Reseña: Devilman (OVAs)


Sinopsis

En tiempos antiguos, los demonios dominaban la Tierra y luchaban entre ellos hasta la muerte en un proceso de evolución sin límites. Pero con la llegada de la época glacial la mayoría quedaron congelados y encerrados en bloques de hielo, aunque aún no habían muerto. Miles de años después, una expedición al polo Sur descubre a estas criaturas monstruosas congeladas en el hielo. En concreto, los exploradores eran los padres de Akira Fudo, quienes acaban asesinados por ellos. Poco después el joven Akira se encuentra con su antiguo mejor amigo, Ryo Asuka, quien tras mucho tiempo sin verse le dice que necesita enseñarle algo importante. Ryo le cuenta sobre la existencia de los demonios y como estos planean volver a tomar el control del mundo. Ante esta situación solo les queda apostar por fusionarse con uno de ellos para poder derrotarlos. ¿Podrán conseguirlo y evitar la muerte de sus seres queridos?

Trama y Desarrollo

Devilman (1972-73) es un manga de 5 tomos realizado por Go Nagai que se convirtió en una pieza fundamental en la historia del manga, influenciando a grandes títulos como Bio-Booster Armor Guyver (1985-), Berserk (1989-) o Parasyte (1989-95). Su aparición en la animación tuvo lugar muy pronto, estrenándose de forma simultánea al manga la serie de TV Devilman (1972-73). No obstante, la serie de 39 episodios difería sustancialmente del cómic, adoptando la fórmula episódica del “monstruo de la semana” al estilo de las producciones Kyodai Hero como Ultraman. El contenido violento y oscuro de Devilman no era apropiado para el anime de los años 70, enfocado en el público infantil y familiar. Su momento llegó con la irrupción del Original Video Animation (OVA), es decir, producciones creadas específicamente para su lanzamiento en vídeo. Su mayor baza era su ausencia de censura, por lo que la violencia y el sexo estaban al orden del día.

Estas circunstancias tan propicias dieron lugar, por fin, a la adaptación del manga en 2 OVAs: Devilman: The Birth (1987), que narra la historia hasta el nacimiento de Devilman (es decir, adapta el primer tomo), y Devilman: The Demon Bird (1990), que describe el enfrentamiento entre Devilman y Sirene del segundo tomo (y agregando el capítulo de Jinmen). Al igual que otros títulos OVA, la adaptación de Oh! Production, dirigida por Tsutomu Iida, debió realizar una labor de selección con el contenido del manga: omitir algunos pasajes, abreviar parte de las explicaciones y reorganizar algunos eventos. En particular, los cambios más importantes se hicieron en el segundo OVA, donde se introduce en primer lugar el conflicto de Jinmen del tercer tomo en sustitución de los eventos iniciales del segundo tomo. Por desgracia, y a pesar de la razonable fidelidad del anime, ⅗ partes del manga no fueron adaptadas. Esta adaptación incompleta iba a seguir, produciendo un capítulo final llamado: Devilman: Armageddon, pero el presupuesto de 120 millones de yenes que se había preparado no convenció al director.


Sin duda, el carácter incompleto del proyecto afecta negativamente al conjunto, pero el anime de Oh! Production sobresale dentro del catálogo en vídeo de obras de terror y acción de 1980 y 1990. En términos audiovisuales, Devilman está en la misma liga que los mejores títulos de uno de los estudios más competentes de la segunda mitad de la década de 1980: AIC (Fight!! Iczer-1, 1985; y Dangaioh, 1987). Uno de los cambios respecto al manga fue su actualización a tiempos modernos, buscando una mayor moderación estética en lugar de la expresividad tan radical de Nagai. Aquí Kazuo Komatsubara, diseñador de personajes de la serie de Devilman de los años 70, opta por diseños de personajes humanos más correctos en sus proporciones y más sobrios en su expresión corporal. Los demonios también son afectados por esta decisión, aunque sin restarles diversidad morfológica: dientes afilados, aguijones, alas de murciélago, cuernos, tentáculos, pústulas colgantes, cuellos interminables y demás. Muchos de ellos son monstruos humanoides, aunque hay más perfiles gracias a su inspiración en distintos tipos de animales y seres monstruosos. 

Lo interesante, sin embargo, son las secuencias que involucran a los demonios. El director de animación, Masahiro Andō, realizó un trabajo de supervisión espectacular. Ambas OVAs son un portento en términos de animación metamórfica, un tipo de animación que sobresale sobre todo en los flashback de la prehistoria demoníaca y el aquelarre en el sótano de Ryo. Aquí los villanos se convierten en seres grotescos cuando se fusionan con otros miembros de su misma especie o poseen a otros seres humanos. Un ejemplo es la secuencia realizada por Andō en el sabbath, donde una joven rubia va convirtiéndose en un ser repugnante al salirse un ojo de la órbita y mutar sus pechos en fauces babeantes. Por su parte, el segundo capítulo centra más la atención en las secuencias de acción, sobre todo contra Sirene. La primera fase del conflicto ofrece otro espectáculo de animación metamórfica, pero con la intención de aprovecharlo en el campo de batalla gracias a las habilidades acuáticas y de fusión con la materia de Agwel y Gelmer. La segunda etapa es una batalla muy reñida donde Sirene usa básicamente sus garras y poderes psíquicos para dañar a Devilman recurriendo al factor sorpresa y los elementos del entorno (cristales, troncos, etc). Es decir, juega con la animación de escombros y efectos, con algunos cortes brillantes como la compleja rotación de Toshio Kawaguchi en el rascacielos.

Desde una óptica temática, The Birth y The Demon Bird plantean cuestiones diferentes por lo que es apropiado realizar su análisis por separado. The Birth, el primer episodio, se centra en la evolución de Akira Fudō como individuo. Desde el ser humano pacifista hasta el demonio belicista. Sin embargo, ¿Cómo llegó hasta ahí? Pues bien, hubo todo un desarrollo para llegar hasta ahí. La casilla de inicio se encuentra en el pleito entre el protagonista y los matones del colegio, los cuales intentaban utilizar a los conejos como diana mortal. Aquí Akira demuestra ser un pacifista con un corazón compasivo y puro, ya que trata de defender al conejo que está vivo a costa de sufrir una paliza. Su postura, no obstante, fue pacífica, tratando de defenderse sin responder a los golpes. A pesar de que su valentía logra convencerlos, la situación pronto cambia para Akira cuando Ryō Asuka le involucra en un oscuro asunto.


El encuentro entre Akira y Ryō es una pieza fundamental, ya que el primero se ve obligado a afrontar una dura realidad: la resurrección demoníaca y la agresión inminente a la civilización humana. Como es obvio, a Akira le cuesta procesar la información relacionada con la muerte y el cambio de personalidad del padre de Ryō, la existencia de los demonios en el pasado, sus habilidades de transformación, el reciente deshielo de los demonios y el plan para combatir a sus enemigos mediante la fusión. Una parte menor de esta explicación fue abreviada respecto al manga, pero este hecho no afecta mucho a la comprensión de todos estos asuntos. Además, el anime dosifica mejor la bomba informativa gracias a la introducción de suficientes pausas y silencios. De hecho, la última parte de la explicación relacionada con el sabbath y la fusión con los demonios viene después de la huida y el regreso a la casa de Ryō. 

Desgraciadamente, la parte inicial de este tramo fue torpe: Ryō aparece de la nada pidiéndole a Akira que venga con él, pero lo hace amedrentando a Miki con un cuchillo. La amenaza, la falta de contacto entre ambos (no un mes como en el manga) y el intento de Akira y Miki por expresar una confesión romántica antes de la llegada del tercero en discordia son factores que hacen muy poco verosímil que el joven finalmente accediera a ir con él rechazando quedarse con su amiga. A este problema también hay que añadir el elefante en la habitación que existe desde el manga: el artefacto demoníaco resulta demasiado conveniente por parte de Ryō para convencer a Akira. ¿En serio tengo que creerme que una especie cuya máxima aspiración es luchar haya sido capaz de construir algo semejante y, por encima, su propósito fuera difundir su historia? Tal vez lo más apropiado habría sido que Akira y su mejor amigo fueran atacados previamente por los demonios que los acechaban.

En cualquier caso, el pensamiento del protagonista experimenta un cambio radical a partir del primer encuentro real con los demonios. Por primera vez, Akira no puede evitar luchar contra el enemigo para salvar a su amigo Ryō, que estuvo a punto de morir devorado al ser atrapado por los tentáculos de un demonio moribundo. Aquí no le quedó otra que disparar a matar, por lo que al regresar a la mansión está de acuerdo en seguir su plan de convertirse en demonio y hacer equipo en su lucha incierta por salvar a la humanidad. La decisión que toma frente a las puertas del “infierno” es un momento singularmente poderoso, con un varonil intercambio de miradas realzado a partir de distintos planos-contraplanos. El abandono de su postura pacífica se completa cuando domina el poder de Amon: su nueva identidad, Devilman, es un ser mitad humano y mitad demonio que disfruta ejercer la violencia contra sus adversarios. De hecho, Ryō se pregunta si Devilman no acabará siendo una amenaza peor que los propios demonios.


The Demon Bird, el segundo episodio, da mucho menos que hablar en términos de contenido, pero plantea sus propias cuestiones. El mediometraje se puede fragmentar en dos partes según el villano que enfrenta Akira: Jinmen y Sirene. Ambos son de los demonios más memorables de Devilman, aunque sus conflictos con Akira son diferentes. Por un lado, el demonio tortuga Jinmen genera un conflicto personal en el protagonista. Este es incapaz de atacar al monstruo porque su poder le permite mantener con “vida” a los seres humanos que ha devorado, entre ellos su madre asesinada. Por otra parte, el enfrentamiento con Sirene pone más atención a la perspectiva de Sirene, una demonio arpía definida por su orgullo y belleza. Su lucha personal con Devilman se debe a su odio por el humano que sometió a Amon, por el cual profesaba un profundo afecto. Aquí son interesantes los momentos previos al ataque de Agwel y Gelmer, exhibiendo dudas sobre sus posibilidades de ganar y mostrando sutilmente mediante lágrimas que se confunden con las gotas de lluvia sus sentimientos hacia Amon. Quizás el peor defecto de esta segunda entrega es que el guion de Iida y Nagai omite prácticamente la reacción de su entorno próximo (Miki, familia, compañeros de escuela, etc.) a los cambios físicos y mentales del protagonista. De hecho, el retrato es inferior al manga donde podíamos ver que, a pesar de la transformación, el acercamiento agresivo de Miki sacaba el lado más tímido del muchacho.

En conclusión, Devilman es una obra que sobresale en la misma categoría de sexo y violencia que otros contemporáneos como Urotsukidoji: Legend of the Overfiend (1987) o Demon City (1988). La actualización artística respecto al manga fue todo un acierto, beneficiándose de los diseños de personaje de Kazuo Komatsubara y la supervisión del director de animación Andō Masahiro. Las mejores secuencias de animación están protagonizadas por los demonios, que se transforman y fusionan con otros de su misma especie para dejar un espectáculo sangriento en el que Devilman sale ganando. La batalla contra Sirene, por supuesto, muestra las mejores secuencias de acción de la saga. En términos narrativos, el primer episodio titulado The Birth es el punto más alto al exponer con claridad la evolución de Akira desde el humano pacifista hasta el demonio violento. Sin embargo, ni siquiera este capítulo está exento de unos cuantos defectos como la introducción de Ryō, la existencia del artefacto demoníaco o el cambio en el retrato de Miki como una heroína más convencional.

Calificación: 7

Publicar un comentario

0 Comentarios