Reseña. El Hazard: The Magnificent World


El Hazard: The Magnificent World

Sinopsis

El-Hazard es un lugar que habita en la memoria de aquellos que aún sueñan con su vieja gloria. Un mundo reverenciado por su misterio y caos. Un hogar eterno. Un sitio de aventuras aventuras sin fin. Si tu corazón tiene alas para volar las puertas de El-Hazard siempre estarán abiertas para ti. 

En el instituto Shinonome, se han localizado recientemente restos arqueológicos de una civilización antigua. Su descubrimiento no debería haber supuesto ningún problema para sus alumnos, pero un pequeño grupo de ellos acaba siendo teletransportado de forma inexplicable al mundo fantástico de El Hazard. Una vez ahí el grupo de amigos, incluyendo a Makoto, el protagonista, intenta encontrar una forma de regresar a la Tierra, pero será un problema de difícil solución porque este mundo se encuentra en medio de una guerra que enfrenta a la Alianza liderada por Roshtaria contra el Imperio Bugrom. Aquí la familia real convence a Makoto de que sustituya a la desaparecida princesa Fatora, por su extraordinario parecido, y que haga un viaje con la intención de deshacer el sello del Ojo de Dios, un arma definitiva que permitirá acabar con la amenaza de los enemigos insectoides, que más adelante obtienen el poder del Djinn más poderoso: Ifurita.

Trama y Desarrollo

El Hazard: The Magnificent World (1995-1996) es una serie OVA de siete episodios que se convirtió en uno de los mayores éxitos del famoso estudio AIC, conocido por su contribución a la evolución del nuevo formato en vídeo con proyectos de gran calidad como Dangaioh (1987-1989) o Bubblegum Crisis (1987-1991). En el caso que nos ocupa, esta obra audiovisual fue el proyecto favorito del cocreador y director Hiroki Hayashi, quien contaba ya con una amplia experiencia y prestigio. Su mayor fortuna la había conseguido al dirigir la que sería una de las responsables del fenómeno harem en el anime: Tenchi Muyo! (1992-1993). Sin embargo, esta empresa le dejó pronto muy agotado, por lo que inspirándose en Las 1000 y una noches y Una princesa de Marte daría vida a la presente serie. Una materialización que no sería posible sin la ayuda de Ryoe Tsukimura, guionista de Tenchi Universe (1995-1996), y la colaboración de Pioneer Entertaiment, que viendo el éxito de AIC financió también esta producción.

Esta omnipresencia de Tenchi Muyo! no es baladí porque el nuevo título replica la fórmula del joven alrededor del cual giran un grupo de encantadoras señoritas que compiten por recibir su atención. Así, el protagonista es 'víctima' de los celos, los enredos y los malentendidos de Alielle, Nanami y Shayla. Por una parte, Alielle tiene el papel pseudolésbico de la mujer afectuosa y apasionada que se las pasa abrazando y besando a otras chicas bonitas, con Makoto siendo su objetivo inicial. Por otro lado Nanami y Shayla siguen las pautas de la dinámica entre Aeka y Ryouko, es decir, su tema de discusión favorito es Makoto, a pesar de su negativa a admitir que tienen sentimientos por él. A este espacio de bobadas hay que sumar la pareja del profesor Fujisawa y la suma sacerdotisa Miz. El docente es recordado por su problema con la bebida, fracasando en ser un buen ejemplo para sus alumnos a pesar de sus regañinas a Shayla por beber siendo menor de edad y a Makoto para que no haga cosas 'pervertidas' con Alielle. En cambio, Miz orbita alrededor del profesor encarnando al estereotipo de género de la mujer que se le pasa el arroz y busca desesperadamente marido. La estabilidad económica de un funcionario atrae a Miz, por lo que dedica su tiempo a engatusar a un incómodo Fujisawa.

En general, el fruto de estas interacciones resulta similar al de Tenchi Muyo! y Oh! My Goddess (1993-1994), aunque ambas sitcom sobresalen más gracias a un elenco femenino de personalidades más carismáticas como la rivalidad Ryouko-Aeka que desprendía una energía inusitada apoyada por la falta de escrúpulos y el talento de las seiyūs. Miz, por supuesto, es la excepción gracias a su picardía. El breve fanservice del capítulo tres en los baños al aire libre, donde observamos unos cuantos desnudos, puede que motive un poco la adhesión a las muchachas, pero ya otros han hecho lo mismo. Tal vez lo más positivo es que no dirigen todos sus esfuerzos en basar su vida en torno a Makoto, ya que interactúan con los demás personajes aunque carezcan de relaciones fuertes. Otra vez Miz sale mejor parada porque tiene bastante diálogo con sus hermanas. Por otra parte, y al igual que su predecesor, Makoto no es de ninguna ayuda porque es el clásico protagonista de harem, es decir, carece del más mínimo ápice de personalidad fuera de su arco dramático con Ifurita. Reacciona con quejas y resignación a las exigencias de la familia real y al afecto del trío mujeril. Quítale a Ifurita y en nada se queda.


Si bien uno podría pensar que esto la pone por debajo de las mentadas, lo cierto es que El Hazard relata una historia más ambiciosa y centrada que sus pares nunca proporcionaron efectivamente. Es decir, no termina en una sitcom poblada por personajes que rayan la caricatura junto a sus malentendidos llevados al paroxismo. El aspecto propio de una comedia romántica convive junto a un periplo dotado de abundantes giros argumentales y secuencias de acción, sin entorpecerlo al punto de que la trama principal se convierte en un asunto menor del que se preocupan una vez estamos próximos a la conclusión. Un equilibrio que, a propósito, se beneficia de un ritmo ideal donde los plot points aparecen a su debido momento mientras se permiten hacer breves pausas y prestar atención en cada episodio a las vicisitudes de los miembros del grupo de aliados, los planes de Jinnai y la conspiración de Galus. 

Tampoco nos engañemos: estamos ante una obra cuya trama principal es fácil de seguir y sus revelaciones eran poco novedosas con la excepción de la paradoja temporal. A pesar de ello, la serie de Hiroki Hayashi detenta virtudes innegables que explican su éxito a escala narrativa. Cualidades que deben ser matizadas, pero virtudes al fin y al cabo. Una de ellas tiene nombre y apellidos: Katsuhiko Jinnai. Este villano es una pequeña anomalía, ya que aunque ocupa el papel del clásico rival del protagonista es diferente. En vez de desempeñar el rol del antiguo compañero del protagonista que lucha por una meta personal (venganza, por ejemplo), colocándolo en el bando opuesto; o ser víctima de alguien que aprovecha sus sentimientos contradictorios, transformándolo en un títere de sus ambiciones; Jinnai está enemistado porque odia que Makoto siempre se lleve la gloria que a él supuestamente le pertenece. Lo curioso, sin embargo, es que un perfil narcisista como el suyo no acaba siendo mero alivio cómico. Aunque tiene sus interacciones divertidas con su escuadrón de insectos, que no captan la brillantez de sus planes y maldades, y la soberana, que alaba sus brillantes triunfos militares; Jinnai es un villano competente que en la primera mitad pone en problemas a los héroes. Uno de sus mejores planes fue obtener la ubicación de la Isla Prohibida al difundir un falso rumor, haciendo que los héroes acudieran a la isla para luego seguirlos. Tal vez lo más molesto de Jinnai sea su diabólica carcajada, que de tantas veces me cansé de oírla.

Otra decisión que resultó en una pequeña virtud fue la atribución de habilidades especiales a cada miembro del equipo heroico. Sin embargo, los guionistas optaron por ser menos convencionales e ir revelando poco a poco con qué poder han sido bendecidos. Así, en el primer capítulo se nos muestra que Fujisawa adquirió una fuerza sobrehumana y Jinnai la capacidad de comunicarse con los insectos. En los siguientes se revela que Nanami es capaz de ver a través de las ilusiones y Makoto puede sincronizarse con las reliquias de El Hazard. Si bien esto fue un punto de interés, el lado negativo resulta obvio: al no anticiparse correctamente, supongo con la idea de generar sorpresa en el espectador, resultan muy convenientes porque su revelación coincide con una situación en la que les sirve para afrontar una dificultad importante. Por supuesto, el poder de Makoto juega en otra liga, ya que le ayuda a destruir el mecanismo de obediencia de Ifurita y múltiples hazañas más.

Ifurita, por cierto, es una figura muy relevante en El Hazard: The Magnificent World. Si hasta ahora casi todo ha sido una aventura con pinceladas de humor, donde ninguna lágrima podía ser vertida, el personaje de Ifurita le otorga la dimensión dramática capaz de elevarla. No tendrá la altura de Versailles no Bara (1979-1980) u Oniisama e... (1991-1992), pero es más que funcional. El conflicto dramático estriba en el lamentable destino de Ifurita, convertida en un arma destructiva sin autonomía propia ni vínculos con los demás que está en manos de los deseos del que sea su amo. Contra todo pronóstico, el vacuo Makoto saca a relucir su única virtud y su poder de sincronización para acceder a su interior y convencerla de su humanidad. Makoto no solo le ofrece el perdón sino le hace ver la posibilidad de usar sus poderes para el bien en favor de un mundo sin conflictos. Si bien la falta de carácter del protagonista no nos convence mucho de su terquedad por salvarla, la conclusión donde se aclara el asunto del viaje entre dimensiones y la combinación de sus poderes para resolver la crisis cierra de forma apropiada el drama.

Un factor interesante es el universo de El Hazard, del que se nos hace un retrato no muy alejado de lo habitual en términos de presentación y profundización, pero que merece la pena comentar. Desde una visión artística y estética, la principal influencia de El Hazard continúa siendo la ficción nipona por su combinación particular de elementos de fantasía y ciencia ficción, pero tal como comenté en la introducción Hiroki Hayashi se inspiró en Las mil y una noches. En consecuencia, sus referentes son el mundo árabe, mesopotámico e indio que son visibles tanto en la arquitectura de la capital de Roshtaria como en la gran diversidad de localizaciones: selvas, montañas, desiertos, oasis, islas, etc. En particular, la capital del reino aliado muestra edificios de piedra caliza blanca, un palacio dotado de altas torres y cúpulas bulbosas, decoración geométrica y vegetal (estrellas y tallos entrelazados), fusión entre piedra y vegetación al estilo de una Babilonia ficticia y vestimenta oriental (túnicas, pañuelos, velos, etc.). En este sentido, los fondos ―hechos por las manos de Hiromi Kariya, Kazuo Ogura y otros― están muy bien elaborados y refuerzan la idea de que es un mundo precioso que merece contemplarse. Algunos elementos como el gato-armadura y los transportes de carácter futurista, en cambio, son un contraste que cuesta explicar.


Políticamente, su mundo está dividido en reinos e imperios. Roshtaria es el reino más importante, con su reina dirigiendo las tribus de El-Hazard gracias a una alianza político-militar. Su capital se conoce con el nombre de Florística. Más allá del Río Sagrado, se encuentra el imperio Bugrom, regido por la reina Diva. Su soberana es humana, pero su ejército está formado por miles de insectos gigantes que pelean por ella. Debido a esto el palacio de Bugrom se asemeja a una colmena o nido de insectos, con una decoración de paneles hexagonales e inspiración tecnológica futurista. Entre ellos hay un tercer actor que pretende desestabilizar a ambos bandos para acceder a las armas más antiguas y peligrosas de El Hazard: la tribu fantasma gobernada por el rey Galus. A ellos también que añadir la presencia de una jerarquía religiosa cuyos mayores representantes son las sumas sacerdotisas del Mt. Muldoon, que dominan una magia elemental específica (fuego, agua y viento). En general, la obra no entra en detalles más allá de los nombres de los lugares (Desierto de Marfil, Isla Prohibida, etc.), los cuales no ofrecen mucho en términos de exploración; y dar un par de pinceladas sobre cuestiones importantes, como la Guerra Santa, el Ojo de Dios y los Djinn. Es decir, no es el mundo de One Piece (1999) pero cumple al expresar el sentido de lo fantástico que no comunican esos isekai genéricos por su nulo esfuerzo artístico.

Otra cualidad a destacar es la animación, cuyo estándar de calidad está bastante por encima de las series OVA de mediados de los 90. No a la altura de los grandes como Giant Robo (1992-1998), pero sí superó las más que habituales mediocridades de Toei y J.C. Staff. Algunos episodios, sin embargo, estuvieron entre lo mejor del formato en su año de lanzamiento como ocurre con el séptimo capítulo, cuyos 45 minutos fueron ocupados por las manos de unos veinte y siete animadores entre los que se cuenta el célebre Kazuto Nakazawa. Uno de los dones que destaca aquí es la animación de efectos, muy presente en Shayla y Miz por los poderes de agua y fuego. En particular, la secuencia de activación de poderes de Shayla se encuentra entre lo más recordado de la serie. Aquí se puede comprobar un movimiento definido por cierta locura y exageración, cuyo portavoz más conocido, sin embargo, es Fujisawa por su fuerza sobrenatural. Este golpea y corre no tanto como un atleta o luchador profesional sino como un tipo normal al que le han dado una fuerza sin igual. Ahora bien, no todo es de color rosa porque hay defectos como el reciclaje de las secuencias de activación de las sumas sacerdotisas o la omisión del impacto de los golpes, muy propios de los años 90. Igualmente, lo peor es el planteamiento de la mayoría de batallas, con meros despliegues o intercambios de técnicas que acaban en fracaso o oneshoteo.

En conclusión, El Hazard: The Magnificent World es una obra de naturaleza desenfadada que representa con suficientes méritos a lo mejor de la tendencia isekai de los años 90, estando en las mismas ligas que La Visión de Escaflowne (1996) o Fushigi Yuugi (1995-1996). Algo que no sería posible sin el delicado equilibrio que hay entre sus aspectos básicos: la comedia romántica, cuyo atractivo es el pasable elenco femenino; el periplo por El Hazard, subrayando la contribución de todos los miembros gracias a sus oportunos dones y los planes del megalómano Jinnai; y la tragedia de Ifurita, que constituye el principal conflicto dramático de la serie. Unas cualidades que probablemente muchos no apreciarán, ya que esta obra, al igual que la mayoría de anime de su tiempo, no ha envejecido bien en términos argumentales, pero igualmente lo recomiendo.

Fuentes consultadas

-https://renaissancejosei.blogspot.com/2022/09/disaster-report-el-hazard-wanderers.html
-https://www.animenewsnetwork.com/encyclopedia/anime.php?id=16

Calificación: 7

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