Análisis: Bleach - Saga del Shinigami Sustituto



Ascenso y caída de un grande

Sinopsis

Ichigo Kurosaki siempre ha sido un estudiante problemático, sea por su cabello naranja o por su carácter difícil. Su vida era normal hasta que Ichigo y su familia son atacados por un Hollow, un espíritu corrompido que se alimenta de almas humanas. Aunque es protegido por Rukia Kuchiki, una shinigami que extermina a los Hollow, la joven es herida gravamente al salvar a Ichigo. Ambos parecen estar en un callejón sin salida, pero Rukia le ofrece sus poderes para acabar con el monstruo. Al perder sus poderes, Rukia le exige que se encargue de sus deberes como Shinigami mientras ella no recupere sus fuerzas. A pesar de un breve rechazo, Ichigo toma la decisión de enfrentar a los Hollow para proteger a sus seres queridos y a la gente del barrio de Karakura. Su trabajo no será nada fácil porque, junto a un grupo de compañeros, tendrá que hacer frente a seres monstruosos (y non tan monstruosos) que amenazan el barrio de Karakura.

Introducción

Si echo la vista atrás mi primer contacto con el manga fue de la mano de Bleach (2001-2016). Hace unos 12 años, un joven estudiante de secundaria se hallaba en una librería para comprar la desaparecida revista Nintendo Acción. Mientras esperaba que le atendieran reparó en un cómic japonés de nombre Bleach que estaba numerado como el noveno de la colección. La ausencia del primer número debería constituir razón suficiente para rechazar la compra, pero la atracción era muy fuerte: la portada estaba protagonizada por la exuberante Kukaku Shiba. La sexualización femenina y el erotismo son de las trampas más eficaces a la hora de generar ventas en el público masculino. Al llegar al hogar, este adolescente se dispuso rápidamente a leer. Como era obvio, la comprensión de la trama era deficiente pero la narración lo atrapó de inmediato. Tras acabarlo, lo que menos le interesaba eran los grandes pechos de Kukaku. En vez ello deseaba saber si el plan de la pirotécnica permitiría al grupo de Ichigo entrar en el Seireitei. Como podéis ver Bleach es el responsable de que, a día de hoy, lea manga.

Al igual que One Piece (1997) y Naruto (1999-2014), Bleach es uno de los grandes éxitos de la Weekly Shōnen Jump, de finales de los 90 y principios de los 2000. Anteriormente, su autor, Tite Kubo, publicó en la misma revista Zombie Powder (1999-2000). El recorrido de esta historia de acción fue truncado muy pronto, por lo que ideó un nuevo concepto. Al principio fue rechazado, pero logró publicar un one-shot al que más tarde, en 2001, seguiría la obra que todos conocemos. La fiebre por Bleach no estalló realmente hasta la irrupción de la Saga de la Sociedad de Almas, el arco argumental más valorado por los fans. Así, la obra de Tite Kubo recibía adaptación a anime en 2004, a cargo de Pierrot, que duró más de siete años. Las ventas del manga obtendrían un empujón importante. A día de hoy, Bleach ya ha superado la cifra de 120 millones de ejemplares impresos.

Zombie Powder (1999-2000)

En términos generales, Bleach es un nekketsu clásico en su máxima expresión. La obra de Tite Kubo es el resultado del canon establecido por las grandes obras de acción de la revista: Dragon Ball (1984-1995), Saint Seiya (1986-1990), Yu Yu Hakusho (1990-1994), etc. Todas ellas han tenido una influencia notoria en la configuración en el manga del autor. Una de las admitidas por él mismo es Saint Seiya que de vez en cuando puede recordarnos a ella por la incombustible fortaleza de los personajes. Me aventuraría a afirmar que la idea del enfrentamiento interrumpido entre Ichigo e Ishida salió del Torneo Galáctico. Sin embargo, de la que sí encontramos obvias similitudes es Yu Yu Hakusho. La premisa de ambas sigue los pasos de un joven cuyo deber es exterminar espíritus malignos (demonios). Las semejanzas continúan: el tiempo presente, el estudiante problemático (Ichigo/Yusuke), la chica shinigami (Rukia/Botan), entre otras muchas. Con la obra de Toriyama tampoco caben dudas, especialmente si consideramos el efecto Dragon Ball Z: la obra abandona parte de su planteamiento anterior en favor de iniciar una cadena de conflictos de mayor gravedad que atañen al destino del mundo y se tornan en un sin fin de enfrentamientos entre guerreros.

De la misma forma que en análisis anteriores, vamos a ir saga por saga. La extensión de la mayor parte de nekketsu exitosos nos obliga a seguir este método para no caer en el intento. De hecho, algunas sagas de Bleach son tan amplias que es necesario parcelarlas. Un ejemplo es la saga de los Arrancar, que tiene dos partes diferenciadas según donde ocurren los principales acontecimientos: Hueco Mundo y Karakura. Sin embargo, no nos adelantemos. Aquí hay que mencionar que el material básico a analizar es el manga, por lo que no voy a hablar de ningún arco original del anime. A pesar de ello, las imágenes usadas para ilustrar mi valoración serán tomadas del anime por una cuestión de comodidad y pragmatismo. La diferencia, sin embargo, será mínima. No os preocupéis. Dicho esto, podemos iniciar la aventura.

Saga del Shinigami Sustituto

1. La figura del espíritu corrompido: el Hollow

Como punto de partida, la primera saga está constituida por un conjunto de miniarcos que abarcan entre 4 y 9 episodios del manga. Esta vez, sin embargo, no voy a pararme con cada arco sino que hablaré de la saga al completo. En caso contrario, la empresa sería excesiva. La Saga del Shinigami Sustituto abarca en el anime del capítulo 1 al 20, pero en el manga es más difícil determinar el punto y final. Este normalmente se coloca en la llegada a la Sociedad de Almas o la entrada en el Seireitei. No obstante, para el análisis el final lo voy a establecer en la derrota de Ichigo y la ida de Rukia. La razón de mi elección se fundamenta en que el rescate de Rukia, el asunto principal de la siguiente saga, empieza a partir de aquí, con el grupo tomando la decisión de salvarla y entrenando como medio de preparación.

Cronología de la Saga del Shinigami Sustituto
según la wiki de Bleach en español

Para algunos estamos ante la parte más débil del manga —excepto las últimas sagas— por la ausencia de grandes batallas. Algo que, por supuesto, tiene mucho peso en un shōnen de peleas y explica esta menor valoración. Para un servidor, en cambio, la primera etapa no solo atesora momentos inolvidables sino que exhibe cualidades que las sagas posteriores abandonan. A diferencia de los ninjas de Naruto o los piratas de One Piece, el manga de Kubo se aproxima a un mundo actual habitado por seres humanos y espíritus donde los héroes se enfrentan contra seres malignos que amenazan la paz. Demonios, espíritus malignos y monstruos son probablemente uno de los temas más repetidos y populares del manga. Bleach acepta de buen grado esta temática y, aunque no sale del molde, construye un universo interesante en torno a ello.

Cuando nos adentramos en el universo de Bleach podemos ver la relevancia de diferentes figuras: Hollow, Shinigami, Arrancar, Fullbringer, Quincy, etc. Aunque el mangaka recurrió a toda clase de fuentes para dar forma a la obra (literatura japonesa, cristianismo, ...) y las adaptó a sus necesidades, una muy significativa fue la mitología oriental y el folclore japonés. Ejemplo de ello son los Shinigami, que pasan de ser temibles dioses de la muerte a guerreros espirituales encargados de mantener el equilibrio espiritual. En esta primera saga, sin embargo, la obra gira esencialmente alrededor de los Hollow, con excepción de sus dos últimos arcos donde pasan a segundo plano. Ellos son los responsables de los conflictos surgidos en la narración, complicando la difícil vida del shinigami protagonista.

Aprovechando la larga extensión de esta saga introductoria, el relato presenta toda una serie de cuestiones relacionadas a los Hollow: origen, clasificación, comportamiento, métodos de destrucción, características fundamentales, proceso de transformación, entre otros. Es decir, vamos más allá del retrato que se limita a dibujar monstruos de aspecto temible. Pero también de las descripciones que se interesan únicamente por los aspectos relacionados con la lucha. Véase catálogo de habilidades, rangos de poder y demás. Bleach participa de estas cuestiones superficiales —sobre todo, con los Arrancar—, pero muestra que su enfoque es más completo. No solo dota de coherencia su existencia en el mundo sino que incorpora aspectos que enriquecen mucho la visión que tenemos de ellos. Una de estas dimensiones alcanza el ámbito emocional, tratando de humanizar a estes monstruos comealmas. Sin embargo, no solo se trata de darles un trasfondo o historia personal sino de plantear ciertas cuestiones interesantes. Por ejemplo, el método de destrucción que consiste en cortar la cabeza atacando por la espalda. El motivo obedece a la eficiencia, pero también a la sensibilidad personal, al hecho de no querer contemplar su antiguo rostro humano.

Máscaras de Hollows relevantes en el manga

La construcción de mundo en esta primera saga no solo se preocupa de los Hollows sino que apunta hacia otras direcciones. Una de ellas son las obligaciones del Shinigami, que van desde enviar los espíritus de los fallecidos a la Sociedad de Almas hasta luchar con los demonios. Deberes que son, en parte, posibles por las herramientas que les facilitan su doble vida o la localización de los Hollow. Véase los gigai, los teléfonos móvil especiales o las almas artificiales. Existen otros muchos asuntos relacionados con los Shinigami, pero la narración se los guarda para la siguiente saga. Otra con la que se limita son los Quincy, introduciéndolos en la trama por ser una fuerza opuesta a los Shinigami. No cobran importancia verdadera hasta la Guerra Sangrienta de los Mil Años. Aquí deberíamos preguntarnos si se aprovecharon los elementos presentados. La respuesta es afirmativa, con excepción de los Kido, por culpa de la inoperancia de Rukia; y la falta de mayor explotación en torno a los Plus, que quedan algo ensombrecidos por los Hollow. Con posterioridad las particularidades de los Hollow y los deberes del Shinigami no se volverán tocar en favor de conflictos con otros seres espirituales (Arrancar, Quincy, etc.). Lo “más” negativo es que el worldbuilding tiende a la exposición a partir de monólogos explicativos, acompañados de las ilustraciones de Rukia. Una tendencia perjudicial entre los nekketsu, aunque por lo menos los conceptos introducidos son puestos en práctica.

2. Aproximación humorística y particularidades del arte

En este contexto, el planteamiento de la Saga del Shinigami Sustituto trata acerca de Ichigo Kurosaki y sus aliados participando en diferentes misiones donde su principal cometido es eliminar a los Hollow del barrio de Karakura. Una ocasión que, por lo general, aprovechamos para explorar los problemas personales de los personajes afectados, despertar los poderes de los aliados de Ichigo y conocer aspectos nuevos sobre el trabajo de Shinigami y los Hollows. Entre misiones no existe continuidad argumental, pero a partir de los acontecimientos ocurridos en el arco de Ishida surgen los elementos necesarios para dar paso a la segunda saga. En general, este planteamiento sirve de introducción a muchas obras del mismo palo. Algunas pasan rápidamente esta etapa (Soul Eater, 2003-2013), con un par de misiones donde presentan los conceptos clave y los personajes principales de su universo; y otros se toman su tiempo (D. Gray Man, 2004), con la posibilidad de que lo retomen un tiempo tras acabar un arco relevante. Obviamente, Bleach pertenece a la segunda categoría.

Al igual que muchos mangas que dan sus primeros pasos, Bleach opta por una aproximación humorística. Aunque muchos lo intentan, el humor no es un aspecto que despunte en la mayoría de nekketsu como, por ejemplo, Kimetsu no Yaiba (2016-2020). Contra todo pronóstico, Tite Kubo brilla entre sus pares. Una de las claves de su triunfo radica en su elenco de personajes, que por muy extenso que sea está repleto de individuos carismáticos cuyo comportamiento exagerado y particularidades conectan bien con el lector. De ejemplos vamos servidos, aunque podemos citar a algunos compañeros de clase como Chizuru Honsho, la lesbiana agresiva; o Keigo Asano, el amigo pardillo. Su química con otros personajes tiende a ser bastante notable, con Ichigo normalmente haciendo del payaso serio que aguanta la hiperactividad o chaladuras de otros personajes como Don Kanonji o Isshin. Otra cualidad de su humor está relacionada con el grado de ocurrencias del autor, quien despliega gran inventiva elaborando diálogos e ideando acciones y reacciones. Un ejemplo son las interacciones entre Ichigo y Don Kanonji donde la teatralidad y la vanidad inconsciente del segundo ponen de los nervios al héroe y le sacan reacciones tan hilarantes como “Me lo cargo. Se rifan tortas y está comprando todos mis números”.

Las interacciones entre personajes son muy cómicas

Una cuestión que nos interesa destacar, sobre todo al tener en cuenta la evolución del autor a lo largo de tantos años, es la ilustración del manga. Como punto de partida, los diseños de personaje son lo que más llama la atención. Si bien el estilo actual de Kubo ha mejorado en múltiples aspectos, el autor coincide en presentar un grupo de individuos de cuerpos generalmente delgados y estirados, sobre todo el torso y las extremidades. Su complexión física no es muy musculosa, excepto cuando le interesa destacarlo en viñetas grandes. Otro rasgo son sus mandíbulas angulares, que dibuja de la misma forma para hombres y mujeres. Una curiosidad es que su vestimenta es sencilla, pero en numerosas portadas aparecen con trajes y ropa elegante y llamativa, siguiendo las tendencias de la industria de la moda. En particular, aquí se decanta por un estilo urbano y rebelde. En términos de composición, el mangaka sigue el estándar de la Shōnen Jump al estructurar muy rígidamente cada página en viñetas verticales y horizontales con espacios delgados entre ellas. Los dibujos suelen permanecer confinados dentro del recuadro, si bien con asiduidad alguno de ellos tenga una apertura cuyo límite sea la propia página. Utiliza de 5 a 7 viñetas por página en la mayoría de las situaciones, pero en momentos clave de la acción reduce el conjunto a un panel muy grande acompañado de 1 o 2 más pequeños. Una costumbre suya es emplear tres paneles horizontales en la primera página de un arco argumental en desarrollo. Para acabar, hay que señalar su característico uso del negro, con el cual expresa en varios paneles horizontales los pensamientos del protagonista en determinadas ocasiones.

3. Los vínculos familiares como el motor del conflicto

El elenco de personajes, por cierto, está formado por el extenso grupo de compañeros de clase, amigos y familiares del protagonista. Un grupo de miembros muy coloridos que habitualmente se limitan a participar en calidad de personajes cómicos o víctimas de los conflictos ante la ausencia de poderes que les permitan luchar. Una contrariedad que resultará más evidente después con Tatsuki, Karin y Kon, los secundarios de mayor peso en la obra tras el grupo de Ichigo. Desde una óptica positiva, sin embargo, su presencia es una ventaja para enfatizar la importancia de la vida diaria de Ichigo, sea con sus amigos en el colegio o con sus familiares en el hogar. Aunque no participen directamente en los conflictos, ellos participan en los principales eventos: la persecución del periquito, el aniversario de la madre, la sesión de espiritismo, etc. Algo que se echa de menos en otros nekketsu, donde el círculo familiar y estudiantil queda totalmente desdibujado. En muchas mangas, por ejemplo, los padres no son más que decorado de fondo a los que no te has adherido emocionalmente.

El personaje central de este conjunto es, por supuesto, Ichigo Kurosaki. Nuestro protagonista se distancia un poco del prototipo de héroe de la Shōnen Jump en la medida en que no concuerda con algunas de sus características: excentricidad, glotonería, pasión por la lucha, etc. Es decir, no podemos compararlo con un Naruto, Luffy o Goku. Una comparación más cercana sería Yusuke Urameshi (Yu Yu Hakusho), ya que si bien Ichigo no es un tanto un gamberro al que le gusta meterse en peleas es un estudiante problemático de carácter huraño cuyo motor principal en sus acciones es la protección de sus seres queridos. Otros rasgos suyos le aproximan a ese modelo clásico de héroe. Véase ser impulsivo o infantil. Sin embargo, Ichigo se presenta más maduro y centrado, haciéndolo distinto a otros protagonistas populares.

Esta primera saga explora diversas cuestiones de Ichigo entre las que sobresalen la muerte de su madre y su crecimiento como Shinigami. La primera nos lleva al mejor arco de la primera etapa, donde se ahonda en el sentimiento de culpabilidad de Ichigo por fallar en su misión de proteger a alguien y “provocando” la muerte de su madre en el proceso. Esta historia es más que notable no solo por permitirnos conocer mejor el porqué de su carácter protector y el fuerte lazo que mantiene con su familia sino porque Kubo consigue narrar esta historia con mucha sensibilidad. Por si fuera poco, la conclusión tras la victoria contra el Grand Fisher refuerza los deseos de Ichigo de convertirse en un mejor Shinigami capaz de proteger a más gente. La segunda cuestión, en cambio, no me fascina. El progreso del protagonista como Shinigami cumple en lo que respecta al aprendizaje de sus labores y la consideración por las vidas ajenas —en particular, porque los conflictos tienden a implicar cuestiones familiares—. Por el contrario, su crecimiento como guerrero es irregular. El autor no plantea una línea de progreso donde observemos avances perceptibles. En el primer episodio destaca la importancia del potencial de Ichigo, pero la idea se queda en el cajón hasta el combate con el Menos Grande. Aquí empieza la idea de aprender a emplear su poder latente (energía espiritual).

El arco que mejor explora al protagonista desde un punto de vista personal

A continuación, está la deuteragonista: Rukia Kuchiki. Ella es la principal compañera de Ichigo, ejerciendo de guía y apoyo en el oficio de Shinigami. Su papel es importante porque le explica todo lo que hay que saber, aconseja sabiamente, suministra las herramientas necesarias, gana tiempo frente al enemigo, etc. Es decir, tiene un rol bastante activo. Es una lástima que hasta la saga de los Arrancar no sea indispensable en las batallas por su inoperancia al pelear. De otro lado, es un personaje carismático y humorístico tal como se desprende de sus interacciones con Ichigo, al que llama “descerebrado”; y sus compañeros, actuando como una “niña buena”. Su carácter también resulta particular, sea por explicar diversas cuestiones usando sus pésimas ilustraciones o sea por su falta de adaptación al mundo real. Sin embargo, Rukia es un mejor personaje que otros con funciones similares. Por ejemplo, Botan (Yu Yu Hakusho), aunque apreciada por el público, ocupaba una posición secundaria y estaba vacía de conflictos personales. En cambio, Rukia es un personaje al que se le presta más atención a nivel humano, sobre todo por el fuerte vínculo con Ichigo y la conflictiva relación con el capitán de la 6ª división —abordada en el arco siguiente—.

Los miembros restantes del grupo principal son Inoue Orihime, Chad y Uryu Ishida. Los dos primeros no colaboran directamente con Ichigo porque están adquiriendo sus poderes y no son conscientes del mundo espiritual que les rodea. A diferencia de Chad, no obstante, Orihime es uno de los mejores personajes de la saga. Orihime es tremendamente cómica por su alocada imaginación y extraños gustos culinarios. El joven fuerte y silencioso solo brilla en sus interacciones con Rukia y Karin cuando está luchando con los Hollow. Desde una visión personal, las relaciones principales de Orihime son exploradas extensivamente. Sea su mejor amiga o su hermano mayor. Orihime es tan buen personaje que logra tener la oportunidad de vencer al Hollow por sí misma, sin ser ayudada por el héroe. En cambio, el solitario Chad no interactúa mucho con otros individuos y se le empareja con los que no tiene una relación estrecha. Por último, Ishida constituye el rival que a pesar de los roces sigue siendo un aliado confiable. Aunque a simple vista parece un chico serio, Ishida sigue siendo un personaje divertido por su cabezonería y habilidad de costurería. Al igual que los otros dos tiene su trasfondo, pero vamos a tocarlo en la próxima saga.

Cuando prestamos atención a los elementos comunes en los conflictos personales de Bleach destacan dos aspectos. Por una parte, está la importancia de los vínculos familiares que Tite Kubo ilustra en numerosas relaciones: Ichigo y su núcleo familiar, Orihime y su hermano, Shibata y su madre, Chad y su abuelo e Uryu y su abuelo. La muerte de aquellos seres queridos con los que mantienen un lazo afectivo tan fuerte tiende a ser el motor de los conflictos. Un ejemplo es el hermano mayor de Orihime, que al morir no pudo dejar este mundo y se convirtió en Hollow. Por otro lado, está la culpa que les corroe a raíz de la interpretación equivocada que hicieron ellos de sus acciones y palabras. Volviendo al caso de Orihime, el hermano mayor malinterpretó su intento por ser feliz —la amistad con Tatsuki y los sentimientos románticos por Ichigo— como una forma de olvidarle en vez de no querer preocuparle con su soledad. Como podemos observar, el tratamiento del tema familiar es consistente y reiterado a lo largo de la saga, aunque de vez en cuando se interese en otras relaciones personales. Es una lástima que el autor no fuera más ambicioso y construyera algo más con este tema.

4. Conclusión

La Saga del Shinigami Sustituto es un arco argumental que, a pesar de la indiferencia con la que es tratado por muchos de sus fans, se eleva hacia una posición muy digna dentro del conjunto de sagas que forman el manga de Tite Kubo. El planteamiento de Bleach sigue los pasos de otras obras del medio, pero desde un principio aporta algunos alicientes realmente poco comunes. Desde un minucioso examen de la naturaleza de los Hollow, los espíritus malignos que amenazan el barrio de Karakura; hasta la creación de su atípico protagonista, que supone un soplo de aire fresco en una revista poblada por individuos enérgicos con poco sentido común. En la misma línea, el autor también ha sido capaz de crear un elenco de personajes repleto de carisma cuyas acciones y diálogos son ingeniosos y ocurrentes. Con todo, esta primera saga no se libra de algunos defectos. Uno de ellos es su falta de dirección, expresada en la escasa continuidad entre misión y misión. Otro muy perceptible se refiere a la progresión accidentada del Shinigami, que no interesa mucho al autor hasta el cambio de planteamiento. Sin embargo, tal vez es la falta de ambición lo que no impulsa a esta saga de Bleach a llegar más lejos en la memoria de los fans. De cualquier forma, esta segunda lectura me demostró que el inicio de Bleach es más sólido de lo que mi frágil memoria recordaba.

Calificación: 7

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