Reseña: Pokémon 2 - El poder de uno

Equilibrio roto

Sinopsis

Ash, Pikachu y sus amigos continúan su viaje por el Archipiélago Naranja hasta que un temporal repentino les sorprende y desvía hacia la isla de Shamouti. Aquí se encuentran con un grupo de locales, entre ellos una chica rebelde llamada Melody, celebrando un festival que gira en torno a la leyenda del lugar. De acuerdo con el relato, el equilibrio del mundo está en manos de tres aves legendarias: Articuno, Zapdos y Moltres. Cuando el equilibrio sea amenazado surgirá un "Elegido" encargado de restaurar dicho orden con el apoyo del guardián del mar: Lugia. Esta leyenda, sin embargo, pronto se materializa en la realidad: Lawrence III, un coleccionista que ansía añadir a Lugia a su colección, captura a Moltres con el consiguiente desajuste del clima mundial. De otro lado, Ash parece ser el Elegido que debe revertir este desastroso cambio. ¿Será capaz de lograrlo?

Trama y Desarrollo

Una de las experiencias más conocidas que ofrece la franquicia de Pokémon son sus películas, cuyos nuevos estrenos surgen cada año en las carteleras japonesas. La mayoría de aficionados de las primeras generaciones afirman que el mejor filme, o por lo menos su favorito, es el primero: Pokémon: La película (1998). No es de extrañar porque se trataba de la primera vez que Pokémon adoptaba forma cinematográfica. La impresión que dejó Mewtwo en los fans también fue de primer orden, con un Pokémon alejado de modelos anteriores vistos en la serie de TV. A pesar de todo, un servidor se decantó por aquella que le seguía. 

Pokémon 2: El poder de uno (1999) es la segunda integrante de este grupo, dirigida por Kunihiko Yuyama y producida por OLM. La obra contiene los elementos presentes en todos los filmes de la franquicia: Pokémon Legendarios, calamidades y desastres, leyendas, montajes musicales, breves romances, ... De hecho la fórmula es una de las más repetidas por sus sucesoras: Ash y sus amigos llegan a un nuevo lugar (Isla Shamouti) en el cual coinciden con el nuevo antagonista (Lawrence III). Él desea apoderarse de un Pokémon Legendario sobre el cual existe una leyenda (Lugia). No obstante, sus razones egoístas (ampliar su colección) causan inconscientemente un desastre que amenaza al mundo. Este esquema se repetirá en Pokémon 4ever: La voz del bosque (2001), Héroes Pokémon: Latios y Latias (2002) y Pokémon: Jirachi y los deseos (2003). 

En esta ocasión, la misión principal de Ash consiste en superar una prueba en la cual debe obtener las tres esferas que guardan los pájaros legendarios para devolver el mundo a su paz anterior. El periplo constituye una experiencia apasionante y entretenida donde el protagonista y sus compañeros tienen que hacer frente a varios obstáculos, destacando al persistente antagonista y las bestias desbocadas. Por un lado, Lawrence III, definido por su carácter elegante y obsesión por coleccionar objetos y criaturas valiosas, se encarga de ser el dolor de cabeza en la primera mitad. Su fortaleza voladora y tecnología de captura fueron una sorpresa. Por otro lado, los pájaros se ocupan de impedir la obtención del último tesoro, actuando como seres destructores cuya actuación conjunta y grandes poderes hacen necesario el apoyo de sus aliados. Todo ello bajo la amenaza de un apocalipsis marítimo inminente, donde las aguas del océano cubrirán el planeta si los héroes fallan. Estas dificultades sirven de pretexto para generar grandes escenas de acción como la arriesgada navegación por el mar embravecido o el combate en solitario de Lugia contra los titanes alados.

Por el contrario, la contribución de los personajes a la resolución del conflicto es desigual. Como punto de partida, ninguno exhibe conflictos personales que el filme relacione con la temática tratada. Algunos como Ash, Lugia o Melody tienen una función evidente con la que cumplen, pero otros forman parte de los que nada o poco han hecho. Un primer grupo lo constituyen los amigos de Ash, donde Tracey es asimilable al decorado de fondo y Misty es forzada para una cuestión amorosa de carácter trivial. Este conflicto romántico consiste en exhibir los celos y el enfado de Misty cuando Melody sugiere que Ash es su novio. Aunque es cierto que Misty tiene sentimientos especiales, la cuestión tiene el mismo desarrollo que en la serie: ninguno. Otro grupo del que se esperaría algo son los Pokémon que asisten (al estar en sintonía con la naturaleza) para "ayudar" al Elegido, pero que se limitan a quedarse como espectadores. Un grupo que sí sorprendió fue el Team Rocket, que si bien tiene una función cómica su intervención resultó significativa para conseguir la última esfera.

Un papel que merece la pena examinar es el de los "Elegidos": Ash y Lawrence III. Ninguno de ellos logra ser el "Elegido" de forma convincente, aunque sus circunstancias son distintas. La elección de Ash se podría decir que surge por coincidencia, como resultado de ser el único entrenador Pokémon presente en Isla Shamouti y reconocido por Melody para realizar la prueba ritual. En realidad, Ash no era el único entrenador, aunque sí el único interesado en hacerla porque Misty y Tracey pasan de todo. El problema es que el bueno de Ash es convertido en el auténtico "Elegido" de la leyenda por el simple hecho de que en el poema se menciona "ceniza", que es lo que significa Ash en inglés. ¿No se les ocurrió nada mejor? Lawrence III tampoco sale mejor parado, ya que posee el síndrome del villano incapaz de ver la destrucción causada por sus acciones. Él cree ser el "Elegido" porque malinterpretó el significado del poema. Aunque hay que echarle imaginación para llegar a esa conclusión, este debió percatarse del error luego de ver cómo el clima mundial estaba cambiando bruscamente. Echo de menos, por cierto, una confrontación directa entre los puntos de vista de los "Elegidos".

Una última cuestión a abordar es la ambientalista, que sin exudar brillantez debe ser comentada. El mensaje se podría resumir a que la arrogancia y avaricia humana pueden causar el desequilibrio natural de nuestro planeta. La idea del equilibrio ecológico es una tesis que se repite en ficción, destacando entre sus partidarios a El rey león (1994). Aquí, sin embargo, la obra no presta mucha atención al equilibrio más allá de que este depende de la convivencia armoniosa entre los pájaros legendarios Moltres, Zapdos y Articuno. En vez de ello se centra en los efectos del desorden, con el tiempo atmosférico y los Pokémon comportándose alocadamente para así ir dibujando un cuadro apocalíptico en el que se avecina una catástrofe mundial donde todas las tierras emergidas serían hundidas por el incremento del nivel del mar y el clima se distinguiría por su perpetua inestabilidad y hostilidad. Una representación sobreacogedora de lo que podría ser nuestro futuro, pero sin ninguna visión o aporte nuevo que redunde en la cuestión ambiental.

En resumen, Pokémon 2: El poder de uno, de la misma forma que el resto de la filmografía, se perfila como una experiencia intensa destinada al entretenimiento de su público. El filme nos regala una emocionante prueba donde el valor y la habilidad de Ash son puestas a prueba junto a otras muchos momentos entre las que cabe destacar el festejo musical del final, motivo de recuerdo para la mayoría de fans de la franquicia. Sin embargo, la película exhibe las mismas imperfecciones achacables a cualquiera de sus predecesoras y sucesores, sea la excesiva conveniencia que permite habilitar la continuidad del relato o la superficialidad temática acerca de la cuestión medioambiental. 

Calificación: 6