Reseña: Dragon Half (OVAs)


  • Año: 1993
  • Capítulos: 2
  • Estudio: Production I.G.
  • Género: Acción, Comedia, Erótico, Fantasía

Amor por tu enemigo 

Sinopsis

Mink, una mitad dragón y mitad humana, está enamorada de la nueva estrella del pop, Dick Saucer. Para su desgracia, su ídolo es también un matadragones que intenta acabar con su vida por orden del rey. Ante esta contrariedad del destino, ella decide embarcarse en un viaje para encontrar una poción mágica que pueda convertirla en una chica humana normal. Sin embargo, esta aventura no será nada fácil porque varios subordinados del rey y su propia hija intentarán obstaculizar su paso.

Trama y Desarrollo

Desde mediados de los años 80, los videojuegos estaban ganándose un lugar importante dentro de los momentos de ocio de los jóvenes japoneses. En aquel entonces se popularizaron sagas de videojuegos tales como Dragon Quest o Final Fantasy. Ambas franquicias lograron llegar a la quinta entrega alrededor del año 1993. Este fenómeno se fue notando en el manga y el anime, ya que muchos artistas los tomaron como fuente de inspiración. Un ejemplo de esta tendencia fue Dragon Quest: Legend of the Hero Abel (1989), que se basaba en la franquicia anteriormente mencionada. E igual que la otra, ambas pertenecían al género JRPG.

La gracia del asunto es que cuando un género es muy popular, muchos tienden a querer buscarle un nuevo enfoque. En este caso, se trata de un enfoque cómico y burlesco. Dragon Half pretende parodiar y burlarse de todos los tópicos del género JRPG. Esto incluye temas, situaciones, personajes y, en general, cualquier tipo de tropo habitual. A diferencia de otras animaciones de su época, esta imitación burlesca es acometida de forma más ingeniosa y efectiva sin tirar de los mismos recursos una y otra vez, aunque no negaré que tiene sus chistes recurrentes. De cualquier forma, no tendremos tiempo de pensarlo porque el anime es muy corto. Consta de dos capítulos, de apenas cincuenta minutos en total. Por encima, carece de cualquier tipo de cierre, como si fuera a continuar en algún momento. Por ello, es como si estuvieras disfrutando de un buen plato de carne y, de repente, te quitaran el plato delante de tus narices. En conclusión, el anime se queda en un producto promocional.

Respecto a su universo, nos hallamos ante un mundo que mezcla elementos habituales de JRPG (castillos, mazmorras, monstruos, hechiceros, ...) y componentes del mundo moderno (conciertos de música, televisores, etc). Es imposible que te lo tomes en serio, aunque es un entorno propicio para hacer todo tipo de bromas simpáticas a partir de los elementos comunes que surgen aquí. Para empezar, encontrarás a personajes clásicos del género. Entre las clases comunes están, por ejemplo, guerrero o mago negro. Pero también diversas razas  como humanos, dragones, demonios, etc. Y, por supuesto, ocupan papeles  clásicos de este tipo de historias como el rey sin escrúpulos, el guerrero idealista, el consejero en la sombra, la rival amorosa, los compañeros de viaje y muchos más. 


Es bastante divertido ver la cantidad de bromas que aprovechan con cada uno de ellos. Por ejemplo, el consejero del rey que siempre está elaborando algún plan para terminar con la vida de Mink rara vez logra ejecutar sus ideas sin que estas fallen estrepitosamente por su torpeza o mala suerte. Por supuesto, nadie le reconoce su mente privilegiada y el rey no le toma en serio. Siempre recordaré su “Estrategia Blancanieves”. Un genio incomprendido. Algo similar ocurre con Damaramu, que es el típico subordinado muy orgulloso de su fuerza, pero que tiene menos cerebro que un mosquito y por eso siempre pierde. Y no olvidemos a la protagonista, quien es más una fan entusiasmada de su ídolo Dick que una heroína. No obstante, su fuerza es la propia de una. Su invencibilidad me recuerda al Goku (Dragon Ball, 1986-1989) de los primeros arcos. En general, los personajes son como sus homólogos del videojuego, pero más idiotas y simples.

El anime también se burla de algunos tropos muy habituales en el medio como los torneos de artes marciales. Precisamente en el último episodio se narra uno. En este torneo vemos cómo se incluyen todos y cada uno de los recursos típicos al tiempo que reciben un cambio para hacerlo gracioso: un gran premio para el ganador (lo cumple), la necesidad de superar una pequeña prueba inicial (la protagonista vence en pocos segundos), viejos enemigos pretenden tomar venganza (los palurdos de siempre), nuevas armas y poderes mágicos (que terminan por revelarse inútiles), grandes batallas (en realidad, se destacan por sus giros extraños), trampas acechando a Mink (que otra vez fallan) y un enemigo desconocido que avanza hasta la final (aunque no muy amenazante).

También abunda otra clase de humor que sirve de complemento al anterior. Me refiero al slapstick, ejemplificado en las descargas eléctricas causadas por el bastón de Lafu o el bloque de piedra que utiliza el rey para castigar a sus subordinados; y el estilo chibi o super deformed, que convierte a los personajes en caricaturas más simpáticas. Del último abusa un poco, aunque no es grave. Por último, suele sorprendernos con diálogos o frases hilarantes sin mucho sentido tales como “¡Eres una traficante de esteroides!”, “¡Vete a jugar al Monopoly con tus amigos” o “Soy producto de unas extrañas circunstancias (refiriéndose Mink a su condición de medio humana y medio dragón)”.

Visualmente, estas OVAs no son muy destacables. No es como si estuvieran al nivel de un producto de TV, pero están lejos de ser impresionantes. Los diseños de personaje y los objetos están afectados por un enorme geometrismo en sus facciones y formas. Sin duda, la intención era caricaturizarlos, pero es un tanto simplista. De lo que no te puedes quejar es de las escenas de fanservice porque la anatomía femenina mejora considerablemente. No por nada esta obra mantiene una cuota destinada al disfrute masculino. Respecto al movimiento, no hay grandes secuencias de animación ni tampoco fuertes limitaciones. Por último, la banda sonora pertenece a Kouhei Tanaka (Dirty Pair, 1985; y Bastard!!, 1992). Los temas musicales suenan como imitaciones paródicas de piezas de JRPG, intentando ser épicas y fantásticas.

Calificación: 6

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4 Comentarios

  1. Dentro de todo suena como una propuesta bastante interesante. Creo que me daré un salto hacia ellas.
    ¡Un abrazo!

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  2. Recuerdo que me llegaron los dos capitulos con un disco de la revista Dokan (Aun existirá?), y la comedia es increible, mi unica queja es... "porque solo dos episodios" xD

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