Parece que últimamente estoy interesado en la animación japonesa de carácter antiguo, ¿no? Bueno interesado sí, pero entusiasmado no. Yo tomo este interés repentino en la animación antigua como un modo de indagar en la historia del anime y sus raíces más profundas, más que para disfrutar de las series que ofrecían los estudios de ese momento. Existen ciertos inconvenientes -que mencionaré más adelante- del porqué no me motivan mucho este tipo de series. Antes, sin embargo, quiero hacer una breve introducción sobre que se hacía antes de los años 60 en el campo de la animación japonesa (si cometo alguna clase de fallo histórico hagan bien en recordármelo).
Sí, existían muchas muestras de este arte en Japón. No es algo que surgiera en esa década de repente como creen muchos sino que ya había precedentes. Empezando por algún punto, la primera muestra de animación japonesa aparece en 1917: Dekoboko Shin Gachou: Meian no Shippai. Este se trata de un corto cómico de unos 5 minutos dirigido por Hekoten Shimokawa, uno de los pioneros del anime. A este primer corto animado le seguirían otros cuantos más en los años 1917 y 1918 por otros pioneros y artistas como Seitarou Kitayama o Junichi Kouchi. Más tarde, habría una gran sequía en el medio y no se reanudaría la producción de cortos animados hasta casi diez años después, aunque la producción alcanzaría cotas más altas entre 1933 y 1935. A partir de ahí, la animación tendría un carácter intermitente pasando de no producir nada algunos años a salir bastantes cortometrajes en otros. Muchos de estos cortos que salían eran propaganda bélica. En 1945, surgió el primer largometraje de animacion con audio y voces: Momotaro Umi no Shinpei. Aunque como tantos otros era una película propagandística en favor del bando japonés en la II Guerra Mundial. El ritmo intermitente seguía persistiendo en este gran arte, aunque ahora había cortos de mayor duración.
No sería hasta finales de los años 50 que la cosa empezaría a cambiar cuando nació el estudio conocido como Toei. Por aquel entonces y hasta que llegara 1963, se llevaba el adaptar cuentos populares, leyendas orientales o ideas originales. Algunas de las películas que hizo Toei por ese tiempo fueron Hakujaden (la primera película a color y un éxito), Shounen Sarutobi Sasuke, Sinbad no Bouken y Saiyuuki. En esta última película trabajó el gran Osamu Tezuka, el cual dejaría de trabajar para Toei y fundaría su propio estudio: Mushi Production. Gracias a que contaba con un enorme compendio de obras manga creadas por él pudo competir durante toda la década de los 60 contra Toei. Por debajo de estos dos aparecieron otros estudios como Eiken o Tatsunoko Production. En esta competición salió una de las obras más famosas en la historia: Astroboy (1963). Esta longeva serie fue la primer serie animada y cosechó una enorme popularidad. Esto hizo que los estudios se dieran cuenta del valor del manga como una fuente de donde obtener ideas y adaptar historias exitosas. Ejemplos de esto serían Tetsujin 28-gou, La Princesa Caballero o Kimba, el León Blanco (primer serie animada a color). Entre los géneros que proliferaban destacan claramente la ciencia ficción (Cyborg 009), la comedia (Osomatsu-kun y Obake no Q-tarou) y el género de aventuras y acción protagonizado por héroes. Más adelante, en los últimos años de los 60, surgieron nuevos géneros (shoujo, sobrenatural y terror, y deportes) de la mano de Sally, la Bruja (primer anime dirigido a un público femenino), Gegege no Kitarou y Kyojin no Hoshi. Otros títulos famosos fueron Tiger Mask y la eterna Sazae-san. Esta última serie sigue emitiéndose de forma continuada desde 1969, ganándose el premio a la serie animada más longeva de la historia de la animación mundial.
Otras series longevas y de más o menos éxito fueron Mach GoGoGo (en España y Latinoamérica se recuerda), Harisu no Kaze, Perman, Kaibutsu-kun, Los Secretos de Akko, Muumin, Inakappe Taishou, Otoko Dahou! Koushien, Las Aventuras de Hutch la abeja y Otoko Ippiki Gaki Daishou (mayormente comedia y deportes).
Otras series longevas y de más o menos éxito fueron Mach GoGoGo (en España y Latinoamérica se recuerda), Harisu no Kaze, Perman, Kaibutsu-kun, Los Secretos de Akko, Muumin, Inakappe Taishou, Otoko Dahou! Koushien, Las Aventuras de Hutch la abeja y Otoko Ippiki Gaki Daishou (mayormente comedia y deportes).
Dicho esto quedan un par de características propias de estas series de antaño y que me gustaría criticar. Uno de sus rasgos es que se tratan en su mayoría de productos infantiles o que podrán disfrutar más los niños. Como es sabido, no suelen centrarse en la calidad y su objetivo es entretener a los más pequeños e inculcar unos valores adecuados. Pasó bastante tiempo hasta que se hicieron animes con historias más adultas como Lupin III. Otro rasgo notorio es la cantidad anormal de capítulos que cualquiera de estas series, siendo habitual pasar de los 52 episodios o, en más de una ocasión, los 100 episodios. Siguiendo una fórmula repetitiva y un formato episódico donde no tiene importancia saltarse diez o veinte episodios y, por lo tanto, se da a entender que no hay ninguna clase de desarrollo de personajes. Finalmente, está el último problema de la época: los valores productivos. No se podía pedir mucho tampoco porque aún la industria estaba desarrollándose, pero lo técnico daba bastante pena. Bueno hablaré de algunas que he visto estas últimas semanas:
-Tetsujin 28-gou
Estamos ante el precursor del género mecha. Vamos el primer anime sobre robots gigantes y la segunda serie animada en ser emitida. Como Astroboy, pertenece al género de la ciencia ficción y trata sobre un chico llamado Shotaro, un niño detective, que lucha contra el crimen organizado con la ayuda de su compañero robot manejado por medio de un reloj que funciona como control remoto. Por lo que tenemos al clásico chico de buen corazón y su buen compañero robot luchando contra el mal en misiones con escasa continuidad. Una fórmula que se repetiría en tantas series posteriores debido en parte a esta simpleza que permitía que historias parecidas pudieran copiarla e introducir ideas nuevas.
En cuanto a los personajes, cabe decir que su protagonista sirvió de estereotipo para crear otros personajes. Un chico mono y algo maduro para su edad que podía pilotar un robot suena algo interesante. Y vaya si lo fue porque solo hay que ver como en el género de los mechas hay muchos niños o adolescentes que por azares del destino son elegidos para pilotar un poderoso mecha. En comparación con Atom de Astroboy, Shotaro tenía la ventaja en ser una persona normal con la que audiencia pudiera identificarse. Si bien yo prefiero a Atom por empatizar más con su deseo de ser aceptado por su padre y ganarse la simpatía de los demás, Shotaro era más identificable para la audiencia infantil que le encantaría tener un robot gigante en sus manos.
-Kimba, el León Blanco
En algún lugar selvático del continente africano, sigue rigiendo la ley del más fuerte y los animales viven en libertad, aunque los seres humanos y ciertos animales influyen en su hábitat. En defensa de los animales de la selva, un león blanco llamado César se ocupaba de que todo fuera como es debido. Pero un día es atacado por unos cazadores y el gran león muere, dejando a su pequeño hijo, Kimba, la tarea de líder y de resolver los problemas de su gente.
Como decía antes, estamos ante la primer serie animada a color y que empleó algunas técnicas nuevas, aunque claro la fluidez de la animación era terrible. En cuanto a la historia no hay mucho que contar más allá de su sinopsis. Kimba es el líder del grupo de animales de la selva y este, en cada episodio, debe ocuparse de proteger a los animales y de solucionar sus problemas, haciendo grandes hazañas y enfrentándose a algunos peligros. Como otras obras de Osamu Tezuka, la obra es rica en valores y enseñanzas como la protección de la naturaleza, la colaboración y el trabajo en equipo, etc Pero padece todos los problemas que mencioné arriba y puede ser bastante superficial en sus temas y en la manera de mostrarlos. En cuanto a los personajes, tenemos al pequeño león, un animal valiente, bondadoso y responsable; el papagayo malhumorado, un ave que pierde la paciencia fácilmente y le cuesta guardar secretos; y la gacela, un animal poco espabilado e inteligente. No he visto muchos de sus episodios porque no encontré muchos sueltos por ahí, así que no añadiré más.
-Sazae-san
Sazae-san se concentra en contar historias sobre la vida de una familia japonesa y otros personajes. Entre ellos destaca Sazae Isono, la cual está casada y tiene un hijo pequeño.
Parece que los japoneses no desean el traslado de esta serie a otros parajes del mundo porque apenas he visto capítulos traducidos a otro idioma que no sean el japonés. Quizá se deba a que lo tratan como un patrimonio exclusivo de su país, no lo sé. El caso es que como muy bien dice la sinopsis, el anime trata sobre el día a día de esta familia tradicional japonesa. Un slice of life en toda regla que está condimentado con algo de humor para hacerlo más llevadero. Obviamente tiene buenos valores que ofrecer, aunque nada especial. Y después de ver tres episodios puedo decir algo claramente sobre ella: es un somnífero. Voy a plantearte lo siguiente: ¿Tú verías cada semana un resumen de 20 minutos de lo que haces cada día, aunque no haya nada fuera de lo común? Yo creo que no. Si por algo la gente ve animación es porque nos ofrece mundos fantásticos, personajes increíbles o retos a superar. Aquí no hay nada de eso. No hay ninguna clase de conflicto o problema grave que afronten los personajes. Es como ver una grabación de lo que haces tú, yo o el vecino. Más aburrido no puede ser. Alguno podrá decir que si tiene más de 6000 capítulos por algo será, pero ya te digo yo que no. Los japoneses son bastante conservadores y esta serie ya sigue por pura inercia.
-Sally, la bruja
Sally es una brujita que vive en el Mundo de la Magia, pero le atrae el mundo humano. En cambio, sus estrictos padres no sienten interés por los humanos y la obligan a estudiar, por eso decide escaparse y visitar a los humanos. Al llegar ahí, no tarda mucho en conseguir forjar una amistad con un par de niñas e ir al mismo colegio que ellas. Pero su familia no la dejará en paz y envía a su hermano Cub y otros personajes para que vuelva.
Esta serie se emitía, en su tiempo, en blanco y negro, pero eso no le quitaba mucho encanto. Para empezar, su opening es muy agradable y pegadizo. Tanto que me daban ganas de cantarlo. En cuanto a la historia era obvio que iba a ser una serie episódica sin mucha continuidad, pero se deja ver gracias a que es bastante cómica. La fórmula del anime suele consistir en que Sally, sus vecinos o compañeros de escuela se ven involucrados en líos de todo tipo. Normalmente, estos son causados por la ingenuidad y desconocimiento de Sally, la cual ignora muchas cosas sobre la sociedad; o bien ocurre por la estupidez y ganas de meterse en problemas de los personajes secundarios. Algunos de estos son Cub o los trillizos que suelen pelearse entre ellos o intentan gastarse bromas que por lo general acaban en numerosos golpes y más conflictos. También ocurre el caso de que Sally se topa con algún idiota o matón y esta termina por darle su merecido usando su magia. Normalmente, el uso de la magia está muy presente y puede hacer prácticamente de todo. Es decir, los problemas se solucionarán con ella.
Como era previsible, la serie termina por hacerse repetitiva o monótona con tantos episodios. A esto tampoco ayudan los personajes que se definen más por ser unos cretinos o buscapleitos que por alguna clase de rasgo positivo. Además de que es incluso demasiado inverosímil que nadie caiga en la cuenta de que Sally usa magia todo el rato. No obstante, sirve perfectamente para pasar el rato e introduje ideas importantes para posteriores shojos como las transformaciones o las mascotas monas como compañeros.
-Tetsujin 28-gou
Estamos ante el precursor del género mecha. Vamos el primer anime sobre robots gigantes y la segunda serie animada en ser emitida. Como Astroboy, pertenece al género de la ciencia ficción y trata sobre un chico llamado Shotaro, un niño detective, que lucha contra el crimen organizado con la ayuda de su compañero robot manejado por medio de un reloj que funciona como control remoto. Por lo que tenemos al clásico chico de buen corazón y su buen compañero robot luchando contra el mal en misiones con escasa continuidad. Una fórmula que se repetiría en tantas series posteriores debido en parte a esta simpleza que permitía que historias parecidas pudieran copiarla e introducir ideas nuevas.
En cuanto a los personajes, cabe decir que su protagonista sirvió de estereotipo para crear otros personajes. Un chico mono y algo maduro para su edad que podía pilotar un robot suena algo interesante. Y vaya si lo fue porque solo hay que ver como en el género de los mechas hay muchos niños o adolescentes que por azares del destino son elegidos para pilotar un poderoso mecha. En comparación con Atom de Astroboy, Shotaro tenía la ventaja en ser una persona normal con la que audiencia pudiera identificarse. Si bien yo prefiero a Atom por empatizar más con su deseo de ser aceptado por su padre y ganarse la simpatía de los demás, Shotaro era más identificable para la audiencia infantil que le encantaría tener un robot gigante en sus manos.
-Kimba, el León Blanco
En algún lugar selvático del continente africano, sigue rigiendo la ley del más fuerte y los animales viven en libertad, aunque los seres humanos y ciertos animales influyen en su hábitat. En defensa de los animales de la selva, un león blanco llamado César se ocupaba de que todo fuera como es debido. Pero un día es atacado por unos cazadores y el gran león muere, dejando a su pequeño hijo, Kimba, la tarea de líder y de resolver los problemas de su gente.
Como decía antes, estamos ante la primer serie animada a color y que empleó algunas técnicas nuevas, aunque claro la fluidez de la animación era terrible. En cuanto a la historia no hay mucho que contar más allá de su sinopsis. Kimba es el líder del grupo de animales de la selva y este, en cada episodio, debe ocuparse de proteger a los animales y de solucionar sus problemas, haciendo grandes hazañas y enfrentándose a algunos peligros. Como otras obras de Osamu Tezuka, la obra es rica en valores y enseñanzas como la protección de la naturaleza, la colaboración y el trabajo en equipo, etc Pero padece todos los problemas que mencioné arriba y puede ser bastante superficial en sus temas y en la manera de mostrarlos. En cuanto a los personajes, tenemos al pequeño león, un animal valiente, bondadoso y responsable; el papagayo malhumorado, un ave que pierde la paciencia fácilmente y le cuesta guardar secretos; y la gacela, un animal poco espabilado e inteligente. No he visto muchos de sus episodios porque no encontré muchos sueltos por ahí, así que no añadiré más.
Calificación: 5
Sazae-san se concentra en contar historias sobre la vida de una familia japonesa y otros personajes. Entre ellos destaca Sazae Isono, la cual está casada y tiene un hijo pequeño.
Parece que los japoneses no desean el traslado de esta serie a otros parajes del mundo porque apenas he visto capítulos traducidos a otro idioma que no sean el japonés. Quizá se deba a que lo tratan como un patrimonio exclusivo de su país, no lo sé. El caso es que como muy bien dice la sinopsis, el anime trata sobre el día a día de esta familia tradicional japonesa. Un slice of life en toda regla que está condimentado con algo de humor para hacerlo más llevadero. Obviamente tiene buenos valores que ofrecer, aunque nada especial. Y después de ver tres episodios puedo decir algo claramente sobre ella: es un somnífero. Voy a plantearte lo siguiente: ¿Tú verías cada semana un resumen de 20 minutos de lo que haces cada día, aunque no haya nada fuera de lo común? Yo creo que no. Si por algo la gente ve animación es porque nos ofrece mundos fantásticos, personajes increíbles o retos a superar. Aquí no hay nada de eso. No hay ninguna clase de conflicto o problema grave que afronten los personajes. Es como ver una grabación de lo que haces tú, yo o el vecino. Más aburrido no puede ser. Alguno podrá decir que si tiene más de 6000 capítulos por algo será, pero ya te digo yo que no. Los japoneses son bastante conservadores y esta serie ya sigue por pura inercia.
Calificación: 4
Sally es una brujita que vive en el Mundo de la Magia, pero le atrae el mundo humano. En cambio, sus estrictos padres no sienten interés por los humanos y la obligan a estudiar, por eso decide escaparse y visitar a los humanos. Al llegar ahí, no tarda mucho en conseguir forjar una amistad con un par de niñas e ir al mismo colegio que ellas. Pero su familia no la dejará en paz y envía a su hermano Cub y otros personajes para que vuelva.
Esta serie se emitía, en su tiempo, en blanco y negro, pero eso no le quitaba mucho encanto. Para empezar, su opening es muy agradable y pegadizo. Tanto que me daban ganas de cantarlo. En cuanto a la historia era obvio que iba a ser una serie episódica sin mucha continuidad, pero se deja ver gracias a que es bastante cómica. La fórmula del anime suele consistir en que Sally, sus vecinos o compañeros de escuela se ven involucrados en líos de todo tipo. Normalmente, estos son causados por la ingenuidad y desconocimiento de Sally, la cual ignora muchas cosas sobre la sociedad; o bien ocurre por la estupidez y ganas de meterse en problemas de los personajes secundarios. Algunos de estos son Cub o los trillizos que suelen pelearse entre ellos o intentan gastarse bromas que por lo general acaban en numerosos golpes y más conflictos. También ocurre el caso de que Sally se topa con algún idiota o matón y esta termina por darle su merecido usando su magia. Normalmente, el uso de la magia está muy presente y puede hacer prácticamente de todo. Es decir, los problemas se solucionarán con ella.
Como era previsible, la serie termina por hacerse repetitiva o monótona con tantos episodios. A esto tampoco ayudan los personajes que se definen más por ser unos cretinos o buscapleitos que por alguna clase de rasgo positivo. Además de que es incluso demasiado inverosímil que nadie caiga en la cuenta de que Sally usa magia todo el rato. No obstante, sirve perfectamente para pasar el rato e introduje ideas importantes para posteriores shojos como las transformaciones o las mascotas monas como compañeros.
Calificación: 4
6 Comentarios
Es impresionante lo de Sazae-san!! Salvo excepciones, encuentro que los slice of life son aburridos, con 6000 capítulos de esto me muero!
ResponderEliminarMuy buena entrada, me encantó =)
Saludos!
Digamos que los slice of life de ahora, en general, son aburridos porque no tienen ningún tipo de foco o quieren llegar a algún objetivo. Sin embargo, tienen posibilidades para hacer un montón de casos que la mayoría desaprovecha. Pero te insto a darle una oportunidad a Shouwa Genroku Rakugo Shinjuu. Probablemente sea la mejor serie del año y es un anime que relata la vida de dos artistas especializados en un subgénero del teatro.
EliminarVaya que es interesante esto de la historia del anime, pero siendo honestos yo no tengo lo necesario para ver animaciones tan antiguas y menos la de Sazae-san, el único slice of life que he visto es Barakamon y Rakugo. Por otro lado si me da curiosidad ver la de Astroboy.
ResponderEliminarEn fin muy buen trabajo, es muy interesante de leer y aprender un poco más nunca viene mal.
Saludos.
Por mi parte, te recomendaría evitar cualquier serie de los 60 más allá de ver un par de episodios si tienes curiosidad. En el caso de Astroboy tiene la friolera suma de casi 200 episodios. Creo que hay otras versiones que son lo mismo en 1980 y 2003 que ya solo tienen 50 episodios.
Eliminardonde puedo encontrar anime de los 60?
ResponderEliminarDepende de lo que busques, pero la mayoría no está disponible en español.
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