En esta ocasión, el artículo que hoy nos ocupa tendrá por objeto una cuestión diferente: el análisis audiovisual y narrativo de una secuencia. Con secuencia, por cierto, me refiero a la sucesión de escenas que implica cambios de espacio y tiempo pero, sobre todo, constituyen una unidad dramática propia. Tal como señala el título de la entrada, la animación elegida es Code Geass (2006-2008), en concreto la secuencia está en el episodio 25 de la segunda temporada. Code Geass siempre ha sido una de mis obras de ficción favoritas, aunque con el paso del tiempo se han añadido opiniones favorables y desfavorables sobre la serie. De cualquier manera, esta obra continúa estando en mi lista de favoritos por lo que merece un espacio en mi blog.
Como punto de partida, la secuencia es la parte que finaliza el conflicto entre el emperador Lelouch vi Britannia y el segundo príncipe Schneizel el Britannia, que se disputaron el dominio del mundo en una última batalla entre potencias político-militares. El ganador, por supuesto, es nuestro protagonista, quien logra hechizar a Schneizel, arrebatar el control del interruptor de las bombas FLEIJA y apoderarse de la fortaleza flotante Damocles. En un paralelismo con el ajedrez, el soberano ha capturado a las piezas clave y puesto fin a la partida con un jaque mate.
Ahora bien la secuencia que concluye la confrontación bélica quiere teatralizar y ensalzar la victoria, engañando al público (real y ficticio) que está viendo o escuchando la transmisión del anuncio. Todo por el bien del plan: el Réquiem de Zero. La construcción de la secuencia, fruto de la dirección de Goro Taniguchi y los responsables de la serie, no pasa muy desapercibida ya que utiliza un lenguaje audiovisual clásico en términos de movimiento de cámara (tilt up y zoom) y ángulos de planos (contrapicado). Lo mismo con los símbolos que utiliza, aunque evidentes por la convivencia prolongada entre el espectador y la serie. De cualquiera manera, muchas personas (incluyéndome a mí en el pasado) colocamos esta secuencia entre nuestras favoritas de la serie pero no hemos comprendido las causas detrás de su virtud. Es decir, son conscientes de su grandeza pero no del mecanismo que lo explica. Afortunadamente, me dispongo a hacerlo. Prometo no extenderme, ya que solo dura alrededor de 75 segundos.
Para empezar, la secuencia abre con la explosión de una bomba FLEIJA mientras C.C. y Kaguya se hallaban en plena conversación. Una forma coherente, pero también apropiada para llamar la atención de la declaración del ganador. A continuación, surge una imagen donde Lelouch anuncia su presencia desde el Damocles. Aquí la figura del emperador está muy destacada, con una angulación de contrapicado, que emplea un tilt up, es decir, movimiento de cámara de abajo a arriba, en el que busca transmitir dominio, poder y superioridad. Al conjunto también añade efectos de enfoque y desenfoque, focalizando primero la atención en el interruptor de FLEIJA y segundo en el cuerpo y el rostro del propio soberano. La respuesta inmediata son las reacciones de miembros de la Orden de los Caballeros Negros, que exhiben incredulidad ante el uso del FLEIJA en un montaje rítmico en relación a sus reacciones. Musicalmente, por cierto, toda la secuencia está acompañada por el icónico tema 'The Master'.
Una vez hecha esta pausa, Lelouch retoma su discurso triunfante explicando a los incrédulos que se ha hecho con el control del Damocles y el interruptor del FLEIJA tras la rendición de Schneizel. Lo más interesante es la composición de la imagen. Aquí se realiza una división entre arriba, el cielo despejado donde localizamos en el centro el Damocles; y abajo, el cielo nublado que parece arremolinarse en torno al castillo. Esta composición, acentuada por el tilt up, también indica la lejanía de un Damocles aparentemente inalcanzable, y, por tanto, la incapacidad de sus enemigos de llegar hasta él para derribarlo. Una segunda prueba de su victoria.
Posteriormente, la imagen sufre un efecto de desvanecimiento y pasa a otra en la que Lelouch mantiene el lugar central que tenía el Damocles. El monólogo del emperador continúa, subrayando que el mundo es suyo, que ya no hay enemigos reales y que aquel que se le oponga recibirá a cambio una bomba FLEIJA. Aquí Lelouch está situado en un mapa mundial proyectado en en el suelo, justo en el mar Pacífico entre los continentes asiático y americano para simbolizar que se coloca en una especie de centro mundial y domina ambas superpotencias. El zoom in, por supuesto, refuerza aún más la relevancia de la figura del vencedor en detrimento de los vencidos, que están a ambos lados del cuadro: a la izquierda, un Schneizel hechizado de pie; a la derecha, el subordinado de rodillas en el suelo.
Esta escena termina con un primer plano del nuevo soberano, que abre paso a las reacciones del mundo que está escuchando o viendo la transmisión. Entre ellas destacamos a Rivalz llevándose las manos a la cabeza, el rostro de Ougi fuertemente impresionado y las posteriores miradas de preocupación y espanto de la población en todo el mundo. A esto le sigue un montaje rápido que expone distintas pantallas, de menor o mayor tamaño, con un primer plano atemorizante del rostro del emperador. Este montaje termina con un imponente rey negro, efecto logrado gracias a un ligero contrapicado y al cielo rojo que tiene de fondo. Como bien sabemos, el rey negro solo puede representar a Lelouch, quien siempre juega con las piezas negras. Otro forma de simbolizar su victoria.
Finalmente, tras las reacciones del pueblo, la imagen vuelve a la sala de control donde el emperador escenifica el acto mágico del Geass recitando las palabras "¡Mundo, obedéceme!", pero también realiza la clásica pose que utiliza al emplear su poder ocular. Aquí la cámara (ficticia) está dirigida por el movimiento del brazo y el de la mano, con una composición final que enfatiza el tamaño de la izquierda y el del dedo índice. Como reacción a esta actuación, el mapamundi, como si fuera el sistema nervioso de una víctima hechizada, genera una fuerte luz y cambia el color de un azul a un púrpura. El mundo ha quedado finalmente bajo la magia del protagonista. Como punto final, los esclavos y los servidores del rey (entre ellos Orange-kun) vitorean con un inolvidable 'All hail, Lelouch!'. Sin lugar a dudas esta secuencia demuestra que, a pesar de la condición de montaña rusa de la serie, Code Geass cuando hace algo bien lo consigue y va más allá.
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