Reseña: Chirin no Suzu


  • Año: 1978
  • Duración: 45 minutos
  • Estudio: Sanrio
  • Género: Drama, Fantasía

Ni oveja ni lobo

Sinopsis

En cierto lugar, un corderito llamado Chirin vive tranquilamente en compañía de su madre y el resto del rebaño. A menudo, es regañado por su madre por su comportamiento descuidado. Por nada del mundo quisiera que le pasara algo malo. Sin embargo, las desgracias se ciernen sobre nosotros cuando menos lo esperamos. Un día, un lobo ataca de noche el hogar de estas ovejas, cobrándose la vida de la madre de Chirin. En un ataque de rabia, el corderito toma la decisión de vengarse del lobo, pero para ello deberá sufrir mucho y conocer la realidad del mundo.

Trama y Desarrollo

Al echar un vistazo a la carátula probablemente pienses que esta película sea como una de esas obras de Disney de contenido más bien inofensivo. ¡Cómo no pensarlo cuando sale un corderito tan tierno en la portada! Craso error, no es así. Sin embargo, no puedo culpar al espectador por tal desafortunada elección. En realidad, estamos ante una fábula oscura que nos cuenta la historia de un pequeño animal. Este animal busca venganza contra un lobo por el asesinato de su madre, aunque pronto repara en su debilidad y, por tanto, no le queda otro remedio que convencer al propio asesino de que lo acepte como su aprendiz para ganar la suficiente fuerza para matarlo.

La película dirigida por Masami Hata tal vez no es la más adecuada para un público infantil. El cambio de registro y la enseñanza que deja resultan fulminantes para un público de tan corta edad. Al menos, yo no la recomendaría a niños muy pequeños sino a aquellos que ya han madurado lo suficiente para resistir el efecto devastador del cuento. Sanrio, el estudio al que se le adjudica este filme, no es el único que ha probado este tipo de fórmula oscura. Disney lo hizo con El jorobado de Notre Dame (1996), por ejemplo. No obstante, la diferencia radica en que el factor oscuro se lleva hasta las últimas consecuencias en vez de endulzarlo con  momentos de alivio cómico en un intento de no aterrorizar demasiado a la audiencia.


A pesar de todo lo que he dicho, la película posee un tono feliz y apacible en sus primeros quince minutos. En ese tiempo somos testigos de la cómoda vida de las ovejas dentro de sus pastos, centrándonos en Chirin y su madre. Esta última preocupada porque su retoño es muy distraído, tanto que suele ir tras algún animal. La inocencia del cordero y la preocupación de la madre despiertan nuestra ternura y simpatía, pero llegado el momento clave todo cambia. Ese giro oscuro es drástico porque se sustituye la antigua atmósfera cargada de ternura y apacibilidad por una atmósfera carente de los mismos donde gobierna el dolor, la dureza y la rabia. La escena de la muerte es desgarradora porque observamos como el rostro de Chirin se contrae por el horror y el miedo, mientras llora de manera desconsolada y grita “Despierta”. 

Algunos podrán decirme que el cambio de tono es demasiado brusco hasta el punto de ser poco apropiado. Sin embargo, discrepo con esta opinión. En primer lugar, tiene justificación porque la película pretende hacer un punto al mostrarte primero esa realidad aparentemente feliz que luego se transformará en algo más duro. En segunda instancia, el mediometraje advierte sobre lo que iba a pasar. Por una parte, la madre avisa de un posible ataque del lobo. Por otro lado, el tono melancólico y la letra de la canción con la que abre la película advierte de que la vida del rebaño no será apacible y, en particular, para Chirin. Es decir, se nos anticipó la desgracia, aunque con discreción. Si solo pretendiera lograr un susto, habríamos visto como el lobo devora a la oveja madre de forma gráfica, pero esta solo cae al suelo tras el ataque. Momento que por cierto ilustra la ignorancia de Chirin acerca del mundo, ya que revela su incapacidad para comprender las razones detrás del asesinato del lobo y parte hacia la montaña.

Una vez situados en el nudo de la historia, Chirin se encuentra con el lobo. A diferencia de la terrible imagen que nos transmiten los cuentos occidentales, aquí el lobo no es alguien malo.  Su aspecto es fiero y temible, pero no posee maldad de forma innata. Algo que demuestra al no engullir a Chirin cuando se presenta ante él, simplemente lo ignora y trata de aconsejarle. El experimentado animal solo come cuando es necesario y no por glotonería. Además es consciente de una norma fundamental: la ley de la naturaleza. El mundo es cruel y los más fuertes son los que sobreviven. En esa realidad los más débiles (las ovejas) no tienen más remedio que ser devorados por los primeros (los lobos). De sus diálogos se desprende esta creencia, algo que tiene mucho sentido porque es la regla para poder sobrevivir.


El modo de vida del lobo y las ovejas son totalmente opuestos. El lobo vive aislado del resto en un lugar inhóspito, mientras que las ovejas pasan su vida dentro de un campo cercado, garantizándoles sus necesidades alimenticias y de seguridad. El lobo debe cazar a sus presas y enfrentar otros competidores sin tener la certeza de que triunfara, mientras que las ovejas solo tienen que buscar un buen pasto donde comer sin tener que enfrentarse con otras. El contraste también da a entender que existe un orden que no se puede ignorar. Un lugar al que pertenece cada uno. Algo que da a entender el propio lobo a Chirin: “Compórtate como corresponde a un carnero. Vuelve a tu prado. Pasta y crece. Y cuando seas grande y estés gordo, iré y te devoraré”. Así de simple.

Algunos podrán no estar de acuerdo con este mensaje, ya que casi cualquier persona si se esfuerza lo suficiente puede llegar a cambiar radicalmente. Chirin se opone a esta idea, ya que él necesita ser un lobo si quiere tener el poder suficiente para vengar a su madre. Por mucho temor u odio que tenga hacia él necesita ser como él. En un principio, este se niega porque cree que no está preparado para ello. Sin embargo, le sigue a todas partes. Atraviesa prados, ríos, montañas, etc. Observa las cacerías y los combates que protagoniza. En el viaje gana cierta fuerza, la cual le permite enfrentarse con una serpiente para evitar la muerte de una madre y sus polluelos, pero a pesar de vencer no logra protegerlos. Aquí nuestro pequeño acepta la dureza de la naturaleza, pero se niega a ser débil porque no quiere pasar por lo mismo. Ante esta determinación, el lobo considera que puede llegar a ser lo suficientemente fuerte como para vivir por sí mismo y, más tarde, matarlo.

Si bien la propia película muestra la posibilidad de cambiar el orden predispuesto, esto no quiere decir que no traiga sus consecuencias. Si quieres conseguir algo, debes pagar un precio. Durante su entrenamiento con el lobo se hace progresivamente más fuerte, batiéndose en duelo con su asesino día tras día, pero también con otros muchos animales. Finalmente, logra desarrollar cuernos y sus embestidas se convierten en un golpe mortal. Sin embargo, ese infierno que ha pasado también le transformó en un ser igual al lobo que ahora solo vive para luchar. El corderito se ha convertido en un animal que ha asimilado las enseñanzas y estilo de vida del lobo. Irónicamente, el cambio de pensamiento ha hecho que considere a su mentor como un padre y considero que de verdad lo era. Pues, ¿quién pasaría por tanto esfuerzo sino es porque precisamente ya lo ve como un hijo?

El caso es que su entrenamiento no está completo y debe hacer un trabajo más: atacar a sus antiguos compañeros. El protagonista cree que no hay ningún inconveniente, porque ya no pertenece a su mundo. Pero tras ver a un pequeño corderito gritando por su madre, este se ve reflejado en él y recuerda quien era antes de todo este tiempo: un simple cordero. Incapaz de hacerlo, el lobo intenta matarlos porque ese es su deber. Tras una pequeña lucha, mata a su progenitor quien se alegra de morir a sus manos. Una muerte dolorosa porque no estaba tan dispuesto a matarlo como antes. El lobo era alguien digno de su respeto y admiración. No obstante, las ovejas, lejos de estar agradecidas, son incapaces de reconocer al carnero que las salvó como uno de los suyos. En este instante, somos conscientes de que él no aceptó las consecuencias que entrañaba su elección y ahora su castigo es habitar un limbo entre ser un lobo y un cordero. Tal como lo adelantaba la canción de apertura, Chirin ahora deberá vivir en soledad sin la compañía de su padre, al cual la venganza le arrebató la vida. Aquellos que llevan una vida salvaje y dominada por la violencia no tienen la elección de retornar al mundo doméstico y apacible de los pastos.

Calificación: 7

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6 Comentarios

  1. No lo conocía, pero pinta muy bien.
    ¡Un abrazo!

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    1. Buenas, la verdad es una obra muy desconocida debido a la edad que tiene y tampoco parece tener un estilo muy anime (por decirlo de alguna manera). Espero que te guste.

      Saludos

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  2. Me interesa la película sobretodo por lo poco conocida que es, espero poder darle una revisión. Buena entrega Batracio

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  3. Me encantó tú reseña!! Deberías darle un vistazo a “Unico” del grandioso Osamu Tezuka, curiosamente es del mismo año pero menos turbia.

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    1. Buenas tardes, gracias por tu cumplido. De hecho, ya he visto la primera película de Unico. Sin embargo, no me gustó demasiado. Tiene momentos destacables, pero la veo muy infantil y un sentido más negativo. No es que sea solo amante de las fábulas oscuras, pero Unico me parece infantil y básica en su argumento y tono.

      Saludos

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