Reseña: Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru


Sinopsis

Wakana Gojou es un estudiante de preparatoria singular: su inquietud vital está relacionada con la fabricación de muñecas Hina, especialmente la confección de ropa. Por desgracia, nuestro protagonista esconde su pasión a todo el mundo (con la excepción de su abuelo). El rechazo sufrido en el pasado le ha hecho pensar que su entorno ridiculizaría su afición. Como efecto de este aislamiento, Gojou tiene dificultades para comunicarse y abrirse hacia los demás. No obstante, y como si hubiera caído del cielo, Marin Kitagawa, una de las chicas más populares de la clase, descubre por casualidad esta inclinación suya por las muñecas Hina. A diferencia de lo que pensaba, Marin no se burla de él sino que valora positivamente su dedicación y le muestra, a cambio, el proyecto de cosplay que estaba realizando. Gojou observa que las habilidades de costura de Marin están muy por debajo de lo que necesita para terminarlo, por lo que Gojou agradecido por sus palabras anteriores decide ayudarla con él. Lo que no esperaba, sin embargo, es que este primer proyecto sería el inicio de una relación de amistad y la apertura hacia otras experiencias maravillosas.

Introducción

Uno de los mayores éxitos de la temporada de invierno 2022 fue Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru (2022), adaptación del manga de Shinichi Fukuda que ha estado en manos del muy célebre estudio CloverWorks (The Promised Neverland, 2019; y Wonder Egg Priority, 2021). La obra en cuestión es una comedia romántica que recurre a la figura omnipresente de la pixie girl, es decir, el clásico modelo de personaje femenino definido por ser una joven atractiva de características excepcionales que entra en la vida de un chico más normal cuya fortuna en el ámbito personal y afectuoso hasta entonces había sido desdichada. No obstante, la mujer elegida no es un ningún alien o dios como Lamu (Urusei Yatsura, 1981-1986) o Belldandy (Oh My Goddess!, 1993) sino el tipo de personaje que se ha puesto de moda durante el último lustro: la gal (gyaru) y sus semejantes.

Para aquellos que no lo sepan, el término gyaru hace referencia a un grupo formado mayormente por mujeres que pertenecen a una subcultura o tribu urbana caracterizada por un estilo de vestir y moda no convencional. Si bien hay muchos subclases dentro de los gyaru echemos un vistazo a Marin: cabello rubio teñido y mechas, lentillas rosas, pestañas largas, sombra de ojos, piercing en la oreja, anillo en el dedo, camisa atada a la cintura y mangas remangadas, falda corta y bolso con múltiples accesorios. Seguro nos dejamos algún detalle, pero la idea es que el estilo de moda gyaru es agradable y llamativo para un sector relevante del público. Un hecho al que contribuye su representación en el manganime, donde su estigma como delincuente ha sido desplazado por la imagen de una muchacha afable y encantadora.


En los últimos tiempos, los planteamientos románticos que apuestan por una gyaru protagónica narran historias más cotidianas y relajadas donde no tienen cabida las competiciones del género harem o la tensión dramática consustancial a los triángulos amorosos. Es decir, lo que prima es un relato centrado en la pareja protagonista, con un elenco reducido de secundarios que no estorba sino que complementa o apoya al dúo de enamorados. En resumen, Gojou y Kitagawa son el centro alrededor del cual vamos a girar. Aprovechamos entonces para presentarlos e introducir la sinopsis.

Pareja romántica: Wakana Gojou y Marin Kitagawa

Como punto de partida, el personaje de Wakana Gojou se distingue del clásico perdedor sin suerte en el amor y otaku que solo destaca en los videojuegos o el dibujo. Hablamos un chico apuesto, responsable y trabajador que se dedica en cuerpo y alma a su gran pasión: la fabricación de muñecas Hina. Una afición y cualidades que desarrolló al admirar el trabajo profesional de su abuelo y sus consejos. Por desgracia, oculta su pasión debido a un doloroso rechazo de la niñez, pensando que su entorno no la aceptaría y lo ridiculizaría al saberlo. Como efecto de este autoaislamiento, desarrolló carencias en su capacidad comunicativa y asertividad, especialmente con las mujeres. Por tanto, nunca ha tenido amigos ni novia. Un punto que, en esta ocasión, lo asocia con otros protagonistas. Sea por sus reacciones (nervios, rodeos, sonrojos o sudores) o su excesiva formalidad, con esa constante de pedir permiso, agradecer y disculparse todo el tiempo.

Afortunadamente, y como si hubiera caído del cielo, Marin Kitagawa aterriza en la vida de Gojou. A diferencia de él Marin pertenece a la cúspide de la pirámide social. Muchos adjetivos lo explican: alegre, amable, directa, extrovertida, guapa, optimista, vivaracha, etc. Muchos somos atraídos por dichas cualidades, pero ella también gana nuestro apoyo gracias a su carácter espontáneo y parlanchín, capaz de estallar de felicidad y bromear con una rapidez pasmosa. Virtudes que el anime potencia mediante su expresividad facial y lenguaje corporal, por lo que no es de extrañar su posición como «waifu de la temporada». Para algunos, no obstante, el factor que la convierte en la novia ideal es ser otaku. De hecho, es una auténtica nerd que ama los mahō shōjo, juega a multitud de eroges y disfruta con el cosplay. Según ella, «a través del cosplay puedes mostrar lo mucho que amas a un personaje». Y, por supuesto, no reniega socialmente de todo lo que le gusta.


Aparentemente, no tienen nada en común pero Marin, por casualidad, descubre esta inclinación suya por las muñecas Hina y su reacción es positiva, alabando su habilidad y dedicación. Como agradecimiento, Gojou decide ayudarla con su proyecto de Shizuku, el primer personaje del que intenta hacer cosplay, aunque no es el único en que participará. El planteamiento, por tanto, resulta fácil de enunciar: nuestro fabricante de muñecas confeccionará los trajes y vestidos que Marin le irá proponiendo al tiempo que ambos desenvuelven un vínculo romántico y disfrutan de nuevas experiencias que les enriquecerán a nivel personal y profesional.

Creatividad hilarante

Desde una óptica humorística, su amistad inaugura una relación donde las ocurrencias de Marin y las torpezas de Gojou son el pan de cada día. Por lo general, los momentos estrella involucran situaciones eróticas donde Gojou se encuentra incómodo, al punto del infarto, ante los espectáculos protagonizados por Marin. Aquí, por supuesto, hablamos de cuando el sastre tiene que tomarle las medidas (cap. 2), cuando experimenta un sueño húmedo donde Marin-Shizuku se muestra dispuesta a complacerlo (cap. 3) o cuando debe bajar la cremallera del vestido y secarle el sudor de la espalda (cap. 5). Otras situaciones recurrentes incluyen a Marin hablando por los codos y sin pudor alguno de sus obras y personajes de ficción favoritos (algunos muy turbios), ante la incredulidad y seriedad del pobre Gojou; o Marin preocupándose de pequeños detalles de su imagen personal (por ejemplo, sus lentillas), ignorando que ella expone algo mucho más vergonzoso al, por ejemplo, desvestirse delante de su amigo.

El compendio de situaciones que hemos comentado entra perfectamente en el catálogo de tópicos del género, por lo que muchos clamarán que es lo mismo de siempre. Sin embargo, el anime juega bien sus cartas gracias a la creatividad de la animación. Ejemplos de dicha inventiva en los segmentos destacados son la diversidad en la expresión, la atención al lenguaje corporal, el empleo de graciosos efectos de sonido, el empleo inesperado de algunos temas musicales, la aparición oportuna del montaje o la narradora femenina, entre otros tantos que nos cuesta ubicarlos en categorías específicas. No alcanza las cotas de otros animes como Kaguya-sama: Love is War (2019-2022), pero supera a muchos de sus competidores y los momentos estrella que todos recordamos son un ejemplo a seguir de cómo desbordar al espectador con una tensión sexual inusitada.

Para demostrar esta tesis tomemos la escena del baño (cap. 6), es decir, el clásico momento en que el chico entra al baño por error cuando la chica está desnuda. Si bien no emplea el remate de la chica abofeteando al muchacho y llamándole pervertido, Gojou sin querer molesta a Juju al confundirla con una niña, enfureciéndose con él. En un giro yabukiano, Juju cae y le permite tener una visión completa del cuerpo femenino. La gracia, sin embargo, está en cómo ocultan dicho privilegio al espectador: las piernas abiertas se reflejan en el ojo de Gojou, pero su pupila cubre el punto clave. Por si fuera poco, esta visión inesperada activa un flashback con el abuelo que no solo nos confirma la ausencia de vello púbico de Juju sino que el poco conocimiento femenino del adolescente tiene su origen en las muñecas Hina.


Parte de la inventiva, sin embargo, no está tan al servicio del humor sino al de, perdonen el término, calentar al personal. Digamos que el personaje de Marin Kitagawa es una bomba en términos sexuales y la dirección del anime se encarga de potenciar esa imagen procedente del manga. Un vistazo a su diseño cuando se encuentra con poca ropa es suficiente, pero hay recursos específicos como la rojez en puntos clave (rodillas, pechos, ...), la piel tersa, el cuerpo carnoso, la lencería sexy o la tecnología de rebote (gainaxing) que explican su aptitud para despertar las pasiones de cualquier hombre (o mujer) en el público. Una cualidad que para algunos puede resultar incómoda, ya que la dirección se excede un poco en su objetificación de Marin.

El mundo del cosplay

Desde un enfoque dramático, el plato fuerte es el crecimiento personal de Gojou a partir de las experiencias surgidas en su labor de sastre y amigo de Marin. Como bien sabemos, el protagonista arrastra un estigma que le ha condicionado negativamente a la hora de compartir su pasión y forjar vínculos con otras personas de su misma edad. Aunque la famosa escena de la desaprobación (con un "Te odio" muy cliché) es muy convencional la situación expone un problema común en sociedades sexistas: la ridiculización y burla que sufren los hombres cuando toman interés por aficiones o profesiones tradicionalmente femeninas. De hecho, el propio Gojou llega a pensar que es casi un bicho raro y asume que "Mi presencia molestaría a los demás". Hecho que observamos en el capítulo 3 cuando Gojou cree que su compañía en público puede perjudicar a Marin y huye de ella hasta que acaban las clases.

Por suerte, la figura de Marin constituye una presencia favorable en su vida. Ella le invita a zambullirse de pleno en la subcultura otaku, explicándole sobre sus personajes, juegos y animes favoritos; y dándole la oportunidad de jugar sus eroges y visionar el anime de Flower Princess con ella. No obstante, todo lo anterior es un paso previo para la realización del cosplay, una actividad que no solo implica la confección del disfraz sino también la interpretación de un rol. Aquí junto a Gojou y Marin exploramos en un nivel técnico y emocional muchos de los aspectos y peculiaridades que definen al arte del cosplay.


En el ámbito técnico, la serie adopta un tono casi didáctico para exponer aquellas ideas sobre la confección del disfraz o la fotografía que permiten al cosplayer obtener los mejores resultados: compra de materiales, tiendas recomendadas, alquiler de estudio, edición de imagen, etc. Estas cuestiones van surgiendo progresivamente, sin constituir un aspecto central sobre el cual giren los episodios. En el ámbito personal, la experiencia del cosplay no solo les permite disfrutar del trabajo conjunto y el aprendizaje de todos los pormenores sino que interactúan con otros apasionados del oficio. Por ejemplo multitud de aficionados se interesaron por el cosplay de Shizuku en la primera convención a la que asistió la pareja. No obstante, lo más enriquecedor fue el encuentro con otra cosplayer como es Juju, quien usa el cosplay como forma de canalizar sus sueños de infancia: ser una mahō shōjo.

Al final, la idea subyacente de la obra muestra que el cosplay es un mundo donde puedes participar con tus amigos sin importar el género, la edad, la clase social o el tipo de cuerpo. Una revelación muy importante para el protagonista, quien siempre se ha sentido avergonzado y cohibido por no encajar en el molde tradicional que le dicta su sociedad. En el ámbito otaku, sin embargo, no es extraño que alguien coleccione figuras femeninas o haga crossplay (persona que se disfraza de un personaje del género opuesto). En este sentido, la confección de los disfraces de Marin y las hermanas Inui le sirve para destruir sus dudas e inseguridades, siendo además testigo de otras similares que los demás sufren al tener dificultades para materializar sus deseos interiores.

A pesar de que Gojou es el protagonista de este crecimiento personal, Marin también es partícipe del proceso en el que están inmersos. Que Marin levante su autoestima y le lleve por el camino de la aceptación no quiere decir que no se haya convertido en beneficiaria. Por supuesto, no se trata de disponer de un sastre que hace el trabajo duro gratis. En Gojou descubre un compañero con quien compartir sus aficiones y que se las toma muy en serio, en comparación a su grupo de amigas. De hecho, en el capítulo 3 le confiesa lo muy feliz que está por todo ello. Lo curioso, sin embargo, es que llega a desarrollar muy rápido sentimientos amorosos en vez de ser el protagonista quien lo haga primero. Si bien no constituye ninguna novedad que el personaje femenino sea el enamorado llama la atención que no actúe de forma tsundere: lo acepta inmediatamente y el anime muestra sus pensamientos románticos con toda naturalidad. Ojalá lo conquiste pronto.

Conclusión

En conclusión, Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru es una comedia romántica con toques muy picantes que sin resultar imprescindible debería figurar entre las principales recomendaciones del género. Sin duda, una de sus virtudes radica en el excelente trabajo audiovisual de CloverWorks, que sobresale por su dirección ingeniosa y el character acting en los segmentos clave. La dimensión audiovisual, sin embargo, no sirve únicamente a los espectáculos de índole sexual y humorística liderados por Marin, aunque sean la razón por la cual tantos hemos apostado por la serie. La travesía de Gojou y Marin por el universo del cosplay y su evolución personal siguen siendo una parte esencial. Esencial porque Gojou aprende a ser él mismo y no asumir una identidad tóxica. Y valga como ejemplo, de lo maravilloso del viaje, la metáfora de la playa: Gojou se acerca al límite del agua persuadido por Marin, aceptando su invitación de conocer todas aquellas experiencias que le reserva la vida.

Calificación: 7


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9 Comentarios

  1. Buenas tardes,
    Creo que en tus ultimas líneas enfocas muy bien el eje de la obra a través de la escena en la playa, sin duda y más allá de ser cosplay o muñecas Hina el valor de la serie esta en dar valor a disfrutar las pasiones y vivirlas sin miedo. Igual resaltaría la idea de que ambos e complementan y como bien dices, uno no reina ni abusa sobre el otro sino que avanzan entre los 2, haciendo de su romance algo mucho más entretenido de ver...

    En fin, poco más que aportar a tu gran texto.
    Gracias por el y saludos Jubei!

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    1. Gracias por comentar, me alegra que coincidamos.

      Saludos

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  2. Yo quisiera saber como siempre hacen las romcom para atraer toda la atención de la gente?

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    1. Pues, en mi opinión, el magnetismo radica en la posibilidad de experimentar un romance idealizado y entretenido donde una chica carismática y atractiva interactúa con un chico corriente. Supongo es una fantasía que a la mayoría nos tienta demasiado para ignorarla, aunque persistan en sus tópicos.

      Saludos

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  3. @Jubei Kibagami jamas he sentido ningún tipo de apego, empatía, ni gusto de estar en la posición de esos protagonistas insulsos.

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    1. Yo no los llamaría a todos insulsos porque hay muchas excepciones, pero como he dicho a la mayoría le gusta. No necesariamente a todos, como es tu caso o de otras personas, les van a gustar.

      Saludos y que pases buen día

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  4. Aunque no lo sean siguen siendo muchísimos más aburridos en comparación a los personajes femeninos. Pero eso poco importa porque la mayoria del publico es masculino que muy probablemente le va a gustar porque apuntan directamente a estos, pero mira tu cuando les quitan su self-insert y perderan completo interés y se sentirán como si les apuñalaras por la espalda como ha ocurrido con cierto anime en transmisión que pretendía ser una fantasía de poder común... para que luego no estén diciendo que la representación en anime no es importante cuando la verdad siempre la han tenido, pero no se dan cuenta.

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  5. Hola me gusto mucho tu contenido enfocado al cosplay, si tienes tiempo me alegraría mucho que pasaras por mi blog en especial en este artículo que habla del mundo del cosplay de forma más extensa: https://www.reviewsdeotakus.site/2022/02/todo-lo-que-debes-saber-cosplay.html

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    1. Gracias por comentar. Me pasaré por tu página.

      Saludos

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