Sinopsis
Año 2988. Dentro de los cuatro sistemas solares que forman el Cúmulo Estelar Joker existen multitud de naciones diferentes. En dichos reinos pueden encontrarse una serie de caballeros que pilotan robots gigantes llamados Mortar Headd. Para facilitar su control, el piloto tiene a su lado la Fátima, una forma de vida artificial de aspecto femenino que desempeña la función de interfaz entre el piloto y la máquina. En este contexto, Amaterasu, el futuro emperador del Cúmulo Estelar Joker, adopta la apariencia de un joven llamado Ladios Sopp para salvar a las dos últimas Fátimas creadas por el Dr Ballanche: Lachesis y Clotho. Ambas Fátimas deberían ser asignadas a un Headd Liner, el piloto de un Mortar Headd, pero el mercador Juba Barada no pretende dejarlas ir sino quedárselas en propiedad. ¿Podrá Ladios Sopp impedir que ocurra esta injusticia antes de que se acabe la ceremonia?
Trama y Desarrollo
Mamoru Nagano es un nombre clave en el subgénero mecha de la década de 1980 por su papel como diseñador mecánico. Su carrera en el anime se desarrolló fundamentalmente en Sunrise, ganando fama por su trabajo en Heavy Metal L-Gaim (1984-85) como diseñador mecánico y de personajes. Sus robots gigantes se definían por placas de armadura que parecían encajar de forma holgada sobre un esqueleto interno. Más tarde, Nagano se inclinó más hacia el manga con títulos como Fool for the City (1985-87) y, sobre todo, la célebre pero inconclusa Five Star Stories (1986). La popularidad de su último trabajo en la revista Newtype dio lugar a que Sunrise se animara a adaptar el manga como un largometraje de apenas 1 hora: The Five Star Stories (1989).
Los miembros del equipo principal fueron Kazuo Yamazaki, que había vuelto recientemente a Sunrise como director tras encargarse de Maison Ikkoku (1986-88); Akinori Endo, guionista muy vinculado al estudio desde los 80; Nobuteru Yuki, como director de animación y diseñador de personajes; Hidetoshi Kaneko, director de arte conocido por sus numerosas contribuciones a Madhouse durante los años 90 y los 2000; y Tomoyuki Asakawa, compositor musical menos reconocido por estar acreditado en relación con la “Music Performance”. Veamos qué nos pueden ofrecer en esta ocasión.
The Five Star Stories es una película que, adaptando el primer tomo del manga, describe una historia que podríamos catalogar de cuento de hadas. Una opinión que señala el propio autor, ya que nos cuenta una historia de amores trágicos e (casi) imposibles, semejantes a La bella durmiente o La sirenita, a pesar del escenario inherente a la sci-fi. En particular, la adaptación de Yamazaki relata la historia de amor entre Ladios Sopp y la Fátima Lachesis a partir de una trama que remite a los clásicos rescates de princesas secuestradas por hombres sin escrúpulos. Además, los flashbacks recurrentes que interrumpen brevemente la trama principal informan de un amor platónico entre sujetos que no pertenecen a la misma categoría social por las diferentes funciones que desempeñan en relación a los Mortar Headd.
Por desgracia, el desarrollo romántico y argumental del relato fue irregular en múltiples áreas. Un aspecto relevante para llegar a esta conclusión fue el conflicto personal de Sopp, quien se debate en su fuero interno entre rescatar a Lachesis (y cumplir el compromiso de matrimonio) y abandonarla en manos de Juba. Sin lugar a dudas, la narración sugiere que el dilema radica en las creencias de Sopp respecto a la figura de las Fátimas. La visión del soberano es que las Fátimas son seres humanos que no deberían ser tratados como herramientas en manos de sus dueños. Este enfoque deshumanizador se manifiesta en Lord Juba, quien ve a Lachesis como una esclava sexual que desea poseer como si fuera un objeto de su propiedad. El comerciante también demuestra esta visión instrumental cuando usa para su Mortar Headd un Eetoramuru, una versión monstruosa de la Fátima desprovista de cualquier humanidad cuya única función es controlar la máquina. En cambio, Sopp teme caer en una contradicción al verse obligado a usarla como un arma en la guerra, sometiéndose a los designios de un sistema injusto que está por encima de él.
Sin lugar a dudas, la exposición del dilema de Sopp resulta harto interesante, pero no empieza a tomar forma hasta casi a la mitad del filme. Durante los primeros 30 minutos, The Five Star Stories está muy ocupado con introducirnos a su propio universo. Así, nos lanzan nombres de máquinas, localizaciones, individuos y organizaciones sobre los que no podemos profundizar en 1 hora. De hecho, lo único que logran es abrumar al espectador, que no sabe con qué datos quedarse en lugar de generarle curiosidad por lo que aguarda en el manga. A continuación, la inclusión de la subtrama del rey Colus III y Clotho es cuestionable. Sin duda, nos muestra la necesidad de que las Fátimas escojan, por sí mismas, con quien desean estar. No obstante, su integración en la cinta resta metraje valioso que deberíamos destinar a plantear directamente el dilema de Sopp, ya que no aprendemos más sobre su relación y su rol posterior no es muy significativo.
El problema es que, una vez nos ponemos con Sopp, la decisión de rescatar a Lachesis resulta insatisfactoria. Por una parte, Lachesis se limita a esperar pacientemente por su amado como una princesa aprisionada en un castillo al confiar en la promesa de Sopp. Este hecho implica que ambos no interactúan el uno con el otro, por lo que la elección queda en manos de Sopp. Por otro lado, su indecisión es resuelta por la presión de Litra, un personaje importante desde una perspectiva sentimental para Sopp. Sin embargo, la narración no se detiene en explicar la identidad de la fallecida Litra, así como su relación con el protagonista. Ella solo lo presiona para aceptar su destino, sin que el joven experimente una progresión sentimental convincente que le lleve a tomar su decisión final. Además, la relación de Sopp y Lachesis puede levantar la ceja por parte del público, ya que está el problema de la diferencia de edad entre un Sopp adulto y una Lachesis muy niña cuando se conocen por primera vez. Sin duda, ella escogió a su prometido durante la única etapa que gozó de libertad, pero... ¿una niña de su edad tiene la experiencia vital necesaria para tomar una decisión de esa índole? La cuestión es peliaguda.
Desde una óptica visual, en cambio, el largometraje es una de las propuestas más interesantes de su año de estreno en cines. Una de sus fortalezas son los diseños de personaje de Nobuteru Yuki, que no solo solo están a la altura de los originales sino que tienen un estilo que resulta inconfundible en su época. Los personajes se caracterizan por su gracia y elegancia, con una figura esbelta que destaca por sus extremidades estiradas y formas angulares. El cuerpo de los personajes llama la atención por sus hombros anchos, pero sobre todo por su rostro alargado que adopta una forma triangular. Sus facciones muestran diferencias según el sexo, ya que las mujeres exhiben un rostro más liso y los hombres acumulan marcas relacionados con la vejez y cicatrices. Los ojos también muestran discrepancias, dándole mayor importancia a las cejas en el caso masculino y a las pestañas (muy detalladas) en el caso femenino. Sin embargo, los ropajes son una característica común en términos de lujo y complejidad. Si Mutsumi Inomata era conocida por ataviar a sus personajes de accesorios y vestimentas llamativas, Yuki va más allá al lograr un grado de barroquismo pocas veces visto en el anime.
Este desfile de suntuosidad y elegancia también incluye a los robots gigantes, cuya dirección le pertenece a Hiroaki Motoigi como director de animación mecánica. Los mechas se definen por ser verdaderos colosos de metal cuya armadura destaca por sus hombreras, falda y casco. En particular, el Knight of Gold del protagonista es una joya en términos de diseño mecánico, ya que comparte la misma elegancia y complejidad de los personajes que lo pilotan gracias a elementos como el color dorado, su llamativo casco, la joya en la frente, las manos delicadas, la katana láser o el cañón Buster. A pesar de su fácil victoria, el debut contra Lord Juba y sus sobrinos es muy memorable. Motoigi centra su atención en la figura de Knight of Gold, con encuadres amplios que contengan al robot en el plano cuando lucha con sus enemigos pero en los que no se pierde ningún detalle para que podamos contemplarlo en toda su magnificencia. Sin duda, es una lástima que casi toda la acción se concentre en los últimos 10 minutos, pero el espectáculo final vale una entrada.
Para finalizar, la banda sonora compuesta por Tomoyuki Asakawa es digna de figurar entre lo mejor de 1989. Su música oscila entre composiciones sentimentales e íntimas, como “Sopp no Theme”, y piezas que derrochan grandiosidad, como “Prologue”. En particular, las últimas adoptan una inclinación orquestal (con mucha importancia de los instrumentos de cuerda y de viento) que es capaz de retratar a través de la música la majestuosidad de la tierra de Addler y sus visitantes. Por el contrario, su ending “Hitomi no Naka no Far Away”, cantado por Yōko Nagayama, contrasta con el resto del conjunto.
En conclusión, The Five Star Stories es un pieza singular del anime de finales de la década de 1980 por su pretensión como un cuento de hadas. La historia de amor, no obstante, padece de un desarrollo irregular. El dilema del protagonista empieza a ser planteado casi transcurridos 30 minutos del filme, entorpecido por la subtrama de Clotho y la cascada de información que surge de la complejidad de su universo. Además, esta misma indecisión se resuelve de forma algo insatisfactoria por su defectuosa progresión sentimental. Desde una óptica positiva, esta película sobresale entre sus contemporáneas por su dimensión audiovisual. En particular, los diseños mecánicos y de personaje son únicos en su género por su elegancia y complejidad. La composición musical, por otro lado, abandona los sintetizadores para elaborar un conjunto de piezas musicales capaz de subrayar las bellas imágenes. Si buscas títulos al estilo Escaflowne (2000) o Macross: Do you remember love? (1984), el presente largometraje puede ser muy de tu agrado.
Calificación: 6
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