Reseña: Air Gear


  • Año: 2006
  • Capítulos: 26
  • Estudio: Toei Animation
  • Género: Acción, Comedia, Deportes, Drama, Erotismo
Apuntando al cielo 
Sinopsis

Los avances tecnológicos han logrado desarrollar poderosos motores en miniatura de hasta cuatro kilovatios de potencia. Algunos locos temerarios han decidido instalarlos en sus patines para correr más alto y volar más alto. El nombre que reciben estos patines motorizados es Air Treks (AT) y no son pocos los jóvenes que han decidido montar sus propios equipos de Stormriders para adueñarse de las calles y luchar contra otros patinadores.

En este contexto, tras ser derrotado por los Skull Saders y ser inspirado por Simca, Itsuki Minami toma la decisión de convertirse en un Stomrider y formar un equipo junto con sus amigos Onigiri, Kazu, Buccha y Agito. Sin embargo, su talento hace que varios patinadores se fijen en él, lo cual hará que surja un conflicto entre su interés por disfrutar del Air Treck y su ascenso en la Torre del Tropaeum.

Trama y Desarrollo

Después de acabar Kenichi, el discípulo más fuerte de la historia (2006) decidí reseñar otra de mis series favoritas de la adolescencia: Air Gear (2006). Como podéis ver ambas son del mismo año. ¿Casualidad? No. Simplemente mi época como aficionado al anime empezó ahí. Gran parte de mis series favoritas eran del mismo año. Sin embargo, es curioso que las dos nombradas fueran dirigidas por el mismo hombre: Hajime Kamegaki. Él es un director que ha estado en muchos proyectos, pero la verdad no diría que ha hecho nada muy meritorio. Y menos con la reseñada, cuya adaptación deja que desear en algunos puntos. Veamos porqué.

Air Gear es una obra de acción, deporte, comedia y erotismo protagonizada por Ikki y sus amigos, que buscan divertirse y competir con otros equipos a través del uso de los Air Treck. Sin duda, para aquellos que han visto el anime la descripción se queda corta, pero es difícil describir con exactitud el argumento porque en un principio el rumbo no está tan claro y ya si nos vamos al manga prosigue con más cambios. Lo cierto es que la obra ni es un spokon al uso ni tampoco un shonen de peleas porque hay elementos de ambos.


Para empezar, en los animes de deportes la fórmula es muy básica: alguien se interesa en un deporte y este, junto a un equipo de su misma edad, compiten para llegar a ser los mejores. A veces, ocurren tropiezos, pero todo es muy previsible por su desarrollo tan lineal de ir ganando partido tras partido hasta llegar a los finales del gran torneo. Aquí, sin embargo, hay un problema. El Air Treck es casi una actividad ilegal. Es cierto que es un tipo de patinaje y que existen un marco de reglas, pero hay un margen muy amplio que no está presente en otros deportes reglados. Alguien podría jugar sucio. Pero más importante es el hecho de que hay unos riesgos y cualquiera puede morir si sufre una mala caída. Eso es algo que a veces ni existe en deportes como sería el boxeo. Además, también añadiría que el Air Treck resulta un tanto fantasioso, acercándose más a otros parajes. Por todo lo dicho, creo que se entiende porqué Air Gear es difícil de clasificar y, en una primera mirada, es positivo.

Hablando más del Air Treck, existen muchos conceptos y términos relacionados con él. Desde el uso del término Stormrider para designar a los patinadores de Air Treck hasta la famosa Torre del Tropaeum, una torre simbólica que representa la lucha entre los patinadores por llegar a la cima de este deporte. Pero también hay otras muchas cosas que considerar como los emblemas, las partes de Air Treck, las modalidades de batalla, la clasificación de los equipos, los trucos de patinador, etc. En mi opinión, es un universo cuya riqueza no deja lugar a dudas, aunque no todo lo que plantea es desconocido. Sin embargo, ayuda mucho que vaya revelando cada aspecto del Air Treck a medida que pasan los episodios y no todo de golpe. A menudo, nos lo cuentan primero y después tiene lugar una batalla entre Ikki y algún rival que nos ilustra los nuevos conceptos introducidos.

En general, respiramos un ambiente callejero e irreverente. Hablamos de un mundo dominado por jóvenes que se ponen en peligro y actúan al margen de la ley para practicar el Air Treck. En un plano superficial, los diseños de personajes, patines, emblemas, trajes y uniformes de los equipos, ...  son muy atractivos. No llega al punto de lo personal e inimitable, pero desprende una personalidad fuerte, propia de chicos que desean expresar su yo. La banda sonora también es un poderoso aliado para reforzar el sentimiento de juventud y rebeldía de la obra. Es una suerte que Wall 5 Project colaborara en este proyecto.


En un plano más profundo hablamos de la idea de libertad que representan los Air Treck. Desde esta perspectiva, los Air Treck simbolizan un mundo nuevo, donde los seres humanos son capaces de volar libremente. No tanto en un sentido literal como en uno más figurado. Los jóvenes desean tener un lugar donde poder ser ellos mismos y hacer lo que quieran. En particular, el protagonista encarna esta visión, aunque con más pureza porque rechaza esa obsesión por el Tropaeum. Sin embargo, la oposición entre ambas posturas no es tan fuerte como la existente entre aquellos que quieren volar y los que se oponen. Entre estos últimos estarían algunos como Rika, quien desarrolló un temor hacia esta actividad al ver cómo Sora perdió sus “alas”.

En este sentido, el autor tiende a utilizar un estilo figurado, con metáforas y símiles, para exponer su discurso. En mi opinión, hace un esfuerzo considerable por darle una forma más literaria, pero no puedo dejar de pensar que a veces se vuelve muy cargante por la constante reiteración y el contraste entre este estilo figurado y la parte más idiota de la obra. Además, tampoco dejo de pensar en las semejanzas que hay entre este tipo de discurso y los clásicos del shonen. Al menos, logra apartar de nuestra vista esos mensajes sobre esfuerzo y autosuperación. Un alivio que, sin embargo, no evita que el espectador vea errores en su falta de literalidad.

Es una pena que la adaptación falle en muchas otras áreas. Una de ellas sería su propia estructura. Parte heredada del manga, pero solo en ciertos tramos. Toei decidió hacer unos cambios difíciles de comprender. Odio las comparaciones con la original, pero tras leerlo entiendo porque no funcionan adecuadamente los primeros capítulos. En vez de realizar una presentación sobre el protagonista y su entorno estudiantil, crucial para entender la humillación de Ikki a manos de los Skull Saders, el anime pasa totalmente de narrarlo. En lugar de eso nos arrojan al momento posterior, recurriendo al flashback para rescatar más tarde una parte de lo eliminado. De esta forma, el drama acerca de la humillación de Ikki importa un comino en el anime. Pierde mucha fuerza desconocer que Ikki era el líder en el que todos confiaban debido a su fuerza y convicción.


En realidad, la construcción del drama suele ser muy precaria en ambas partes, aunque duele más en el anime por la omisión de eventos clave. Ademas, está la escasa preparación y acierto a la hora de manifestarlo. Pero los primeros capítulos también fallaron al presentar demasiados personajes y conceptos, por lo que parecía comprimido y atropellado. Afortunadamente, se solventó con episodios de corte más pausado, centrados en personajes secundarios como Kazu y Onigiri. Y aún así no evitó que el desarrollo argumental fuera casi antinatural. ¿A qué me refiero? Pues a que el anime empieza con sucesivos enfrentamientos entre Ikki y otros patinadores, pero después se inserta en una rutina estudiantil de la que tarda en salir. Precisamente, ahí aprovechó para presentar a los integrantes del equipo. Y ahora una pregunta: ¿Por qué no lo hizo antes? Habría sido más apropiado. Mi impresión es que se le ocurrió tarde y no le quedó otra si quería sentar bien las bases de lo que vendría.

Ahora dando un pequeño giro, introduzcámonos en el apartado cómico de Air Gear. Su humor es abundante, incluso en los capítulos más dramáticos. En general, posee un repertorio amplio, aunque podría resumirse en slapstick, chistes eróticos, riñas entre los Noyamano y ocurrencias estúpidas de Ikki y su grupo. Cuando hablo del primero me refiero casi exclusivamente a las expresiones faciales de los personajes, que tienden a ser muy detalladas, con lo cual expresan bien perversión, sorpresa, enojo, etc. Respecto a las riñas, Ikki normalmente se pelea con ellas porque le tratan como un niño y le prohíben muchas cosas. Además, cada hermana es particular: una obsesionada con las muñecas, otra es una joven violenta que le encanta humillarlo, una hermana mayor muy estricta y, por último, aquella que está enamorada e intenta apoyarlo. Algunos gags recurrentes son las técnicas de lucha libre que Rika le aplica o los celos de Ringo cuando Simca y Agito asoman su cabeza.

Las estupideces de Ikki y el resto también tienen lo suyo, aunque es difícil abarcarlas todas porque este grupo de tunantes tiene inventiva. Desde colocarle un ciempiés al profesor hasta cargarse el auto de un policía. Ideas de bombero. Pero hablemos de algo más recurrente: el erotismo. A veces, este se manifiesta con el único propósito de alegrar la vista del espectador mediante desnudos, visión de la ropa interior, vestimenta sexy, etc. En mi opinión, los personajes femeninos que dibuja Oh! Great están de infarto. Eso sí, hay censura en forma de cuervo tocapelotas. Una lástima. En otros casos, la finalidad es cómica, aunque la línea divisoria no está muy clara. Con las bromas me refiero a Simca y sus “premios” o los espectáculos de Croissant Mask. Pero Tomita es por mucho el chiste sexual más descarado, quien siempre acaba retratada de forma erótica sin proponérselo mientras grita que intentan hacerle “cosas”. 


Tristemente, el autor tiene un problema a la hora de transitar entre la comedia y el drama. Entiendo la dificultad de hacer convivir ambos, pero en algunas ocasiones se requiere respetar la gravedad de una situación y no tratar de torpedearla con bromas de mal gusto. Por ejemplo, el momento en que Agito está declarando su visión acerca del Air Treck es interrumpido por un golpe de la “cosa” de Ikki. Otras veces el problema está en una mala construcción del drama, que se arma de repente sin anticipación previa y que incluso llega a desaparecer con una velocidad pasmosa. Un ejemplo sería cuando Ringo se echa a llorar porque Ikki está dando una paliza a unos patinadores nada más formar el equipo. En ningún momento Ringo expresó su preocupación por el gamberrismo de Ikki, por lo que no funciona. Igual que también fallan las apariciones iniciales de Tomita, cuyos desvaríos son totalmente inorgánicos por la ausencia de contexto.

En vez de continuar hablando de esto, prefiero seguir con la acción. A diferencia de Kenichi (2006), aquí nos topamos con una producción con menos altibajos, aunque la carencia de movimiento sigue siendo un factor importante. En algunos capítulos el reciclaje de flashback denotaba las pocas ganas de Toei por gastar recursos en este proyecto. Al menos agradezco que la ilustración se mantuviera congruente la mayor parte del tiempo. Si bien, ya os digo que está por debajo del manga. No hay color. A pesar de estas contrariedades, Air Gear sigue teniendo esos enfrentamientos casi únicos. En el sentido de que los participantes en equipo, montados en sus patines, compiten contra otros en una serie de pruebas (carreras, carrera de obstáculos, cubo, captura del globo, etc).

En papel suena aburrido, pero el autor logra presentarlos de forma emocionante e interesante. Tal vez los mejores ejemplos sean la carrera de obstáculos con Buccha y la guerra con Behemoth en el cubo. Hay que tener cierta inventiva para lograr algo extraordinario. Hablando de ingenio, el protagonista siempre tiende a buscar alguna solución inesperada e imaginativa para evitar la caída. Algunas de sus ocurrencias son de admirar. Es una lástima que la serie acabara en un punto tan temprano y no incluyera la batalla contra el antiguo Sleeping Forest, ya que ahí podía verse toda la complejidad de las batallas de clase A. Otro punto negativo son las primeras batallas de Ikki, que son un asco porque vence sin demasiados méritos. No solo canta mucho que venza a gente mucho más experimentada sino que también es vergonzoso que les derrote sin que ellos hagan gran cosa para impedirlo.

Insultantes también pueden ser algunas cuestiones que afectan a la verosimilitud del relato, aunque entiendo que en pos de mantener el pacto ficcional muchos decidan ignorarlas. Para empezar, está la propia existencia de los Air Treck, de unos patines de tales características siendo usados de forma masiva por jóvenes urbanitas. De darse semejante escenario, los problemas serían graves: choques, caídas, accidentes automovilísticos, desperfectos en edificios y mobiliario urbano, etc. Imaginad la cifra de heridos e incluso muertos. Más que un departamento dedicado a la detención de patinadores sería necesario prohibirlos directamente. Otra cuestión sería el avance tan rápido del protagonista, quien parece que obra milagros por su posición. Que aprenda trucos nuevos sin práctica se le podría perdonar por el ingenio que demuestra, pero el clásico “me levanto, aunque me hayan apalizado” raya. Además, la fijación de los personajes por Ikki como si fuera el único con potencial para llegar a la cima...

Por último, no estaría mal recordar que este anime termina inconcluso. Por encima, en un momento que difícilmente podríamos calificar de punto y aparte. Muchas tramas y subtramas quedaron sin ser adaptadas como el torneo Gram Scale, la revelación de los misterios de Génesis y Sleeping Forest, la introducción de otros personajes clave, etc. Más allá del empeoramiento del manga, la realidad es que el anime deja demasiados asuntos en el tintero y eso pesa en la valoración.

Personajes
  
Como no iba a ser menos, Air Gear también es de aquellos animes con un elenco extenso. Desde el entorno de Ikki, que incluye a la familia Noyamano y sus compañeros, hasta un amplísimo grupo de Stormriders. En general, el foco suele estar puesto en Ikki y su entorno, pero en cada arco aparecen varios antagonistas. Una vez derrotados pierden relevancia o desaparecen, aunque eso solo aplica al anime. Es una lástima que otros muchos como los reyes de Sleeping Forest y Genesis, se queden sin explorar. Caso de un personaje tan importante como Ringo, aunque otros que nos llaman la atención como Spitfire se quedan en meros espectadores.

Desde un punto de vista superficial, el elenco de Air Gear cuenta con personajes variados en diseño. En un primer vistazo ves al protagonista, quien es muy típico. Sin embargo, paseas la mirada por el resto del equipo y ves desde guaperas como Kazu y Agito hasta dos toneles como Buccha y Onigiri. Fuera de ahí, sigue habiendo de todo. En particular, me encantan los personajes femeninos de Oh! Great. Son increíblemente bellas y atractivas. Entre nosotros, Simca sería mi musa. Sin embargo, no perdono que estén sometidas a tantísimo fanservice. No digo que arruinaran su caracterización, pero la necesidad de desnudarlas y vestirlas de manera tan ridícula afectó negativamente a su imagen. Al menos, Oh! Great cuando no está haciendo eso nos muestra personajes físicamente atractivos por sus ropas, peinados, equipación, etc. Hasta les coloca en posturas que te hacen decir: How cool!

Calificación: 5

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2 Comentarios

  1. Es un clásico, recuerdo que lo vi durante el 2012, cuando más anime consumía y evidentemente tienes mucha razón en cada uno de tus puntos.

    Un abrazo !

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    1. Buenas, yo lo recuerdo con cariño y tampoco le hago ascos al verlo, pero tengo que admitir que el manga es sustancialmente mejor en esta parte. Gracias por comentar.

      Saludos

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