Análisis: El Castillo en el Cielo


  • Año: 1986
  • Duración: 120 minutos
  • Estudio: Studio Ghibli
  • Género: Aventuras, Comedia, Drama, Fantasía

El mal uso de la tecnología 

Sinopsis

En cierto pueblo minero donde la extracción de la plata cada vez resulta más complicada vive el joven Pazu, un huérfano que trabaja ahí desde la muerte de su padre. Un día, mientras estaba en medio de la jornada laboral, el chico se da cuenta de que una niña está cayendo del cielo, pero al acercarse nota que está flotando. A pesar de lo extraño de la situación, Pazu decide recogerla y llevarla a su casa. Una vez despierta, la chica se presenta con el nombre de Sheeta y le cuenta que un grupo de piratas y unos agentes del gobierno están persiguiéndola. La razón se halla en una piedra mágica, heredada de generación en generación en su familia y capaz de señalar el lugar donde se encuentra la isla flotante de Laputa. Esta isla en el cielo parece esconder un poder antiguo y destructivo, tal vez pudiendo hacer temblar el mundo entero si alguien desentraña sus secretos. ¿Podrán Pazu y Sheeta impedir el plan de estos malvados?

Introducción: influencia decimonónica y acción de altos vuelos

El 15 de junio de 1985 se fundó Studio Ghibli, considerado por la crítica especializada y el público conocedor de su filmografía como uno de los mejores estudios de animación del mundo y la historia. Este fue fundado originalmente con la intención de regresar el anime a los más jóvenes, ya que desde finales de 1960 la edad del espectador había crecido progresivamente hasta modificar las tendencias del género. Su ambiciosa meta no ha transformado el panorama, pero por lo menos Studio Ghibli dejó un legado envidiable. Entre sus películas, el primer largometraje producido es aquel que nos compete: El Castillo en el Cielo (1986). El responsable fue Hayao Miyazaki, la principal figura del estudio junto al fallecido Isao Takahata, quien ejerció funciones de dirección, guion y diseño de personajes. Miyazaki fue el creador de la idea original, aunque no es el único nombre importante porque Isao Takahata repitió en calidad de productor y Toshio Suzuki en el comité de producción. Veamos si pudieron hacerlo mejor que en Nausicaä del Valle del Viento (1984).

El Castillo en el Cielo es un título de aventuras cuya creación y desarrollo se explica gracias a dos fuentes. Una de ellas se relaciona con la literatura europea del género de aventuras y fantasía. En particular, Los viajes de Gulliver (1726), donde existe una isla del mismo nombre habitada por científicos locos que disponen de una avanzada tecnología; La isla del tesoro (1883), jugando con la idea de una isla desconocida que esconde un gran botín; y las obras de Julio Verne, destacando Robur el conquistador (1886). La otra se corresponde con la filmografía del propio autor, sobre todo Conan, el niño del futuro (1978). Prácticamente todos los personajes importantes de la serie del director tienen su reflejo en la película: Pazu y Sheeta están basados en Conan y Lana, que eran una pareja inseparable de amigos; Muska es un antagonista sin moralidad gris al igual que Lepka; y Dola y sus “hijos” toman prestado el carácter duro del científico Lao y la torpeza del capitán del Barracuda. Además, se usan retazos de otros trabajos suyos como el robot del capítulo 155 de Lupin III: Parte 2 (1977-80), que es casi idéntico a los robots soldados del largometraje.


El resultado de las influencias y los retazos de trabajos previos es la constitución de un universo que retrata una Gran Bretaña alternativa, previa a la Primera Guerra Mundial. Un proceso histórico que marca este período es la Revolución Industrial, evidenciada en la decreciente extracción de plata del pueblo minero en el que vive Pazu. Este lugar está dominado por un hermoso valle, inspirado en las minas de la región de Gales visitadas por Miyazaki, con sus sencillas viviendas, chimeneas, vías para el ferrocarril de transporte y canteras. Aquí vive una orgullosa comunidad de mineros y sus familias que se define por la solidaridad obrera, demostrándolo al ayudar a los niños contra los piratas. La ocasión permitió incluir un duelo de masculinidad entre el jefe de Pazu y un pirata grandullón, el cual resuelven a través de una graciosísima exhibición de músculos.

No obstante, el desarrollo tecnológico de esta realidad alternativa, que trajo consigo su Revolución Industrial se manifiesta en una evolución anómala de la aeronáutica. Entre finales del XIX e inicios del XX, la aeronáutica estaba dando pasos importantes, pero aún necesitaba progresar muchísimo. En cambio, El Castillo en el Cielo presenta numerosos aparatos y máquinas voladoras que no solo son funcionales sino heterogéneos en su tipología: dirigibles, ornitópteros, aerobuques y otros tantos ingenios mecánicos capaces de surcar los cielos. Por ejemplo, tenemos el aerobuque militar Goliat o la Mariposa Tigre, la aeronave de los piratas. Su funcionamiento parece muy verosímil, adoptando soluciones de varios medios de transporte como manivelas, alas móviles, hélices o motores a vapor. Parte de la inspiración de Miyazaki, que es un apasionado a la aeronáutica, procede de ilustraciones y descripciones de máquinas como las hechas por Leonardo da Vinci o Albert Robida. Este detalle e imaginación volvería a repetirse en otras películas del autor, aunque fuera de ellas podemos citar la serie de televisión Last Exile (2003).

Esta congregación tecnológica, sea en forma de máquinas voladoras o posteriores robots soldados, hace acto de presencia en magníficas secuencias de acción que incluyen persecuciones, secuestros, rescates, huidas o peligrosas travesías. Muchas de ellas, en especial las que tienen lugar en el cielo, implican acciones o maniobras muy arriesgadas que imbuyen de suspense a la narración, sobre todo aquellas donde Pazu se aventura a caer al vacío cuando se agarra como puede a las paredes de la fortaleza hasta encontrar una abertura por la que entrar. Muchas de estas secuencias protagonizadas por el Pazu dominado por el espíritu de Conan fueron realizadas por los animadores Kazuhide Tomonaga, Osamu Nabeshima y Katsuya Kondo.

No obstante, la animación de vehículos se lleva casi siempre el protagonismo. Un ejemplo, pero de inclinación slapstick por la participación de los piratas, es la persecución que llevan a cabo Dola y sus hijos para capturar al dúo el cual sube a una locomotora. Durante este hostigamiento, el auto de los piratas destroza las vías del ferrocarril a toda velocidad y amenaza con alcanzarlos, pero el chico intenta deshacerse de ellos al soltar los vagones. La anciana se las apaña para devolvérselos, pero Sheeta deja fuera de combate al par de hombres corpulentos lanzándoles una pala y Pazu, con un último esfuerzo, se libra definitivamente de ellos al separar los vagones. El estilo de dirección en las secuencias de acción llama la atención en el medio porque opta por encuadres amplios y tomas más dilatadas cuyo ritmo se marca por el movimiento de personajes o vehículos y el dinamismo alentado por los breves temas musicales compuestos por Joe Hisaishi. Un trabajo soberbio que debe mucho al trabajo del legendario Yoshinori Kanada, que ejerció de supervisor de la animación clave.

Un freno ético al progreso tecnológico

La cuestión clave alrededor de la cual orbita el largometraje de Miyazaki son los peligros derivados de usar incorrectamente los artefactos creados por el hombre. Esta equivocación se ha repetido de forma incansable a lo largo de la historia, empezando por los propios dirigentes de la civilización de Laputa. Su esplendor y caída son relatados en la secuencia de créditos inicial, viendo como Laputa antaño fue la nación más poderosa y próspera del mundo, ejerciendo un dominio absoluto gracias a su avanzada tecnología. Sin embargo, su propia ambición propició que los dioses que anteriormente favorecieron su crecimiento decidieran castigarlos por la devastación que provocaron a la tierra. En consecuencia, la familia real y los habitantes de Laputa abandonaron la última isla flotante en el cielo para vivir en armonía con la naturaleza.

Desgraciadamente, la humanidad no ha aprendido su lección porque las historias de Laputa, una isla en el cielo, han impulsado la investigación de esta civilización perdida. Una búsqueda similar a la de los exploradores europeos al servicio de sociedades científicas y gobiernos en África, buscando el control de riquezas mineras y territorios estratégicos que explotar en beneficio de la nación de turno. De hecho, el ejército dirigido por el general Mouro se comporta como unos meros saqueadores de tesoros una vez “atracan” en la isla, en una obvia crítica al imperialismo británico en episodios como el saqueo del patrimonio arqueológico de Egipto. Por fortuna los habitantes de Laputa abandonaron hace mucho tiempo la isla, por lo que no tuvieron que sufrir la destrucción de sus modos de vida y el sometimiento económico en favor de los intereses de una potencia extranjera.


Sin embargo, no todos los descendientes de la familia real de Laputa respetaron la sabia decisión de sus antepasados. El antagonista principal del filme, Muska, muestra dicha incoformidad. Guiado por una ambición desmesurada y un complejo de superioridad, Muska pretende hacer algo mucho peor que el ejército: convertirse en el rey de Laputa, inaugurando una nueva dinastía real; y reestablecer la supremacía de la antigua nación, sometiendo de nuevo a toda la humanidad. De ahí que emplee la piedra mágica de Sheeta, una roca flotante cristalizada, para activar el mecanismo de destrucción de la isla. Sus acciones siguientes le llevan a presumir de su poder frente al general y sus soldados con un ejercicio práctico: un solo disparo de esta tecnología armamentística haría desaparecer fácilmente una ciudad, con resultados que nada tienen que envidiar a una bomba atómica.

Por el contrario, la legítima heredera al trono, Sheeta, tiene una imagen negativa de Laputa. La niña, huérfana de padres, vivía felizmente en su hogar natal en Gondoa hasta que los agentes del gobierno y militares la secuestran a causa de la piedra y su relación con la misma. A medida que transcurren los eventos, Sheeta también es acosada por los piratas, que ansían el tesoro y se ve obligada a huir de sus perseguidores teniendo que contemplar como el pueblo minero sufre los estragos y Pazu es encarcelado temporalmente. Estos hechos le convencerían de los males que la roca puede causar en los demás, sobre todo cuando despierta accidentalmente al robot soldado. En un breve período de tiempo, la máquina arrasó la fortaleza militar y asesinó a varios militares sin prácticamente oposición por culpa del artefacto azul.

A pesar de ello, Sheeta aprende en su viaje que la tecnología de Laputa no es la responsable de su desgracia. El problema radica en aquellos adultos cuyos principios morales están subordinados a su propio beneficio personal. Tal y como dijo el abuelo Pom, en relación a la roca mágica: “Una piedra puede atraer tanto la buena suerte como la mala suerte”. Es decir, de nosotros depende el uso final que le demos a un gran poder. Pazu, por ejemplo, le recuerda que gracias a la piedra se salvaron en varias ocasiones y le permitió conocerla. Esta naturaleza ambivalente de la tecnología se demuestra también con el primer robot soldado, a quien malinterpreta pensando que le perseguía para matarla pero en realidad era para protegerla de sus captores. De hecho, y aunque causó muchas pérdidas, el guardián intentó devolverla con Pazu, quien llega a rescatarla con Dola.


El punto de inflexión en el pensamiento de Sheeta llega al descubrir la faceta oculta de Laputa. Aquí hallan una ciudad abandonada en la que “el legado arquitectónico y tecnológico del hombre perdura en armonía con la vibrante naturaleza” (Manuel, p. 4). El acceso al lugar nos permite ver una serie de “columnatas derruidas o invadidas por la vegetación, grandes vanos con vistas al cielo, patios y pasillos que terminan abruptamente en el vacío, edificios enteros que yacen bajo estanques, extrañas libélulas y otras tantas criaturas que revolotean entre las degradadas construcciones” (Manuel, p. 4). La cima de la estructura está ocupada por un bosque que es un verdadero vergel, con flora y fauna autóctona, dominada por árboles altísimos entre los que sobresale una variedad de secuoya cuyas raíces se extienden hasta las profundidades del lugar. Sin embargo, la mayor sorpresa es descubrir un segundo robot soldado, que ha pasado de ser una máquina asesina a un jardinero que trata con delicadeza a todos los seres que habitan este mundo aislado.

El mensaje conservacionista de Miyazaki, presente en anteriores y posteriores largometrajes como Nausicaä del Valle del Viento o La Princesa Mononoke (1997), está muy claro: la ausencia de la civilización en Laputa permitió transformarla en un enclave natural repleto de belleza y vida a pesar de que el ser humano la había concebido como un arma de subyugación. No obstante, el potencial de Laputa para destruir nuevamente la tierra continúa ahí, por lo que depende de los seres humanos no cometer el mismo error. Esta revelación, y los intentos de Muska por proclamarse rey, provocan que Sheeta opte por reconocer y cumplir con su obligación de soberana de Laputa. De esta forma, nuestra heroína recita el hechizo de destrucción que le enseñó su abuela, ya que le permite poner fin a la ambición de Muska pese a su dañina función original. Una decisión atrevida que, sin embargo, no resulta en muerte porque las raíces del gran árbol evitan que la roca flotante se quede atrapada y la isla no se derrumbe completamente. La conclusión es que la soberbia de la que hicieron gala los laputianos y posteriormente Muska al gobernar desde el cielo destruyendo la tierra tiene que acabar en favor de una convivencia entre la humanidad y la naturaleza. El ser humano debe vivir en la tierra, respetando la naturaleza, y no de espaldas a ella, plantando la semilla para un nuevo desastre.

Un grupo de personajes encantador

-Pazu: Él es el protagonista masculino. Tras la muerte de su padre, Pazu ha estado trabajando en un pueblo minero y se ha desempeñado manejando y arreglando máquinas como si fuera un mecánico. Dicha ocupación está sin duda relacionada con su interés por la aeronáutica, heredado a raíz de la actividad profesional de su padre como piloto. Él admiraba mucho a su padre porque no solo era un buen piloto sino que descubrió la existencia de la isla de Laputa, una isla flotante que fotografió al superar por fortuna el Nido del Dragón. Sin embargo, nadie le creyó y desde ese momento juró que algún día la encontraría. En líneas generales, Pazu es un héroe ghibliano de los que siempre hacen lo correcto porque entre sus virtudes se encuentra ser noble, generoso, valiente, leal, etc. No obstante, el personaje puede pecar de cabezota o ingenuo, siendo engañado por Muska al hacerle creer que Sheeta estaba a salvo.

-Sheeta: Ella es la deuteragonista del largometraje. Cuando sus padres murieron, Sheeta empezó a vivir sola en una granja que le dejaron. Desgraciadamente un día fue raptada por los hombres de Muska con el objetivo de hacerse con la piedra y que ella se encargara de guiarlos hasta Laputa. Al igual que otras heroínas de Studio Ghibli, Sheeta es una muchacha capaz de vivir autónomamente y defenderse por sí misma. Aunque Pazu tiende a protagonizar los momentos más peligrosos, Sheeta no es una damisela en apuros que se queda mirando a la espera de ser rescatada o una guerrera a la que opaquen sus homólogos masculinos. Por ejemplo, ella noquea con un botella a Muska para huir por la ventana en el dirigible o da las indicaciones precisas para localizar Laputa teniendo en cuenta la dirección del rayo de luz de la roca. Es decir, colabora en la misma medida que cualquier hombre lo haría. Además, no está supeditada a la cuestión romántica sino que el guion forja nexos entre los chicos gracias a que comparten su condición de huérfanos, la inocencia y bondad infantil, el carácter autónomo y las distintas motivaciones que les impulsan a ir hasta Laputa.


-Dola: En un principio, actúa como una antagonista menor, pero luego se alía con los protagonistas. Ella es la jefa de los piratas del clan de Dola, unos granujas que se dedican a robar tesoros y asaltar dirigibles. Esta mujer de armas tomar destaca por su astucia, audacia y capacidad de liderazgo, sin temor a enfrentar al ejército y el gobierno. Su pintoresco grupo está compuesto por una decena de hombres suyos a los que trata como sus “hijos”. Si bien les guarda afecto, su carácter cascarrabias y su torpeza le empuja a llamarlos hatajo de inútiles. Una circunstancia que contrasta con el aprecio que siente por Pazu y Sheeta, ya que son un par de grumetes competentes y valientes.

-Muska: Él actúa como el antagonista principal del largometraje. Muska es un agente secreto del gobierno, líder de la misión debido a sus conocimientos sobre la piedra y el lenguaje de los antiguos habitantes de Laputa. Siempre está acompañado de un cuaderno de notas que consulta con avidez. En rasgos generales, Muska es alguien inteligente que a diferencia del general del ejército, con quien tiene constantes roces por el mando de la misión, prefiere los métodos que no impliquen la violencia sino la persuasión y la coacción. De ahí que intente ganarse a Sheeta con vestidos y que apague los ánimos de Pazu con su mentira y un par de monedas de oro. Su meta es convertirse en el nuevo rey de Laputa y restaurar la supremacía de la antigua nación, ya que él mismo es un descendiente de la familia real y cree estar por encima del resto de seres humanos. En ese sentido, Muska es un mejor villano que Lepka de Conan, el niño del futuro. No solo su caracterización es más amplia sino que su ambición y soberbia está justificada por su creencia en la superioridad de Laputa.

Conclusión

En definitiva, El Castillo en el Cielo es un filme que recuerda a las mejores adaptaciones cinematográficas de Julio Verne como Viaje a la Luna (1902), 20.000 leguas de viaje submarino (1954) o El dirigible robado (1967). La cinta explota muy bien el sentido de la maravilla que resulta de la contemplación de los adelantos aeronáuticos o la mezcla entre la naturaleza y el legado humano en la isla de Laputa. No obstante, Miyazaki también sabe introducir instancias humorísticas, con el patrocinio de la familia pirata, y la ternura, fruto de las interacciones entre Pazu y Sheeta con las palomas o al abrazarse con dicha al aterrizar con éxito. Su capacidad de evocar sentimientos con tanta facilidad no sería posible sin su pequeño elenco de personajes, que brilla por su iniciativa y autonomía. Si Pazu destaca por su persistencia física y Muska por su cuidada caracterización, las integrantes femeninas lo hacen por su singularidad en el medio: Sheeta por tener su propia historia al margen de un romance y Dola por ser un modelo de vejez activa. Finalmente, la cuestión del uso irresponsable de la tecnología y sus consecuencias perjudiciales al mundo natural está conducido de forma admirable, aunque no alcance los niveles de complejidad u originalidad que Hayao Miyazaki exploraría en La Princesa Mononoke.

Fuentes consultadas

-Manuel Corral, Juan. (2016). Hayao Mizaki e Isao Takahata: Vida y obra de los cerebros de Studio Ghibli. Palma de Mallorca: Dolmen Editorial.
-Manuel (13 de noviembre de 2016). 1986- EL CASTILLO EN EL CIELO- Hayao Miyazaki. Un universo de Ciencia Ficción. Enlace:
http://universodecienciaficcion.blogspot.com/2016/11/1986-el-castillo-en-el-cielo-hayao.html
-Castle in the Sky (movie). Anime News Network. Enlace: 
https://www.animenewsnetwork.com/encyclopedia/anime.php?id=481

Calificación: 8

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10 Comentarios

  1. La vi hace años, ya toca rememorar. Y te citaré mucho en mi reseña :3
    ¡Un abrazo!

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    1. Buenas, espero que la encuentres tan entretenida como yo.

      Un saludo

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  2. La ví hace un par de años, era de las últimas películas que me faltaba ver de la filmografía de Miyazaki. Me pareció inferior a la mayoría, lo excuse por ser de las primeras que dirigió, sin embargo, desde entonces sigue en mi cabeza rondando vueltas, la sensación de que me perdí de algo no se alejaba y tu reseña ya me da los puntos que me he saltado y que me animan a volverla a ver. Buen análisis!

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    1. Buenas, creo que se puede concebir esta película como inferior a Nausicaa, Mononoke o Chihiro porque temáticamente carece de un mensaje más elaborado y capaz de dejar mayor huella. Sin embargo, aunque sea de forma humilde, trata unos cuantos temas.

      Saludos

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  3. (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧ Holaaa!!!
    Siempre suelo confundir está película con el castillo ambulante xDDDD la verdad no he visto ninguna de las 2, esta película me la han recomendado bastante (bueno ambas) aunque hace tiempo me propuse ver algunas películas de Hayao Miyazaki porque solo he visto 2 aún no lo hago por lo que cuando la vea espero me guste tanto como a los que me la recomendaron.

    Te invito a visitar mi humilde espacio ♥

    穛 S4Ku SEK4i®

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    1. Personalmente, prefiero esta película que el Castillo Ambulante (2004) que padece de varios problemas de guión y dirección.

      Saludos

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    2. entonces comenzaré por esta :D

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  4. Hola!
    yo primero me vi el castillo ambulante y como me gusto tanto investigue y supe que tenia una trilogía así que me leí los 3 libros y buscando vi el castillo en el cielo, pensé que tenia que ver con la trilogía pero no, aun así me gusto mucho :3

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  5. Hola.
    Me gusta mucho esta película pero prefiero el Castillo ambulante.
    Por cierto, acabo de encontrar tu blog y me quedo por aquí. Te invito a pasarte por el mio.
    Nos leemos.

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