Reseña: Sailor Moon



  • Año: 1992-1993
  • Capítulos: 46
  • Estudio: Toei Animation
  • Género: Acción, fantasía, magia, romance

La revolución de los astros 

Sinopsis

Usagi Tsukino es una estudiante promedio que normalmente es reprendida por sus amigos y padres por ser una cabeza de chorlito. De forma inesperada, su monótona vida se pone patas arriba cuando salva a un gato con una luna creciente en la frente. El gato, llamado Luna, más tarde revela que ese encuentro no fue un accidente: Usagi está destinada a convertirse en Sailor Moon, una guardián planetaria con el poder de proteger la Tierra. Sin embargo, el Reino Oscuro, sus enemigos, no le pondrán las cosas fáciles porque buscan hacerse con la energía de los seres humanos y, sobre todo, conseguir el Cristal de Plata. Afortunadamente, no estará sola en su misión de impedir los planes de los villanos sino que contrá con la ayuda de varias guerreras con poderes mágicos.

Trama y Desarrollo

Dentro del nekketsu, Dragon Ball (1986) es el principal exponente por razón de su popularidad e influencia. Sin embargo, no es la única obra relevante dentro del manga y anime. Un ejemplo evidente es Sailor Moon, la serie cuya primer temporada voy a reseñar. El nacimiento del género magical girl en el anime se remonta a la segunda mitad de los 60, pero Sailor Moon (1992-1993) pertenece a un subgénero llamado “Magical Girl Warriors”. De obras anteriores toma varios elementos como el protagonismo femenino, el uso de objetos mágicos para activar el poder, la existencia de una mascota y la posesión de una identidad secreta para evitar ser descubiertas por conocidos y villanos. Sin embargo, introduce otros elementos nuevos que merece la pena comentar.

Uno de los más importantes es tomado de las series Super Sentai y el manga shonen: el concepto de un grupo de guerreros que luchan en equipo contra el mal usando su propia fuerza y poder. No obstante, lo hace desde una óptica  femenina, ya que el argumento incluye una importante carga romántica y la exaltación de valores como el amor o la bondad. La obra que incorporó dichos elementos sería una creación de la mangaka Naoko Takeuchi, cuya obra ganó muy pronto popularidad y fue adaptada por Toei. A pesar de ser una producción con bajo valores productivos que lleva a cabo muchísimos cambios e intervenciones respecto al manga, esto no le impidió volverse el gran referente que fue y es hoy en día. Al menos, nadie podrá negar que sí tuvo suerte al ser dirigida por varios portentos como Junichi Satou, director de la primera temporada; y Kunihiko Ikuhara, director a cargo de varios episodios como el desternillante capítulo 31.

Sailor Moon es una serie que nos cuenta la historia de Usagi Tsukino y sus amigas, quienes luchan contra el Reino Oscuro para salvar el mundo de la destrucción. Como muchas de su época, estamos ante una serie que utiliza la fórmula del monstruo de la semana. Aproximadamente la mitad de los episodios son relleno, con nulos o mínimos cambios en relación a la progresión de la trama principal. Sin embargo, vemos cierta progresión en la incorporación de nuevos integrantes para el equipo, la sustitución de los antagonistas, la construcción de más de un romance, entre otras pequeñas cuestiones que añaden algo de movimiento. Si bien las más importantes tienen que ver con el pasado de los Sailor y la relación con Mamoru. Con todo, el progreso con mucha mucha parsimonia. La mayor parte de la culpa se encuentra en la falta de pistas para completar sus objetivos como la búsqueda de la Princesa Luna. No obstante, mejora algo pasada la primera mitad, con un sentido más fuerte de la continuidad.


Pero volviendo a esta lucha del bien contra el mal, los villanos llevan a cabo diversas acciones para robar la energía de los seres humanos o encontrar el Cristal de Plata. Dichos antagonistas son demonios a las órdenes de un lugarteniente de la soberana del Reino Oscuro. Prácticamente todos tienen la misma personalidad, por lo que no merece perder tiempo con ellos. Por el contrario, los súbditos directos de la reina dan más para hablar. Todos comparten el hecho de ser hombres hermosos de porte elegante con nombres de gemas. Sin embargo, hay más particularidades. Dejando a un lado a Jadeite, quien es un minion que se dedica a abrir negocios para sus planes, los tres restantes son más destacables. Sea Nephrite, con su cambio de la maldad a la bondad por medio del amor; o sean Zoisite y Kunzite, que son dos amantes en una relación desigual. Cabe señalar que aún cuando desaparece Zoisite, buscan una rivalidad con Endimion para reforzar a Kunzite. Lástima que Beryl no pueda ser igual de aceptable. La reina es un villano genérico cuyo único aspecto positivo es su presentación.

¿Y qué podemos decir de sus enfrentamientos? Las batallas suelen consistir en luchas entre nuestras heroínas y el villano de turno. En un principio, la clave radica en emplear el ataque especial de Usagi pero a medida que pasa el tiempo se vuelve un trabajo en equipo donde unas se apoyan a las otras. Sin embargo, no puedo decir que los combates sean muy interesantes por varios motivos. En primer lugar, estamos ante la clásica serie de larga duración caracterizada por sus recursos de animación limitada. El frame rate es muy bajo, por lo que el movimiento está menguado. De ahí que vayas a ver muchas imágenes estáticas a las que se añaden paneos, zooms y otros movimientos de cámara. Otras técnicas muy comunes son la utilización de líneas de velocidad e impacto o la repetición de la misma acción. 


No obstante, lo peor es el reciclaje de las famosas secuencias de transformación o de ataque de las heroínas. En un principio, me encantaban al igual que las que usaban en Digimon (1999). Durante la transformación cambian de traje, obteniendo faldas, medias, botas, tacones, guantes, accesorios, entre otros; y adoptan poses sensacionales que muchas han querido imitar. Lo mismo al lanzar sus ataques especiales. Cada una es diferente a las demás. El problema es que a uno le hace gracia las primeras diez veces, luego se vuelve agotador. Fuera del combate, los villanos también emplean animaciones recicladas. Entre una cosa y la otra consumen unos 3 o 4 minutos del episodio. El factor repetición, sin embargo, trae algo más importante: la esquematización. Con ello quiero decir que hay un esquema casi inmutable que consiste en: 1. El villano aparece y pone a las Sailor en aprietos 2. Mamoru tira una rosa para evitar un golpe fatal (no vuelve a hacer nada útil) 3. El grupo termina con sus ataques especiales, dejando a Usagi en último lugar. Si a esto le sumamos lo limitado de los conflictos, sin apenas acciones independientes destacables y donde parece que toman turnos para golpear se entiende el hastío a largo plazo.

Seguro que muchos creen que ahora debería hablar sobre las diversas incoherencias de la serie, ya que tiene unas cuantas. Véase que nadie es capaz de reconocer a las heroínas transformadas a pesar de que tienen los mismos rasgos y voz, transformarse en lugares donde pueden ser fácilmente vistas por otros, caer siempre en ofertas falsas y servicios gratis o la incompetencia de los antagonistas al enviar a sus subordinados de uno en uno en vez de juntarse un gran número. Dichas incongruencias puedo pasarlas por alto gracias al tono alegre, optimista e incluso infantil del anime. Al menos en esta temporada, raras son las ocasiones en que la atmósfera se vuelve demasiado seria, exceptuando algunos momentos de peligro que normalmente tienen que ver con los enfrentamientos finales con los líderes. 

En la mayoría de los capítulos, las interacciones cómicas entre Usagi y sus amigas ocupan el primer lugar. Nosotros las vemos en todo tipo de situaciones, compartiendo su tiempo juntas. Durante esos momentos, uno se ríe mucho con ellas. Parte de su humor podría catalogarse como slapstick, ya que hace uso de una gran variedad de expresiones caricaturescas como bocas abiertas, ojos como platos, lágrimas, líneas verticales de malestar o desagrado, corazones, gotas de sudor, ceño fruncido, etc. A esto le vino bien que los diseños de personaje fueran de formas redondeadas y suaves, a diferencia del manga que luce muy diferente. También hay algunas situaciones o chistes recurrentes como las discusiones entre Usagi y Marte o los lloros de Usagi. 


Mis situaciones favoritas serían aquellas en que la situación requiere una buena respuesta y Usagi, en plan optimista y despreocupado, suelta alguna ocurrencia de las suyas, lo cual provoca el enfado o estupefacción de las demás. Un ejemplo sería el capítulo tres donde los chicos conversan sobre el estado de sueño de la profesora en términos de gravedad, pero Usagi en vez de pensar que es algo malo dice que le gustaría tener lo mismo para dormir más. Por otro lado, las respuestas dirigidas a reprender o burlarse del comportamiento e ideas de Usagi son igual de buenas. Esta vez el ejemplo sería del capítulo cuatro donde Luna dibuja a Usagi gorda para ilustrar lo que le ocurrirá si ella no adelgaza. Sin embargo, debo decir que, en algunas ocasiones, la comedia es demasiado abundante y algunos chistes y situaciones recurrentes provocan hastío y apatía con el tiempo. 

Tal como he dicho al principio, la serie también cumple con su tarea de transmitir mensajes e ideas positivas que animen y agraden al público. Para nada es casualidad la constante reiteración de las palabras amor, justicia, amistad, compañerismo, etc. Si bien es infantil, es adecuado para el público que tenía, sin quitarle la falta de sutileza de querer gritarlo y decirlo abiertamente. Desde mi punto de vista, al menos, no llegaban a ser muy cursis e idiotas como otras series del mismo estilo. Desde luego no da tanto la impresión al oscurecerse la trama. Y curiosamente, las series magical girl de la época cada vez tienen menos de esto, así que es una bendición. Hablaría también del romance, pero no es muy sorprendente si ya has visto shojos románticos. Algunas relaciones son predecibles, otras muy simples, etc. Una singularidad es que a casi todas intentan conseguirle algún interés romántico. Me preguntarán si el fanservice merece la pena mencionarlo, pero diría que no. Solo consiste en que las chicas lleven poca ropa para enseñar algo de cacho, especialmente sus largas piernas.

Por último, habría que mencionar la historia de que está conectada con el Reino de la Luna. En su tiempo tuvo que ser muy impactante porque el tono del anime parecía indicar que solo se trataba de una obra cómica e infantil. Sin embargo, se introducen términos como reencarnación y destino, así como se habla de las vidas pasadas de las Sailor Moon y el Hombre del Antifaz. Sin duda, esto no era lo más común en series para niñas y por eso dio tanto de que hablar. Pero lo más sorprendente sería como estas revelaciones van tiñendo la trama de negro, oscureciéndose también por eventos trágicos y desgraciados como la muerte de Nephrite o la desaparición de Mamoru. Hasta provocan cierto impacto negativo en los personajes que ahora experimentan grandes dosis de dolor y tristeza cuando hasta hace poco les parecía divertido actuar como heroínas.

Personajes

Descontando a los personajes secundarios que aparecen y desaparecen en el mismo episodio, Sailor Moon posee un elenco muy extenso, compuesto fundamentalmente de sus guerreras. En general, todas son chicas simpáticas y encantadoras, tanto por su personalidad como por su aspecto exterior, sobre todo al transformarse. Y al haber variedad suficiente, a nadie le extraña que chicos y chicas tuvieran sus favoritas. Unas querían llegar a ser como ellas, otros nos enamoramos de alguna de las muchachas. En mi caso me gustaba Mercurio. Por otro lado, sus interacciones son muy divertidas y graciosas, provocando que lo pases muy bien viéndolas. Incluso cuando no están juntas sino que se relacionan con otros personajes como familia, novios, amigos, compañeros de clase, etc. De ahí que vivan todo tipo de experiencias y hablen de casi todo, aunque normalmente inciden más en el tema amoroso, pero bien te puedes encontrar capítulos donde van de rebajas, compran mascota, escuchan música, etc.


El protagonismo suele estar en manos de Usagi, quien obtiene mucha más atención que el resto de las chicas. Si bien es cierto que todas reciben de vez en cuando algún episodio dedicado a ellas, Usagi sigue estando muy presente y no habría estado mejor dejarla descansar un poco. Por otro lado, odas tienen cierto desarrollo de personaje, aunque no afecta demasiado a su personalidad sino más bien a sus relaciones con las personas a su alrededor. Véase esos noviazgos. No obstante, también aprenden ciertas cosas, fruto de su labor como heroínas como saber trabajar en equipo. Algunas experiencias también ayudan mucho a los personajes como Mercurio, quien aprende a divertirse de otras maneras que sean solo mediante el estudio.

Calificación: 7

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2 Comentarios

  1. ¡Excelente reseña amigo mio! Reseñaras la nueva versión? Tengo entendido que ea versión sigue la historia original del manga. Seria genial poder ver como analizas las diferencias y similitudes de ambas.
    ¡Un abrazo!

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    Respuestas
    1. Buenas, no creo que haga eso porque solo acabé la primera temporada de la serie antigua como indico en la reseña. Me agradó bastante la serie, pero se me volvía algo repetitiva por el tema romántico y las secuencias de transformación y ataque. Seguro que las próximas van mejorando, pero le daré una pausa. Hay en Youtube una reseña de Sailor Moon donde comenta un poco las diferencias entre la versión vieja y el manga y el nuevo anime. Por si te interesa: https://www.youtube.com/watch?v=ooPtbjE6Xdk

      Saludos

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