Reseña: Video Girl Ai


Un consuelo transformado en amor 

Sinopsis

Youta Moteuchi es un estudiante de instituto que, desde hace mucho tiempo, está enamorado de su amiga Moemi Hayakawa. Sin embargo, hay un problema: Moemi está enamorada del mejor amigo de Youta y el chico más popular de clase: Takeshi Niimai. Para aliviar la pena, casi por casualidad, entra en un extraño videoclub donde alquila una película con la portada de una chica muy mona que promete consolarlo. Al llegar a casa lo reproduce en su televisor, pero mientras estaba viéndolo la chica del vídeo sale de repente del televisor. Dicha mujer, sin embargo, no resulta ser tan femenina e ideal como parecía en la cinta. A pesar del inconveniente, ella le promete consolarlo y apoyarlo en su vida amorosa. ¿Logrará que Moemi acepte sus sentimientos?

Trama y Desarrollo

Cuando hablamos de comedias y dramas románticos famosos del siglo pasado no podemos olvidar un nombre crucial dentro del mundo del manga: Masakazu Katsura. Sus estupendos planteamientos y el encanto de sus personajes femeninos son algunas de las razones que explican su éxito, aunque el desarrollo accidentado de sus historias también forma parte de esta fama. A pesar de ello, sus mangas han recibido varias adaptaciones a anime, teniendo una larga andadura en este mundo. En esta ocasión, el objeto del escrito es Video Girl Ai (1992), una miniserie formada por seis capítulos en formato OVA. Por aquel entonces, este anime quedó a cargo de un estudio de creación reciente: Production I.G. Aunque el trabajo estuviera lejos de otras producciones de mayor envergadura, sus aportaciones argumentales y la dirección de Mizuho Nishikubo potenciaron el valor de un manga con graves defectos al poco tiempo de arrancar.

Al igual que otras obras pertenecientes al género Magical Girlfriend, Video Girl Ai es una comedia y drama romántico —con toques eróticos— en el que una chica especial por su origen y cualidades entra repentinamente en la vida de un joven, sin muchas cualidades ni éxito en el amor, y transforma para siempre su vida. Por lo general, estas fantasías masculinas en las que una chica cae literalmente del cielo presentan a una joven ideal a ojos del japonés medio. Un ejemplo popular es el manga de Oh! My Goddess (1988-2014) donde el protagonista, Keiichi, recibe la bendición de estar con una diosa, Belldandy, cuya personalidad se asemeja al modelo de Yamato Nadeshiko. Las expectativas con esta mujer de ensueño —comprensiva, dulce y femenina— que emerge del vídeo, sin embargo, son saboteadas.


Cuando pensaba que él era el chico más afortunado del mundo, Ai resulta ser todo lo contrario a la chica ideal. Debido a un problema del reproductor de vídeo, la perfecta Ai se vuelve una tomboy cuya actitud y comportamiento no cumplen con el esquema asociado tradicionalmente a lo femenino. Ai se caracteriza por ser bromista, bruta, cercana, directa, enérgica y con mal genio. Pero también su voz es grave, viste con un estilo más masculino, tiene pechos pequeños y las tareas del hogar no son su fuerte. Hasta este carácter menos femenino se observa en sus preferencias como ir a los bolos o practicar sus llaves con Youta. Por esa razón, Ai constituye un pequeño soplo de aire fresco entre este tipo de personajes. También logró convertirse en alguien memorable por su encanto irresistible.

Junto a la encantadora Ai tenemos al protagonista, Youta Moteuchi. Al igual que en cualquier comedia romántica, Youta es un joven normal y corriente cuya habilidad y experiencia en el amor son nulas. Su rostro ruborizado, el sangrado de nariz y la consulta de revistas y manuales amorosos son un signo de este problema para interactuar con las mujeres. Sin embargo, los rasgos de perdedor son ideales en presencia de Ai que aprovecha su vergüenza, torpeza e ingenuidad para burlarse de él. A menudo, bromea en términos sexuales y afectuosos para intimidar al virgen. Por ejemplo, le abraza por detrás cariñosamente o se desnuda delante de él. Pero también conoce otras formas de tomarle el pelo o molestarlo como presentarse en la escuela sin avisar. Ai, sin embargo, es servicial y comprensiva cuando Youta está anímicamente mal, demostrándolo mediante acciones como hacerle la cena o consolándolo entre sus brazos con palabras de ánimo. Igualmente, Youta también exhibe amabilidad y preocupación hacia ella con gestos como el vestido que le regaló. En consecuencia, la química de la pareja es notable y sus interacciones resultan al mismo tiempo cálidas y entretenidas.

Sin embargo, Video Girl Ai no recoge exclusivamente sus vivencias. Estamos ante un romance en el que participan otros dos individuos: Moemi Hayakawa y Takashi Niimai. Por una parte, Moemi se caracteriza por ser una chica bonita, gentil e insegura. Entre otras cosas, le gustan los filmes de amor y es buena cocinera. Comparándola con Ai está claro que es el polo opuesto a ella. Pero lo más importante es que es el interés amoroso de Youta. El problema está en que, a su vez, está enamorada de su mejor amigo y, al igual que Youta, no tiene confianza para expresar sus sentimientos. Por otra parte, Takashi es el clásico joven popular entre las chicas porque es apuesto y talentoso en lo deportivo y musical. A diferencia de los anteriores, exhibe un desinterés por el amor que demuestra a través de su negativa a aceptar los regalos de sus admiradoras y su hastío hacia las películas románticas. En lugar de abrirse al amor, opta por apoyar los intentos de su amigo. 

Desgraciadamente, este cuadrado amoroso no concluye con el noviazgo de todos los implicados ni tampoco con aquellos a los que se apuntaba inicialmente. El inconveniente radica en una cuestión: el amor no correspondido. Youta y Moemi deben lidiar con el hecho de que sus sentimientos no van a encontrar un lugar en el corazón de sus amados, aprendiendo que a veces resulta imposible cambiar los sentimientos del otro. De hecho, el director expone esta cuestión —aparte de usar la imagen de las hojas secas en el agua— a través del relato del pescador y la metáfora de la bota. Con esto nos cuenta que de la misma manera que existen peces huidizos también hay amores esquivos y que, en ocasiones, el que tira la caña —Youta— no pesca a su objetivo porque termina cayendo en manos de otro —Takashi—.


Más allá de que la dirección del anime aprovecha la oportunidad para sacarle partido al lenguaje audiovisual y traer nuevas ideas que refuercen el tema principal, la realidad es que este conflicto amoroso adolece por culpa de un desarrollo accidentado. Aunque el material original fracasa más estrepitosamente, la cuestión principal afecta a ambos. En particular, el problema está, en primer lugar, en el escaso tiempo empleado en la fase en que Youta busca ganarse la atención de Moemi. Aquí el protagonista, en colaboración con Ai, deberían haber probado distintos métodos y planes para acercarlos a su objetivo. Al mismo tiempo, Ai tendría espacio y tiempo para desarrollar un amor más convincente porque literalmente lo desenvuelve al segundo día de convivencia, con Ai poniendo trabas —y no sirviendo de ayuda— a los planes de Moteuchi. Con todo, en posteriores capítulos mejorará, siendo más importante la falta de refuerzo de los rasgos principales de Moemi y Takashi porque carecen de situaciones más cotidianas en las que reafirmarse y, en el segundo caso, de interactuar con Youta en otras circunstancias que permitan observar su amistad. 

De esta manera llegamos sin los deberes terminados a la segunda fase: la depresión del protagonista y el noviazgo de Moemi y Takashi. Aquí la mejor virtud de Youta, es decir, su insistencia en poner la felicidad de los demás por encima y preocuparse de su sufrimiento, termina con Takashi aceptando la propuesta de Moemi. Por un lado, el noviazgo fue enriquecedor para trabajar la idea del amor no correspondido ya que la relación es un desastre. Aunque se nota en falta colaboración por parte de Takashi, la incapacidad para conectar el uno con el otro es palpable. Ambos van a citas, pero nada ocurre entre ellos. Apenas hablan, se aburren. De hecho, el anime logra expresarlo bien a través del ritmo con el que ambos caminan: Takashi camina tan deprisa que, sin darse cuenta, deja atrás a una Moemi que pronto comprende la distancia entre ellos. Es una verdadera lástima que no se exponga la razón de que Takashi rechace con tanto empeño el amor porque aportaría más al personaje.

El proceso de depresión del protagonista también es una consecuencia interesante a inspeccionar ya que somos testigos de cómo intenta superarlo a través de marcarse un nuevo objetivo —presentar a un concurso una obra ilustrada— y del apoyo que le proporciona Ai. Este apoyo, como es obvio, es el que permite que el corazón de Youta cambie de dueño. Sin embargo, el problema es que hasta el inicio del penúltimo episodio sus sentimientos siguen perteneciendo a Moemi, por lo que no hay tiempo para cultivar una verdadera relación de amor entre ambos. Y no es que no haya un “fondo” que sirva de base porque Ai se ha convertido en alguien importante para Youta, siendo algo más que un miembro de su familia, pero obviamente no alcanzaba la categoría de dueña de sus pensamientos. La conclusión, sin llegar a ser excelente, sería un buen punto de haber llegado a esa meta porque, por una parte, constituye un examen del creador para probar la fortaleza de su amor, evaluándolo por medio de varias pruebas; y por otra, podemos interpretarla como una forma de que Youta sea consciente de que el amor es doloroso —en su caso, por no ser correspondido—, pero también es un bien por el que luchar. Aunque sinceramente apuesto más por la fuerza del amor.

Para concluir, me gustaría señalar el escaso aprovechamiento del concepto de Video Girl, el cual en el manga desarrollan un poco más posteriormente. De partida, no obstante, creo que la idea es muy cuestionable porque el hecho de que una mujer perfecta consuele un corazón roto puede traer obsesión y dependencia. Por mucho que sea un privilegio restringido a aquellos de corazón puro, muchos acabarían perdiéndose. Explorándolo más a fondo quizás podíamos resolver el inconveniente, pero no se respondieron preguntas cruciales. Véase, ¿Cuál fue la razón que impulsó a la creación de las Video Girl? o ¿De qué manera fueron creadas? De las reglas asociadas a este concepto lo único interesante fueron la limitación de tiempo, que tampoco le sacan todo el partido del mundo, y la prohibición de enamorarse, cuyo incumplimiento se manifiesta en las descargas y el desvanecimiento que sufre al reconocer sus propios sentimientos. 

En resumen, Video Girl Ai es un romance que a lo largo de su recorrido no logra cumplir con todas las expectativas con las que cargaba. En particular, la fidelidad a un manga problemático y la falta de tiempo jugaron en su contra. A su favor, sin embargo, nos queda una buena enseñanza sobre el amor no correspondido y lo doloroso que puede llegar a resultar. De la misma forma, la pareja que forman Ai y Youta sorprendentemente logró brillar por su chispa y nos hizo disfrutar este corto viaje.

Calificación: 6

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6 Comentarios

  1. Esta historia es una lagrima encarnada, por toda la construcción de interrelacion de personajes entre Ai con el protagonista, y si, es mejor saltarse al manga una vez vista la serie.

    Un clásico del drama y del romance de aquellas epocas, pese a que tiene sus fallos, logras conectar con la historia.

    Buena reseña amigo

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    1. Buenas, a mí sinceramente pocas lágrimas logró sacarme aunque eso es una cuestión subjetiva que no todos comparten. Me llama la atención que tantos la alabéis. No me lo esperaba teniendo en cuenta la evidente falta de desarrollo de la obra.

      Saludos

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  2. Hola hola!
    Que genial entrada yo había leído de este anime hace muchos años pero en una revista de anime cuando era más pequeña, pero nunca entendí ni vi de que trataba, incluso se me había olvidado, tras leer todo lo que nos cuentas me entraron muchas ganas de verla, porque creo haber visto algo de este creador, pero no recuerdo el nombre :ccc de todas formas la historia me gustó así que quizás esta también me guste :D

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    1. Pues espero que te guste si le echas un vistazo.

      Un saludo

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  3. Se halaga el Manga que es mucho mas amplio y concluyente que está laconica adaptación en animación. Estas...¿Ovas? (¿así se las llama? No soy muy versado en Anime) son algo mas bien discreto que juegan la suerte de un agradable ''bonus'' para los que leyeron el Manga más que a una adaptación real. 6 episodios para un manga de más de 20 volúmenes va a resultar complicado. Sino se ha leído el manga, resultara un agradable cuento animado muy lejano a la experiencia grafica. Es por eso su carencia de desarrollo.

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    1. Buenas tardes, me he leído parte del manga (5 tomos) pero a pesar de que es mucho más amplio que estas OVAs y la ilustración de Katsura es sobresaliente prefiero esta adaptación. No es notable tal como indica mi valoración, pero el manga es un enredo tras otro y un obstáculo tras otro para evitar dar una conclusión al amor que sienten el protagonista y Ai. Hasta el anime hace más por construir un mensaje sobre el amor que el manga, ocupado incorporando más intereses románticos.

      Saludos

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