Reseña. Iria: Zeiram The Animation

• Año: 1994
• Capítulos: 6 OVAs
• Estudio: Ashi Production
• Género: Acción, Aventura, Ciencia Ficción

Sinopsis

Iria y Gren son dos hermanos que se dedican al oficio de cazarrecompensas, siendo Iria una mera aprendiz y su hermano mayor uno de los mejores. Esta circunstancia explica que Bob, un intermediario, siempre le ofrezca las misiones más peligrosas. En una de estas misiones, ambos tienen que salvar a los pasajeros del Karna, una nave espacial que supuestamente sufrió un accidente. Sin embargo, el contratista está más interesado en que el grupo recupere la carga de la nave: Zeiram, un monstruo alienígena del que se dice es inmortal. Cuando llegan a la nave la mayoría de la tripulación fue asesinada por Zeiram, por lo que deciden librarse de él. El encuentro con el monstruo resulta ser una pesadilla, desapareciendo Gren y escapando Iria por los pelos a la destrucción de la nave. El monstruo, no obstante, sigue viviendo y la corporación que les encargó la misión parece querer ocultar todo lo relacionado con el incidente. ¿Qué pasará con Iria? ¿Qué ocurrió con Gren?

Trama y Desarrollo

Multitud de series de TV y largometrajes anime producidos en las décadas de 1980 y 1990 tenían su origen en el manga o eran proyectos originales. Otros también acudían a la literatura occidental, con Nippon Animation a la cabeza; o las novelas niponas, como las adaptaciones de Yoshiki Tanaka o E&G Films con Slayers (1995). Iria: Zeiram the Animation (1994) es una producción particular porque nace como una precuela de la cinta de imagen real Zeiram (1991), un largometraje del género tokusatsu cuyo éxito permitió generar no solo estas OVAs sino la secuela de imagen real Zeiram 2 (1994). El creador del concepto original de la segunda película y la precuela animada fue Keita Amemiya, director y creador implicado generalmente en franquicias tokusatsu: Kamen Rider, Ultraman, etc. La producción de la animación corrió a cargo de Ashi Production, que no dejó el trabajo de dirección al citado sino a Tetsuro Amino, director veterano en la industria (Iron Leaguer, 1993- 1994; Macross 7, 1994-1995) que también ejerció funciones en el guion y el storyboard.

Iria: Zeiram The Animation es una propuesta que, en muchos aspectos, sigue la línea habitual en cuestión de aciertos y errores presentes en las producciones en vídeo de las últimas décadas del siglo XX. Un panorama que, por cierto, brillaba por la gran capacidad de los animadores, pero que no prestaba mucha atención a una construcción argumental y temática sólidas. Es decir, el guion era un aspecto débil que daba lugar a que los títulos OVA fueran desequilibrados: fabulosas secuencias de animación, pero historias convencionales y huecas. Realidad que explica esa fijación por la acción, donde los animadores podían dar rienda a su habilidad artística en términos de actuación corporal, efectos visuales o fondos animados, pero que llega a ocupar tal espacio en las prioridades que desbalancea el conjunto. La obra en cuestión no se libra de tal destino, pero hay una más que clara diferencia: mientras la mayoría eran títulos que duraban entre 45 y 120 minutos, donde este desequilibrio era increíblemente dañino, aquí hubo suficiente metraje para paliar parte del inconveniente. Y, por supuesto, la obra tiene un par de virtudes que no encuentras en muchos largometrajes y miniseries.

La precuela de Zeiram, al igual que la primera película, nos plantea una pugna entre Zeiram e Iria. Ahora bien, Zeiram se convierte en el foco de interés de todos los personajes involucrados: desde Iria y sus compañeros hasta la corporación responsable, incapaz de manejar la situación. ¿Y quién es Zeiram? Pues es una máquina de matar alienígena, de capacidades sobrehumanas, cuya naturaleza indestructible y capacidad para asimilar a otros seres vivos y generar clones imperfectos de sí mismo lo convierten en un problema internacional, sobre todo porque está fuera de control.

Desde tal perspectiva, la obra realiza una crítica al manejo y supresión del monstruo por parte de la compañía y las autoridades. Al estar en juego sus intereses económicos y el prestigio, actúan ocultando y manipulando los incidentes causados por el extraterrestre. Sus acciones llegan a afectar a inocentes, silenciando a los implicados en la misión mediante un intento de asesinato cuando empiezan a indagar. No obstante, una vez se dan cuenta de que solo les queda destruirlo, los mandamases no dimensionan adecuadamente la amenaza que constituye Zeiram, procediendo de forma incompetente a pesar de las advertencias del Doctor Touka. Si bien podríamos interpretar Iria: Zeiram The Animation como una metáfora de la negligencia empresarial, la realidad es que esta precuela no se esfuerza por elaborarlo más allá de los esquemas habituales. Tal vez lo más interesante fue su crítica contra las autoridades del planeta turístico Taowajan, que aprovecharon el incidente de Zeiram como un pretexto para 'limpiar' a los pobladores Shadow District. Aunque exagerado, todos sabemos que en países del Tercer Mundo los gobernantes toman medidas contra los pobres en favor del turismo.

A pesar de todo, la crítica social ocupa un lugar secundario en la narración. La existencia de Zeiram está unida a la de Iria, una aprendiz de cazarrecompensas que intenta averiguar el paradero de su hermano y exterminar al monstruo responsable de su destino. Semejante a su contraparte de imagen real, la protagonista es una mujer de acción etiquetada como 'tomboy', es decir, una muchacha poco femenina. En especial, por su carácter duro e independiente, así como por su fuerza y habilidad. Una característica que también se refleja en su vestimenta y peinado. Si bien no ejerce un carisma tan notorio como el del personaje interpretado por Yuko Moriyama, esta Iria nos ofrece un personaje con mayor dimensión personal a partir de un arco de maduración —en ocasiones, abordado de forma muy blanda—. Por esa razón, la protagonista es inmadura e impulsiva. Muy palpable en sus interacciones con Fujikuro, el cazarrecompensas cuya camaradería le cuesta salir a relucir ante su avaricia monetaria. Un ejemplo es cuando Fujikuro le roba su presa y esta opta más adelante por darle una 'inofensiva' lección asustándole con un láser.

Ahora bien, el arco de maduración está determinado por la relación con su hermano mayor. Gren era el modelo a seguir de Iria, admirado como un cazarrecompensas de élite que siempre la apoyaba al permitir acompañarlo en sus misiones por creer en su gran habilidad. No obstante, Gren desaparece misteriosamente, teniendo que continuar su carrera profesional en solitario hasta que descubre que su hermano fue absorbido por Zeiram, sin posibilidad de poder restituirlo a su estado anterior. Es decir, su crecimiento está condicionado a la destrucción de Zeiram. Aquí Iria experimenta las frecuentes dudas del héroe que debe asesinar a un ser querido, pasando a ser una responsabilidad ineludible porque Zeiram exhibe una inclinación hacia la heroína como resultado de los recuerdos que subyacen en las células de Gren absorbidas. En esta misión, la presencia de Kei sirve como un buen complemento porque, en ausencia del hermano, su relación con esta pequeña ladrona intenta reproducir parte del vínculo que tenía con él. Ahora, no obstante, Iria se convierte en la hermana mayor y Kei en la menor. O eso me gustaría afirmar. Si bien Kei desempeña en momentos clave el papel de apoyo emocional, Iria no es realmente una mentora como Gren para la niña, ni se concreta un arco de personaje específico para ella. Al menos, agradezco que Kei, de la misma forma que Fujikuro y Bob, no son lastres como Teppei y Kamiya.

En ambas versiones, sin embargo, la prioridad era la acción. Vamos, tal y como lo demuestra la vasta cantidad de metraje empleado para las secuencias de acción que hay en todos los episodios. Desde los enfrentamientos entre Iria y Zeiram hasta los que tienen ambos con las fuerzas humanas y robóticas de Tedan-Teppedai. Todos, por supuesto, con importantes daños materiales al terminar y poniendo contra las cuerdas a los personajes. Si bien la capacidad de Zeiram es insuperable y los ejércitos de la corporación numerosos, nuestra protagonista y sus amigos tienen muchos recursos para vencerlos. Su estilo de combate, caracterizado por su diversidad, me recuerda al del héroe Adlet Mayer, de Rokka no Yuusha (2015). Ambos poseen todo un arsenal de artilugios y armas: bombas, minas, espadas, cuchillas circulares, armas de fuego, aparatos voladores y planeadores, etc. Una particularidad que le distingue de otros títulos de acción basados únicamente en artes marciales o tiroteos, añadiéndole un componente sorpresa. Por ejemplo, Iria, valiéndose de un gancho similar a los utilizados en los juegos de Legend of Zelda y del sistema de ascensores y vanos, pudo alcanzar el piso en el que se escondía el vicepresidente de Tedan-Teppedai.

Un proyecto de este calibre, y tan centrado en la acción, está a la altura en términos de calidad de animación. Aunque no comparable a los títulos OVA más sobresalientes, la obra destaca muy por encima de sus pares de generación. Un factor son los diseños de personaje originales de Masakazu Katsura, que al ser trasladados al anime por Ryunosuke Otonashi conservaron el encanto del genio del dibujo. Hecho que se aprecia más por la extraordinaria consistencia y detalle de la ilustración, sin perjuicio muy evidente durante la acción. Otro punto a favor muy positivo es la concepción de su universo, que combina elementos de tradición oriental (arquitectura, transportes, vestimenta, peinados, etc.) y ciencia ficción futurista (naves espaciales, robots de combate, autos voladores, visores y demás). Como ejemplo tenemos la helimoto, una máquina voladora con sus instrumentos y mandos similares a otros transportes, pero que lleva una sombrilla china. Aquí, por cierto, la dirección le saca partido en sus notables secuencias aéreas a pesar de lo extraño del aparato. Por el contrario, la dirección tiene un inconveniente: su falta de aptitud para dar relieve emocional a partir de la música. Si bien la obra carece de vez en cuando de un ritmo bombástico en las secuencias de acción, la dirección musical es un crimen porque la obra tiene una banda sonora competente en temas musicales intrépidos e intimidantes pero, por alguna razón que no alcanzo a comprender, permanece apagada excepto en los momentos culmen. Inexplicable.

Como remate, la acción es un factor desestabilizador en Iria: Zeiram The Animation. Es decir, su abundancia es tal que adelgaza los cimientos de la historia. Una prueba evidente de esta circunstancia es que el conflicto de Iria y Zeiram podría haberse relatado en una menor cantidad de episodios si redujéramos el metraje de algunos encuentros o eliminásemos otros. Y si decidiéramos reunir una mayor cantidad de acontecimientos importantes en el mismo episodio esto sería aún más indiscutible. Una posibilidad sería el capítulo 4, donde la aventura de Kei podría haber tenido lugar en el capítulo anterior y eliminar las intervenciones del innecesario Komimasa. El descuido también resulta incuestionable cuando analizas algunos giros argumentales como la transformación de Bob en un programa informático. ¿Cuándo logró liberarse de la corporación? ¿Cómo logró hackear el sistema de la corporación? Otros eventos, como la decisión de Fujikuro de continuar la misión en el episodio 1, en vez de darle la vuelta, tampoco tienen sentido porque los riesgos de la misión iban en contra de sus intereses.

Calificación: 7