Reseña: Dragon Ball Z. Bardock, el padre de Goku


  • Año: 1990
  • Estudio: Toei Animation
  • Formato: Especial
  • Género: Acción, Ciencia ficción, Drama
La voluntad de Bardock 

Sinopsis

Tras la destrucción del planeta Kanassan, Bardock, un saiyajin que trabaja como mercenario a las órdenes de Freezer, recibe un extraño poder por parte de uno de sus habitantes. Por culpa de este nuevo poder, Bardock sufre una serie de visiones que le vaticinan la total destrucción de su raza y su planeta natal. En sus visiones el culpable resulta ser Freezer, quien teme que el la fuerza de estos guerreros siga evolucionando y llegue el día en que estos se rebelen en su contra. Sin embargo, Freezer es increíblemente poderoso y nadie parece apoyarle en su idea. ¿Podrá Bardock cambiar su destino?

Trama y Desarrollo

Cuando era más pequeño creía ciegamente que este especial había sido adaptado del manga dado que tenía sentido dentro del contexto de la serie. Y ciertamente lo tenía porque, a diferencia de los largometrajes de Dragon Ball Z (1989-1996), donde se relatan sucesos incompatibles con el punto de la historia en que se encuentran, aquí nos retrotraemos a un tiempo pasado. Si bien lo ubican en la saga de Freezer, generando mayores expectativas y dramatismo en torno al futuro enfrentamiento entre Goku y Freezer, lo hacen después del capítulo 63, momento en que los héroes están luchando contra las Fuerzas Especiales Ginyu. Ojalá hubieran esperado un par de meses, pero en cualquier caso este especial dirigido por Daisuke Nishio, responsable de los primeros 199 episodios de DBZ, constituye un aporte significativo en relación a la franquicia, ya que nos cuentan un hecho importante que nada tiene que ver con salvar al mundo por decimotercera vez.

Dragon Ball Z: El último combate (1990) es una película que narra los últimos momentos de los saiyajin desde el punto de vista de Bardock, el padre de Goku. El guion de Katsuyuki Sumisawa y Takao Koyama aprovecha, por tanto, la ocasión de explorar un nuevo personaje desconectado de la repetitiva dinámica de la búsqueda de las bolas de dragón, la celebración de torneos de artes mar ciales o la salvación del universo. Aquí nos relatan la destrucción de la civilización saiyajin, a la cual pertenece Bardock. Su similitud con el origen de Superman, en concreto el fin del planeta Krypton y sus habitantes sería más evidente con la aparición de Dragon Ball Minus (2014). El retrato de la raza de guerreros alienígenas fue esculpiéndose a lo largo de la Saga Saiyajin y la Saga de Freezer, siendo muy básico al no precisar mucho sobre cuestiones de naturaleza política, económica, social, cultural, etc. No obstante, el mediometraje contribuye al pararse un poco más en el Planeta Vegeta y su relación con Freezer.


Aquí los saiyajin son el grupo más destacado entre los mercenarios al mando de Freezer, ya que su poder innato facilita la conquista militar de planetas y otros territorios espaciales. Este contrato con el soberano del universo beneficia notablemente a los saiyajin, definidos por su naturaleza belicosa, dando rienda suelta a su naturaleza violenta. Véase por ejemplo la destrucción del planeta Kanassa y sus habitantes, con el grupo de Bardock acelerando el proceso con su transformación en Ozaru. Sin embargo, el protagonismo cada vez mayor de los saiyajin en estas misiones y el surgimiento de guerreros extraordinarios como Vegeta siembran la semilla del miedo en Freezer. A pesar de que su imagen es popular entre los guerreros, que confían en él, el desequilibrio de poder en las relaciones políticas entre Freezer y el Rey Vegeta hacen que este último y su círculo próximo protagonicen una rebelión fracasada que lo convence de aniquilar a los saiyajin. Por desgracia, el contenido original de la película reproduce la misma superficialidad que la serie, exponiendo el conflicto a partir de una monótona conversación entre Zarbon y Dodoria en lugar de explorar psicológicamente el miedo de Freezer al potencial saiyajin (en concreto, la leyenda del Super Saiyan) o narrar en mayor detalle el intento de asesinato del monarca visto en la serie. La decisión, al final, da la impresión de ser inepta y arbitraria, echando a perder unos recursos humanos tan valiosos.

El verdadero conato de rebelión lo protagoniza Bardock, un guerrero de clase baja cuyo hijo será el responsable de derrocar al tirano. El nacimiento de su hijo, sin embargo, no llena de orgullo a un padre como él ―de hecho, lo desprecia sin disimulo― por una razón simple: Kakarotto es débil. El pensamiento del mercenario nos resulta horrible, pero los saiyajin son una raza de guerreros que se dedica a la guerra y se enorgullece de su fuerza. Por esa razón, la debilidad es un defecto grave que explica el rechazo de Bardock hacia su hijo, pero su pensamiento está destinado a cambiar debido a la maldición premonitoria impuesta por Toolo, uno de los hombres del planeta Kanassa asesinado por el escuadrón de Bardock. 

Las visiones del futuro le muestran el progreso de su hijo a lo largo de su juventud, haciendo frente a enemigos poderosos que le obligan a superarse. Las premoniciones lastimosamente se componen de flashbacks reciclados donde suena de forma machacona la voz de Toolo en lugar de un montaje de imágenes nuevas donde Bardock interactúe con ellas. En cualquier caso, la reacción de Bardock deja entrever que el futuro del chico le preocupa, pero es incrédulo respecto a la posibilidad de que el planeta Vegeta sea víctima de una catástrofe. Una incredulidad que acaba muy pronto porque los secuaces de Freezer asesinan a sus compañeros de escuadrón, convenciéndose de que su deber es vengar a sus amigos y castigar la traición de Freezer. Aquí Bardock hace gala de un bonito gesto al limpiar el rostro ensangrentado de Toma y llevar el pañuelo rojo en su frente. Con todo, esta muerte y las demás habrían resultado más dramáticas de cuidar la caracterización, precisando los vínculos y la personalidad de este grupo de camaradas.


La cruzada personal de Bardock por detener la destrucción de su hogar y la extinción de su raza, como bien sabemos, termina en fracaso. El clímax de la cinta es su legendario enfrentamiento contra las fuerzas invasoras de Freezer, con el antihéroe empujando a hordas de enemigos hasta alcanzar al emperador. El final, no obstante, está escrito, por lo cual el ataque final resulta inútil ante la esfera de energía que arrasa con el planeta y con él mismo. Ahora bien, la profecía de Toolo, que buscaba maldecir al saiyajin por su crimen, paradójicamente trae felicidad al antihéroe. Si bien de su propia mano no pudo cambiar el destino, una última visión le traslada hasta Namek, el momento en que su hijo Goku está a punto de enfrentar a Freezer. Bardock, tras ver hasta donde le llevarán sus progresos ―a pesar de su teórica debilidad― le confía su última voluntad con estas palabras “Kakarotto, debes cumplir mi objetivo. Tú serás quien logre vengar la muerte de los saiyajin y la desaparición del planeta Vegeta”. Es decir, por fin reconoce con orgullo a su heredero.

En conclusión, Dragon Ball Z: El último combate es una de los mejores obras que forman parte de la extensa franquicia de Dragon Ball. Alejada de las fórmulas imperantes, el especial nos cuenta la cruzada de un hombre que intentó en vano evitar la destrucción de aquello que le importaba, pero con la satisfacción de que en un futuro próximo su voluntad se haría realidad. Asimismo, el antihéroe pasó de repudiar a su descendencia a reconocer que este podría progresar hasta ser más poderoso que ningún otro saiyajin. Desafortunadamente, y tal como ocurrió posteriormente con Dragon Ball Z: Un futuro diferente (1993), la superficialidad de la que hace gala en varios aspectos relevantes le impidió convertirse en una obra más ambiciosa capaz de competir de tú a tú con otros grandes de la época.

Calificación: 7

Publicar un comentario

4 Comentarios

  1. Esta siempre fue mi película favorita de Dragón Ball, debo confesar que me genero mucho fastidio que el nuevo filme de Broly destruya esto, pero bueno.
    Como toda obra tiene sus fallos, pero particularmente entre tantas peliculas de esta serie que siguen la misma estructura, esto fue algo diferente que al menos a mi me cautivo.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas, a mí también me molestó profundamente que con la nueva película vayan a destruir lo creado en este especial, pero que se le va a hacer... Yo hubiera preferido, por mucho, que rehicieran este especial y lo mejoraran.

      Sí, es una obra diferente. Por eso me gusta bastante. No es lo mismo de siempre.

      Saludos

      Eliminar
  2. No has pensado reseñar la otra parte del especial? Esa a donde Bardock va al pasado. Y cual es el especial de Trunks, de ese si que no me acuerdo.

    Te mando saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El segundo de Bardock me parece muy malo. No veo que rescatar de algo que al final es Bardock consiguiendo la transformación de Súper Saiyan para derrotar a otro Freezer. Lo veo vacío. Del otro si tengo una reseña, pero como es vieja creo que la podría mejorar. Y el de Trunks es el segundo especial, de 1993.

      Eliminar
Emoji
(y)
:)
:(
hihi
:-)
:D
=D
:-d
;(
;-(
@-)
:P
:o
:>)
(o)
:p
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
x-)
(k)