controversias que generaron series recientes como Tate no Yuusha no Nariagari (2019) o Uzaki-chan wa Asobitai! (2020). Acusaciones terribles y críticas furibundas se dirigieron contra ambas obras, aunque estas solo son una muestra de una larga lista que irá incrementándose, más aún, con el tiempo. Una de las últimas en sufrir comentarios negativos ha sido Ijiranaide Nagatoro-san (2021). A diferencia de las nombradas, los juicios de valor sobre la adaptación no han alcanzado una magnitud muy elevada. Algunas páginas sensacionalistas de noticias no opinan lo mismo, pero no hay que darles crédito. Uno sabe que su intención es la de generar visitas creando falsas controversias. De hecho, pienso que hay más temor a opiniones contra la serie que auténticas reacciones desfavorables.

A pesar de que Ijiranaide Nagatoro-san es uno de los animes más populares de esta primavera, la polémica no ha llegado grandes cotas de esperpento. Hemos tenido críticas sobre lo insoportable que es la protagonista, la sexualización femenina o su falta de creatividad. Nada que no hayamos escuchado antes. No obstante, hay una de ellas que ha destacado entre las demás: el bullying. Entre todas las valoraciones esta ha sido la que genuinamente me ha molestado. Como sabréis por mi reseña pasada del manga, Nagatoro-san me agrada y no tengo problema con algunas de las críticas. Si eres fan de algún anime o manga controversial te tienes que acostumbrar a convivir con las críticas. En esta ocasión, no obstante, la crítica de bullying me parece injusta por no ajustarse a la realidad y creo necesario argumentar lo contrario. No solo porque es incorrecta sino porque es una grave acusación que afecta a la reputación de la serie. Imagino que muchos se han quedado con esta impresión tras ver el primer episodio, pero otros tantos se han quedado y siguen emitiendo juicios de valor similares cuando con el pasar de los episodios tendrían que haber cambiado mínimamente de opinión.

El primer capítulo definitivamente cometió grandes errores.

Para elaborar una réplica convincente es necesario definir y conocer qué rasgos caracterizan al crimen del que se acusa a la pícara y burlona Nagatoro. Según Sevilla Martínez y Sánchez-Monge (2021), "el acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio". De acuerdo con Besag (1989), "el bullying es el ataque repetido de sujetos que están en una posición de poder sobre otros que no tienen capacidad de defenderse, con la intención de causar daño para obtener beneficio y satisfacción". Podría seguir comprobando otras definiciones, pero todas señalan casi los mismos rasgos esenciales. Para facilitar la comprensión voy a enumerar estas características o elementos clave:

1. Desequilibrio de poder. El agresor se encuentra en una posición de superioridad (física, numérica, ...) en relación a la víctima. El afectado desea revertirla, pero es incapaz por sí mismo.

2. Acciones perjudiciales. El acosador actúa empleando contra la víctima actos netamente dañinos y negativos como emitir insultos, colocar motes, propagar rumores falsos, ejercer violencia física, robar objetos, aislar del grupo, entre muchos otros en contra del perjudicado. Por lo general, las acciones son heterogéneas.

3. Agresión intencional. El agresor busca incomodar y molestar al afectado, siendo consciente de su angustia, enfado, frustración y dolor. El objetivo del acoso es obtener satisfacción a través de la humillación, aunque como complemento también se busca un beneficio (dinero, posición social, favores, etc).

4. Acción reiterada y persistente en el tiempo. Las acciones negativas se repiten constantemente a lo largo del acoso, pero también durante un largo tiempo que se puede extender durante meses o años.

5. Actuación en grupo. El agresor normalmente acosa a la víctima en grupo, participando aquí un pequeño colectivo de individuos que habitualmente son los mismos.

6. Ámbito escolar. El bullying tiene lugar mayoritariamente en la escuela, presentándose en la clase, el recreo o yendo y saliendo del edificio escolar. La persecución también puede extenderse a las redes sociales o a las actividades extraescolares.

7. Malestar psicológico y emocional. Ante las agresiones de sus compañeros, la víctima se siente impotente y frustrada, sufriendo un dolor y angustia continuos.

Análisis: la ausencia de bullying en Nagatoro

Atendiendo a estas definiciones y otras lecturas, esta es la caracterización más completa que he podido crear para identificar correctamente el bullying. Puede parecer exagerado, pero la mayoría de debates en la Red son inútiles porque los conceptos sobre los que se discute no han sido definidos previamente. Así, es probable que cada representante en el debate tenga una opinión diferente de la misma cuestión. En resumen, si no sabemos de lo que hablamos difícilmente vamos a llegar a ningún lado. Ahora bien, antes de analizar el comportamiento de Nagatoro debo señalar de antemano que la concurrencia de una o varias de estas características no implica necesariamente que exista bullying. Algunas situaciones como el colegueo entre amigos podríamos llegarlas a considerar bullying si las interpretamos capciosamente. Y no deberíamos calificar las acciones de un amigo bromista, al que le gusta incordiar de vez en cuando, como acoso. Algo que, por cierto, veo en Nagatoro.

Si nos fijamos en la lista, podemos afirmar que nuestra chica favorita no practica acoso ni Senpai sufre algún tipo de bullying. La excepción se encuentra, por supuesto, en las primeras instancias de esta relación donde no hay complicidad, contrapesos y acciones positivas. Sin embargo, de manera progresiva vamos encontrando todo lo necesario para una relación sana. Igualmente, comprobémoslo con el análisis. De partida, difícilmente se puede afirmar que existe una dinámica de poder entre ambos más allá de que uno asume el papel pasivo y la otra el activo en la relación. Una diferenciación de roles que contribuye al humor, aunque también habla de las fantasías sexuales del autor por cómo el subtexto se refiere al masoquismo de Senpai y al sadomasoquismo de Nagatoro. En general, una dinámica que ninguno de los dos quiere cambiar porque disfrutan con ella.

Este punto podemos relacionarlo con el supuesto "malestar" de la víctima. No hay duda de que el dibujante se molesta o avergüenza cuando recibe las burlas de esta diablilla. Solo mirad sus reacciones. No obstante, nada denota un sufrimiento que pudiéramos calificar de angustioso e insoportable. Algunos de sus monólogos hablan de una necesidad de revancha, pero no de venganza sino de un simple "quiero ganarle esta vez" porque siempre le está chinchando. Igual también Senpai empieza a disfrutar estas interacciones, participando en los juegos que propone con cada vez menos impedimentos. No es extraño verle contento después de un día ajetreado con ella.

Los juegos de Nagatoro y los monólogos de Senpai

A pesar de todo, la incomodidad que generan las acciones negativas de Nagatoro puede ser excesiva. Aunque se va reduciendo con el tiempo de vez en cuando llega a ser un incordio o un tanto hiriente por su insistencia y el tipo de burlas que emplea. En general, sus mofas se articulan en torno a tres cuestiones que resumiremos en tres palabras: pervertido, virgen y asqueroso. Todas ellas parecen dibujar la imagen despectiva que se tiene del otaku. Con pervertido nos referimos a alguien que solo piensa en sexo y con tendencias extrañas, acusaciones a las que acude Nagatoro con frecuencia. Lo mismo ocurre con virgen, burlándose de su falta de experiencia sexual. Ambos vistos como algo negativo, sea por el tabú que pesa contra el sexo o por el estigma de no estar iniciado en las relaciones sexuales. Por último, asqueroso es más bien general. Un cajón de sastre donde caben muchas cosas que me costaría nombrar pero incluyen su tartamudeo, su pelo, etc. Es casi un comodín al que le han restado significado y solo sirve para molestar, aunque por lo general se refiere a la imagen cool que tiene Senpai en su cabeza.

De cualquier forma, hay muchas acciones de la lista que nunca ha cometido y deberían estar presentes en una relación de acoso: amenazas, robos, aislamiento social, entre otros. Contrario a la impresión inicial, Nagatoro dedica una parte del tiempo a idear juegos o actividades en la que participar ambos. Muchos de índole sexual o con pequeños trazos lascivos, dejando algunas insinuaciones no muy sutiles. Con todo, otros tantos son más inocentes. Véase el manzai del capítulo 3. Pero más importante es que Nagatoro promueve el crecimiento personal del protagonista. Esta pícara le ha apoyado a la hora de llevar a cabo empresas que por sí mismo no habría hecho. Ejemplos donde ella le dio un empujón están el entrenamiento para el festival deportivo y el apoyo en el confrontación contra la Presidenta en los últimos episodios. Ella detesta ver que su querido Senpai no quiera dar lo mejor de sí mismo porque no tiene confianza o se autodesprecia. Puede resultar contradictorio si contemplamos las palabras que suele dedicarle, pero no son elementos excluyentes.

Los cruciales eventos del festival cultural

El siguiente rasgo parece ser cierto, ya que Nagatoro encuentra satisfacción en meter en apuros y hacer sentir vergüenza al protagonista. Ella está consciente de que puede tomar ventaja y chincharle ante su inacción para extraer esas reacciones y expresiones que le parecen tan graciosas. Sin embargo, el quid de la cuestión es que no las pretende obtener a través de su sufrimiento. Igualmente, no siempre sale bien porque las travesuras de Nagatoro se vuelven accidentalmente en su contra, compartiendo una porción de la vergüenza y el rubor que iban destinados a Senpai. Tampoco busca, por cierto, ningún tipo de beneficio como los descritos. Lo que sí se puede admitir es que el comportamiento de Nagatoro es reiterativo y persistente. Vamos, como que emplea mucho tiempo en ello. Sin embargo, rara vez va más allá del espacio de la escuela y su entorno. Ni en clase. Tampoco Nagatoro cumple una regla propia del acosador: emplear la fuerza del grupo. Por lo general, no trae consigo a sus amigas al club de arte para meterse con Senpai. Es más, tiende a protegerlo de ellas cuando se pasan de la raya.

A los accidentes y las bromas rebotadas se les unen momentos especiales

En conclusión, Ijiranaide Nagatoro-san no describe una situación que podamos tachar de bullying. Tampoco su protagonista femenina puede ser calificada de acosadora, aunque de vez en cuando se exceda en su actitud molesta y sea particularmente insistente. Que, por cierto, estamos ante un manga por lo que en parte se explica la exageración en su comportamiento. Pocas víctimas reales de bullying identificarían la dinámica entre ambos chicos en tales términos. Resulta casi indignante emplear una palabra tan fuerte, así a la ligera, cuando allá fuera hay situaciones reales que encajan en el compendio que he hecho. ¿Dónde has visto un acosador o siquiera un amigo que apoye tan fuertemente tu crecimiento personal? ¿Qué víctima de bullying se sentiría feliz al estar con su acosador? Como víctima en el pasado, sé perfectamente que el verdadero bullying está lejos de lo que este manga representa. Si has llegado hasta aquí y aún opinas diferente me gustaría ver tu opinión en comentarios. Y si no quieres escribir... ¡por lo menos, haz una pequeña reflexión! Mil gracias y hasta la próxima.

PD: Puedes leer mi reseña de la obra aquí: Ijiranaide Nagatoro-san

Bibliografía

-Besag, V. (1989) Bullies and Victoms in Schools, Milton Keynes. Open University Press.

-Sevilla Martínez, M.; y Sánchez-Monge, M (2021) Bullyng: qué es, síntomas, tratamiento e información. CuídatePlus.