Sinopsis
Tras la derrota de Freezer en Namek, Trunks del Futuro viaja al pasado para advertir a Goku y a sus amigos sobre una terrible amenaza: el Dr. Gero, un científico de la Patrulla Roja, ha creado un grupo de androides muy poderosos que devastarán el planeta en el futuro próximo. Goku, sin embargo, no podrá lidiar con esta amenaza. Una enfermedad desconocida contraída en el espacio le impedirá luchar con ellos. Ante semejante coyuntura, los héroes se preparan para el día señalado. Cuando finalmente aparecen el enemigo resulta ser mucho más fuerte de lo esperado, por lo que ni siquiera Vegeta en modo Supersaiyano es capaz de hacerles frente y pierde de forma humillante.
No obstante, el verdadero problema surge con Cell, un bioandroide fabricado por el Dr. Gero, que busca absorber a los Androides 17 y 18 para alcanzar su forma perfecta. A partir de este momento, el enfrentamiento se convierte en una carrera contra el tiempo en la que los héroes intentan detener a Cell antes de que logre su objetivo. Goku, Gohan, Vegeta, Trunks y el resto entrena arduamente en la Sala del Tiempo para aumentar su poder. A pesar de los esfuerzos, Cell logra absorber a los androides y demuestra su superioridad en combate. Ahora bien, Cell les da la oportunidad de luchar otra vez en un torneo organizado por él mismo: los Juegos de Cell. Aquí Goku falla en derrotar a la máquina perfecta, pero Gohan logra superar sus límites al transformarse en Supersaiyano 2 y derrotar a Cell con el Kamehameha.
Introducción
La Saga de los Androides es el 9º arco argumental del manga de Dragon Ball (1984-1995) y el 4º arco argumental del anime de Dragon Ball Z (1989-1996). Esta saga, a su vez, se divide indudablemente en dos subsagas ante el cambio de antagonistas: el arco de los Androides, del capítulo 330 al 357 del manga, y el arco de Cell, del capítulo 358 al 420 del manga. El anime, por el contrario, abarca los episodios 118 al 194 emitidos entre el 20 de noviembre de 1991 y el 21 de julio de 1993. En esta ocasión, nos vamos a centrar en el manga porque 76 episodios de 20 minutos cada uno son una tarea innecesariamente tediosa de realizar.
Al igual que las dos últimas sagas, Toriyama siguió con su aproximación a la ciencia ficción, pero seleccionando otro subgénero diferente. En lugar del ataque alienígena, la conquista y la exploración espacial optó por conceptos cercanos a los viajes en el tiempo, los mad doctor y las máquinas asesinas. Aunque Toriyama nunca ha mencionado en los Daizenshū cuál fue su inspiración para la saga de los Androides, es obvio que la saga cinematográfica Terminator es su principal referente. El planteamiento de un joven procedente de un futuro postapocalíptico en el que dos máquinas asesinas han diezmado a la humanidad y, por ello, viaja al pasado con el fin de evitar un desastre en esa línea de tiempo es demasiado familiar para ignorarlo. Y aún más si tenemos en cuenta detalles que no pasan inadvertidos para los conocedores de la saga de James Cameron. Ejemplo de ello es la fecha de aparición de los androides que Trunks trata de comunicarle a Goku: el 12 de mayo. En Terminator (1984), el T-800 inicia su persecución contra Sarah Connor otro 12 de mayo. Es decir, Toriyama tuvo muy presente el filme.
Más allá de similitudes y homenajes, el autor planteó una serie de cuestiones propias de DB y desconectadas del trabajo de Cameron: la obsesión de Vegeta por superar a Goku, la relación paternofilial entre Vegeta y Trunks, los límites del modo Supersaiyano, las habilidades únicas de los seres artificiales o los efectos de los viajes del tiempo. Algunas de estas cuestiones son esgrimidas por muchos fans para considerarla una de las mejores sagas de DB, pero... ¿Cómo logró desempeñarse Toriyama a lo largo de más de 90 capítulos? Desde mi punto de vista, la Saga de los Androides tiene mérito por explorar conceptos sci-fi inéditos en la obra y abordar las relaciones familiares con más hondura de lo habitual. El desarrollo argumental y temático, sin embargo, está plagado de deficiencias imposibles de desdeñar. En el segundo volumen del Daizenshū (Japón, 1995), el propio Toriyama confiesa la falta de planificación y la dificultad de lidiar con los conceptos temporales. En cualquier caso, vamos a comprobar cuáles fueron las victorias y derrotas comprendidas en esta historia. Les garantizo que seré lo más neutral y justo posible. Vamos allá.
Una historia en constante movimiento: el más fuerte y viajes en el tiempo
La Saga de Cell es un arco argumental que durante mucho tiempo me ha costado comprender porque es tan apreciado por los fans. Claramente no vi lo obvio: todo el rato están ocurriendo eventos inesperados y la dinámica de poder muda cada pocos episodios. Es decir, es una saga en constante movimiento. Esta inestabilidad provocó que Dragon Ball fuera divertido, con el lector siendo incapaz de predecir hacia donde apuntará Toriyama la próxima ocasión. Uno se hace un sinfín de preguntas: ¿Quién es el misterioso viajero del tiempo? ¿Qué esconde A-16? ¿Logrará Cell alcanzar su Forma Perfecta? Lo inestable, sin embargo, tiene una connotación negativa y se manifiesta en multitud de perjuicios: errores argumentales, mala caracterización y mucho más. Ahora bien, este tipo de defectos los trataremos en otro epígrafe.
Como punto de partida, el principal motor de las sorpresas en la primera parte está vinculado a los viajes en el tiempo. Una de las razones de esta sorpresa es el hecho de que un individuo de una línea de tiempo es capaz de intervenir para “corregir” eventos catastróficos que tengan lugar en otra línea de tiempo distinta. Trunks no solo les advierte de lo que va a ocurrir sino que trata de ayudarles a cambiar los acontecimientos al, por ejemplo, entregarle una medicina que curará la enfermedad del corazón que sufrirá Goku en el futuro o ayudarles en el campo de batalla. Sin embargo, esta intervención puede adoptar un cariz negativo como resulta ser el caso de Cell, quien viajó a la línea de tiempo principal para obtener los componentes precisos para alcanzar su Forma Perfecta. Una segunda causa de los imprevistos fueron los efectos del viaje en el tiempo, alterando sutilmente los eventos ocurridos en la línea de tiempo principal. La llegada de Cell un año antes que Trunks desencadena estos pequeños cambios que, en un inicio, parecían ser responsabilidad del hijo de Vegeta y Bulma. Una consecuencia interesante fue que A-17 y A-18 no solo eran más fuertes que los androides que conocía en el futuro sino que carecían de su impulso destructivo. En resumidas cuentas, la expectación era enorme y la especulación encontró un lugar apropiado para anidar.
El segundo motor del arco argumental son los cambios súbitos y constantes en la dinámica de poder entre héroes y antagonistas, así como entre miembros del mismo grupo. ¿Qué pretendo decir con esto? Pues que los personajes están involucrados en una especie de competición en la que intentan dirimir quien es el más poderoso o buscan sobrevivir para evitar ser destruidos contra el enemigo, reflexionando en el caso de los héroes de qué manera pueden expandir los límites del Supersaiyano. Esta competición ocasiona que el mismo personaje resulte incapaz de imponerse como el más fuerte durante mucho tiempo, siendo inmediatamente reemplazado por otro que ha escalado uno o varios niveles por encima. La impresión general se aproxima a a una clasificación deportiva, donde los competidores están subiendo y bajando en el ranking. La diferencia fundamental con el manga es que las posiciones de los peleadores se actualizan en cuestión de horas o días, perdiendo el primer puesto de la clasificación tan rápido como se lo ganaron.
Relaciones padre e hijo: Vegeta-Trunks y Goku-Gohan
En pocas ocasiones el manejo de los personajes en Dragon Ball ha sido excelente, aunque ha habido mejores y peores momentos. La Saga de Pilaf, por ejemplo, se coronó con honores en esta sección por el rol prominente de todos los miembros del equipo original (Goku, Oolong, Bulma y Yamcha) y los contrastes que generaban sus interacciones. La saga de los Androides no se halla en el primer grupo, siendo uno de los peores ejemplos de manejo de personajes en el manga. Uno no puede negar que Toriyama intentó continuar la vía de reemplazar a Goku al frente de la acción, cediendo protagonismo a Vegeta, Trunks y Gohan. No obstante, su intento no cosechó los frutos esperados. Veamos individualmente porque no hubo suerte.
a) Vegeta y Trunks
Aunque el protagonismo en la presente saga fue repartiéndose entre diferentes personajes a lo largo de su trayectoria, el príncipe y su heredero sostuvieron una posición privilegiada. Y, en especial, su vínculo consanguinidad. Para iniciar, la relación no habría sido posible explorarla de no ser por la presencia de Trunks del futuro. Este muchacho caracterizado por ser un joven apuesto, reservado y educado causó fascinación desde su primera aparición, ya que fue capaz de oneshotear a Freezer de un solo espadazo. El mangaka pronto nos puso al corriente sobre su identidad, por lo que no fue un factor que diera pie a la especulación. De hecho, no ahondó tampoco demasiado en el futuro de Trunks. Aquellos que buscaban saber más tenían que leer La historia de Trunks: El último guerrero o, en su defecto, visionar la adaptación superior en formato anime: Dragon Ball Z: La historia de Trunks (1993). Lo interesante del personaje era su condición de “pez fuera del agua”, extrañándose y adaptándose a los cambios respecto a su futuro. En particular, su relación con Bulma es bastante divertida porque su madre actúa con mucha confianza y Trunks tiende a reaccionar de forma cohibida.
El personaje de Trunks, no obstante, gira alrededor de su relación paternofilial con Vegeta. El príncipe de los saiyanos no requiere mucha presentación, pero en esta saga hay un cambio en su caracterización. O mejor dicho: su rivalidad con Goku se encuentra tan maximizada que se minimizan todos los otros rasgos que habitan en el personaje. La causa está en la brecha que existe entre ambos, sintiéndose humillado ante un Kakarotto que ha logrado el Supersaiyano. Por esa razón, el surgimiento de los androides le sirve de motor para iniciar un entrenamiento con el que alcance su mismo nivel, utilizándolos como un medio para demostrar que siempre estuvo por encima de su odiado rival y que es el nº1 entre los saiyanos.
Muchos encontrarán en Vegeta un personaje carismático en esta parte de la historia, ya que su actitud engreída frente a enemigos como A-19 y la Segunda Forma de Cell tiende a la burla y la humillación. Cell también participa de este tipo de actitudes, pero Vegeta es más ingenioso en su malicia. Otros tantos, por el contrario, y en especial cuando el príncipe es humillado por A-18 y Cell Perfecto, consideran que el personaje es desesperante en su necedad. Su excesiva confianza en los resultados de su entrenamiento hacen que actúe de forma irresponsablemente estúpida en multitud de ocasiones. El error más importante, por supuesto, fue dejar que Cell absorbiera a A-18 para obtener su Forma Perfecta. Ahora bien, ¿de verdad la caracterización de Vegeta fue la idónea? La rivalidad con Goku siempre estuvo ahí, pero Vegeta nunca encaró todas sus peleas con “honor”. El príncipe acusa constantemente a otros personajes de actuar como cobardes, defendiendo que sus rivales deberían tener a su disposición todas sus cartas. Sin embargo, en la Saga de los Saiyajin, Vegeta actúa como un miserable atacando en grupo o teniendo en mente la traición al pensar en sus aliados. Para él todo valía con tal de reunir las Bolas del Dragón y hacer fracasar los planes de Freezer.
Afortunadamente, Trunks propició un cambio positivo en el saiyano. ¿Fue perfecto? No, pero hay que valorarlo adecuadamente. Como punto de partida, la mirada que tienen el uno sobre el otro es diferente. Trunks inicialmente estaba emocionado de conocer a su padre a causa de los comentarios de su madre, pero la perspectiva de su padre se balancea entre la indiferencia y el desagrado. Esta actitud también se traslada a su propia familia, tal como demuestra en el incidente del ataque de Dr. Gero al vehículo de Bulma. Aquí Vegeta no protegió a su esposa e hijo pequeño, declarando que la familia no significa nada para él. Vegeta es él y nadie más. El ego de llamarse a sí mismo Super Vegeta, supongo. El hecho decepciona tanto a Trunks, que cree que no hay bondad alguna en su corazón. A partir de aquí, la relación entre ambos pasa a ser muy tensa, ya que Trunks obstaculiza a Vegeta en sus intentos por darle una oportunidad a los androides y Cell en lugar de ir a la opción más sensata. Por desgracia, y a diferencia de la relación entre Goku y Gohan, omiten el entrenamiento que los involucra, por lo que perdimos la oportunidad de saber cómo lidiaron un año dentro de la Sala del Espíritu y del Tiempo.
Por desgracia, el Cell Game no fue la conclusión perfecta para este par. Desde mi perspectiva, Vegeta y Trunks deberían haber sido los protagonistas de esta parte en lugar del protagonista y Gohan. Mis razones son básicamente dos. En primera instancia, el heredero del rey Vegeta fue el principal culpable de que Cell completara su evolución, por lo que la responsabilidad de eliminarlo recaía principalmente en él. En segundo término, Trunks vino del futuro con la necesidad de mejorar y ayudar a los héroes a destruir a los androides. Su misión, por tanto, se limitaba a este arco argumental. No buscaba ser un miembro regular del grupo. Ahora bien, el resultado fue diferente. Vegeta y Trunks ocuparon un lugar secundario, con Trunks haciendo literalmente nada. Afortunadamente, no olvidaron que Vegeta necesitaba cerrar su arco como personaje. Por esa razón, el éxito de Goku y Gohan en su entrenamiento obligaron a Vegeta a reconocer que ya no podía superarlos. Con su ego desinflado, el asesinato de Trunks a manos de Cell le permite valorar la ausencia de su hijo de otra forma distinta, logrando con su acción desviar la atención de Cell para que Gohan se imponga con su Kamehameha.
b) Goku y Gohan
Goku es el protagonista indiscutible de Dragon Ball, pero durante gran parte de la saga pasa a ser un héroe ausente debido a su enfermedad del corazón. Esta situación es curiosa, ya que al inicio todo parecía apuntar a que Goku iba a liderar al equipo. Su poder, de hecho, superaba a Trunks, quien le hizo una demostración al detener su espada fácilmente. Su inesperado revés con A-19, no obstante, le envió al banquillo hasta que rescata a Piccolo y Ten Shinhan y entra a la Sala del Espíritu y del Tiempo con su hijo Gohan. Más tarde, su rol protagónico vuelve a ser arrebatado por su propio hijo, pero lo interesante de esta ausencia es que... el protagonista de DB siempre está presente. ¿Qué quiere decir eso? Pues que, pese a su nula participación en la trama, todo parece girar alrededor de él: los androides buscan asesinarlo, Vegeta solo tiene en mente volverse más fuerte que él, sus amigos esperan que vuelva para resolver esta crisis y Cell considera que es el principal obstáculo en su torneo. El resultado es que nunca llegamos a concretar nada con él, que realmente esta vez no va a salvar el día, pero el mangaka insiste en generar expectativas una y otra vez. De hecho, incluso cuando Gohan se halla lidiando con Cell, su padre adquiere el mérito de sacrificarse para salvar el mundo. Por tanto, la sombra de Goku es tan pesada que realmente nunca deja brillar a los demás en su totalidad.
Este rol tan contradictorio, no obstante, vino acompañado de una nota más positiva en cuanto a su relación con Gohan. El hijo de Kakarotto había estado marginado de la lucha en este arco con excepción del momento en que evita que la energía de Piccolo fuera absorbida por A-20. La decisión de que padre e hijo, por fin, tuvieran la oportunidad de estrechar lazos al entrenar juntos fue una gran idea. En concreto, y aunque es muy criticado como padre, se exploran las expectativas que el progenitor tiene sobre su hijo. Su exceso de confianza quizá parezca otro error más en la larga lista de meteduras de pata de Toriyama, pero hay una genuina confianza en el potencial de su sucesor. Goku cree que su potencial como guerrero puede superarlo a él y al propio Cell, pero no quiere incitarlo a ser como él. Su propósito es que salve el mundo y se convierta en un erudito, no un guerrero que dedique a refinar sus habilidades como hace él. Tal vez lo que falla en Goku en su relación con Gohan es la falta de comunicación, lo cual le hace entregar una Judía Mágica a Cell y no intervenir cuando Cell le está dando una paliza al no querer luchar con él.
¿Y qué decir de Gohan? Su momento para brillar tiene lugar casi exclusivamente en el último tomo de la saga, el nº 28 de la Ultimate Edition. Toriyama parecía desarrollar por fin la idea de la Saga de los Saiyanos de que el potencial oculto de Gohan era capaz de superar a Goku y el resto de guerreros. Este hecho fue anticipado durante el entrenamiento con Goku en la Sala del Espíritu y del Tiempo, por lo que no debería tomar a nadie desprevenido. No obstante, la evolución de Gohan como guerrero me resultó bastante insatisfactoria.
En primer lugar, está el inconveniente de que Toriyama es incapaz de motivar adecuadamente la ira de Gohan para que este obtenga el Supersaiyano. Goku le dice que se imagine a Freezer a punto de matarlos a él y Piccolo, pero la idea es muy débil en comparación a la frustración que, por ejemplo, tuvo el príncipe al sentirse inferior a Goku y evolucionar al siguiente nivel. El anime, en cambio, nos convenció mejor de ello porque Gohan recuerda todos sus fracasos anteriores en el campo de batalla. En segundo término, la transformación de Supersaiyano 2 tiene el problema ya comentado mil veces: la falta de conexión personal entre Gohan y A-16. Ambos personajes nunca interactuaron una sola vez, ni directa ni indirectamente. Es decir, no había relación entre ellos. Ni amistad ni compañerismo. ¿Por qué le iba a mover el corazón la muerte de un casi desconocido? ¿En serio, Toriyama pensaba que era buena idea reservar un momento clave del clímax de la batalla y la evolución de Gohan a A-16? Lo ideal habría sido que Krillin, Piccolo o, sobre todo, Goku (el personaje con el que más se relaciona en esta fase de la historia) ocuparan ese rol porque son las personas con las que tiene lazos más fuertes. Ante esta obviedad, cabe preguntarse: ¿por qué eligió a A-16? Pues lo más probable es que la limitación de las Bolas de Dragón de no poder revivir a alguien que falleciera previamente no dejara más opciones que alguien descartable como A-16. Solo Trunks no había muerto antes. Toriyama, por tanto, buscó la opción segura. Aquella que menos le iba a importar al lector.
c) Piccolo
El namekiano es uno de los personajes principales de Dragon Ball, ejerciendo siempre alguna función importante en la trama o enfrentándose al enemigo en el campo de batalla. Su mejor actuación, sin lugar a dudas, fue en la Saga de los Saiyanos al pelear al lado de Goku contra el temible Raditz y humanizarse a partir de su relación maestro-discípulo con Gohan. En esta ocasión, no obstante, su desempeño se aproxima al de la Saga de Freezer. Es decir, con tantos altibajos que lo mismo podemos hablar de un personaje interesante como de alguien que casi aporta lo mismo que Yamcha o Krillin.
Su rol inicial no tuvo muchos dudas en un inicio, ya que al igual que Vegeta él podía hacerles frente a los androides A-19 y A-20. De hecho, tuvo un pequeño combate con Dr. Gero donde pudo darle su merecido al anciano con la ayuda de Gohan. Sin embargo, el momento crucial del personaje llega con la derrota a manos de la pareja de androides A-17 y A-18. Aquí llega a la conclusión de que si quiere vencerlos necesita subir un nivel como guerrero. En palabras de Krillin, teniendo como referencia a los Supersaiyanos, Piccolo tiene que convertirse en un Supernamekiano. Aquí el autor nuevamente recurre a la fusión Namekiana, recurso empleado en la saga de Freezer cuando Piccolo asimiló a Nail. Esta fusión ya se había anticipado en ese mismo arco, con el Gran Anciano afirmando que la reunificación con Kami-sama convertiría a Piccolo en un guerrero más fuerte.
A pesar de que esta anticipación refuerza el power-up, la reagrupación no debería significar nada muy sustancial en términos de poder porque Kami-sama es infinitamente más débil que Piccolo. Hablamos de un individuo inferior a Raditz, que tenía un nivel de poder semejante al de un Saibaman. Todo lo contrario a Nail, un guerrero namekiano cuyo nivel de poder era de 42.000 unidades. En consecuencia, un Piccolo fusionado no debería tener el poder suficiente para rivalizar con los androides. Ignorando tal incoherencia, la condición de supernamekiano permitió que Piccolo se convirtiera temporalmente en el guerrero más poderoso en la Tierra y pudiera ahuyentar a Cell y luchar en igualdad de condiciones con A-17. El problema es que al igual que en Namek la fecha de caducidad de su power-up estaba cerca. La Forma Perfecta de Cell y el entrenamiento exitoso de los supersaiyanos convierten inmediatamente a Piccolo en un espectador de los enfrentamientos venideros en el Cell Game, aportando algún comentario importante en relación con Gohan y nada más.
Una cuestión más interesante, por el contrario, es la nueva identidad del personaje expresada en el siguiente diálogo “Yo no soy Kami-sama ni Piccolo. Soy un namekiano que no recuerda su nombre”. La fusión parecía dar lugar a una evolución del namekiano como individuo. ¿Lo logró? A medias. Toriyama no le otorgó ningún rasgo totalmente diferencial, por lo que sigue siendo Piccolo con diferencias muy sutiles en términos de sabiduría, serenidad y compasión. Ejemplo de ello son su intento de pedirle a Cell que le perdone la vida al ricachón o priorizar la colaboración con los demás para capturar al monstruo. El inconveniente es que algunos de los cambios con los que el mangaka intenta convencernos bien podrían predicarse del antiguo demonio. Por ejemplo, la astucia es un rasgo consolidado del personaje. Este mismo arco fue capaz de engañar al Dr. Gero para hacerle pensar que era un objetivo sencillo. No obstante, el autor intenta decirnos que su plan de sonsacarle información a Cell es producto de su fusión con Kami-sama. Lo siento, pero eso es algo que haría también el Piccolo antiguo. Otra forma a partir de la cual intentó diferenciarlos es la reacción de los personajes, con sus compañeros teniendo dudas sobre cómo referirse a él. Goku, por ejemplo, le llamó Kamiccolo. Al final, el asunto se diluyó con la misma rapidez con la que Piccolo dejó de ser relevante como guerrero en esta saga. No llegamos a tener un “Kamiccolo” para siempre.
d) Los terrícolas
Ante el inevitable ascenso de los saiyanos por su poder superior, la participación terrícola fue severamente perjudicada en la saga. El desempeño individual de cada personaje fue diferente, pero en ningún caso podría catalogarse de aceptable. Yamcha, Chaoz, Ten Shinhan y Krillin probablemente tienen uno de los peores roles en el manga, convirtiéndose en espectadores de las batallas protagonizadas por los saiyanos. Su entrenamiento en el Otro Mundo no les sirvió para aproximarse a ellos, por lo que perdieron su oportunidad. Sin duda, una consecuencia de que el nivel de poder sea el factor determinante para resolver los encuentros. Su capacidad de combate inferior y la importancia de la acción los condenó a la irrelevancia, asumiendo tares auxiliares (transportar a un herido, avisar a alguien de una novedad, etc.) y roles menores en el campo de batalla. Lo adecuado habría sido retirarlos del manga tras darles una conclusión digna, pero ninguno recibió dicho trato excepto Krillin. El enano logró cumplir sus deseos de impresionar a una mujer y obtener pareja, pero no sin tropiezos.
-Krillin: El mejor amigo y primer rival de Goku quedó totalmente anulado como combatiente en el arco. No obstante, le entregaron una misión: impedir que Cell complete su última etapa. El principal obstáculo para cumplir su función es una disyuntiva, pero no un dilema ético a la altura de Kami-sama. Antes de fusionarse con Piccolo, Kami-sama tenía dudas en relación al compás moral de los androides. Este pensaba que no eran una amenaza porque, a diferencia del futuro de Trunks, los androides no mostraron una conducta destructiva y solo agredieron a los héroes porque fueron atacados en primer lugar. Krillin, en cambio, cuando está a punto de pulsar el botón, no se planteó si los androides eran malvados. Lo que le vino a la mente fue el beso de A-18, que en su momento le desconcertó emocionalmente. En efecto, Krillin prefirió salvar a una mujer que le hacía tilín en lugar de salvar a la Tierra. Uno podría comprender el dilema si A-18 hubiera interactuado significativamente con él, si compartieran algo juntos, si pelearan codo con codo. Tristemente, no hay nada. Probablemente, Toriyama tuvo en mente a Maron, la novia de Krillin en la saga original de Garlic Jr., para establecer esta conexión entre Krillin y A-18. Y, como cereza sobre el pastel, acepta que A-16 se les una a la lucha a pesar de que ni siquiera estuvo presente cuando A-16 tuvo la determinación de pelear con Cell para evitar que absorbiera a su compañera. En resumen, Krillin fue un fracaso casi total.
-Yamcha: Toriyama siempre ha maltratado a este personaje, sirviéndose de él como “tester” al probar en carne propia la fuerza de los antagonistas: Jackie-Chun, Ten Shinhan y el Saibaman suicida. Aquí la situación no difiere de lo acostumbrado porque Yamcha es la primera víctima de los androides, siendo casi asesinado por el Dr. Gero. A partir de aquí, el personaje no hace nada importante en todo el arco, sumando más a su figura patética algunos diálogos sobre que se limitará a mirar o que no servirá de ayuda en el combate.
-Ten Shinhan: El guerrero que alguna vez fue el más fuerte de Dragon Ball no tuvo suerte en la ruleta de la vida. Algunas acciones memorables tuvieron lugar en la 23ª edición del torneo de las artes marciales o la Saga de los Saiyanos, pero nada crucial. Aquí su rol se ha limitado a ser un espectador con la excepción de una única acción: contener a Cell con su Kiloho para permitir que A-18 escapara, pero su labor fue inútil por culpa de un calvorota y un príncipe.
-Chaoz: Toriyama ya se había deshecho del personaje en la saga pasada, pero ahora el propio Ten Shinhan nos confirma que no tiene el nivel suficiente para participar en estas batallas. Y, siendo honesto, me parece una decisión correcta porque si no iba a desempeñar una función en la trama mejor retirarlo. Ni restó ni sumó, excepto por su inconclusión como personaje.
-Bulma: La heroína de DB sigue siendo el personaje femenino más importante en esta saga. A diferencia de los anteriores, Bulma tiene un rol indispensable por su habilidad como ingeniera y científica. Por esa razón, ella continúa ejerciendo este rol en múltiples formas: informando a sus amigos acerca de la guarida de Dr. Gero, investigando la segunda máquina del tiempo con Trunks y Gohan, elaborando un control remoto para desactivar a los androides y quitando la bomba del interior de A-16. Más allá de que su última acción fue otra metedura de pata de los héroes, el personaje de Bulma recibe más atención como individuo a partir de su relación con Trunks y Vegeta. La relación con Trunks fue un punto a favor, pero Toriyama parece que olvidó prestarle atención a su relación sentimental con Vegeta. El anime desarrolló la cuestión en el período de 3 años hasta la aparición de los androides, pero el manga lo ignora al punto en que parece que ambos personajes no parecen ajenos el uno del otro. Una lástima porque el personaje de Bulma pudo tener aquí su mejor participación de la serie, incluso superando su rol en la Saga de Pilaf.
Límites y evolución del Supersaiyano
El Supersaiyano es uno de los aspectos más icónicos del universo de Dragon Ball. Este hecho resulta tan evidente que casi cualquier persona, incluidas aquellas que ni siquiera conocen la obra en profundidad, identifica a un personaje de cabello rubio y ojos azules como propiedad de Akira Toriyama o un homenaje a su trabajo. Esta circunstancia no pasó desapercibida para su autor o editor, por lo que a diferencia del Kaio-ken no fue descartado para la presente saga ni el resto del manga. De hecho, a día de hoy aún con las transformaciones divinas no se han deshecho completamente del Supersaiyano, usándolo en múltiples ocasiones contra enemigos inferiores o como un primer acercamiento ante un rival más fuerte antes de desvelar su forma definitiva. Sin embargo, y como pasa con toda novedad introducida, tenía fecha de caducidad en caso de no darle un par de vueltas.
En un principio, el Supersaiyano se había erigido como la forma definitiva. La victoria contra Freezer, el emperador del universo, era la base de esta creencia. En la Saga de los Androides, la transformación había perdido su exclusividad porque consiguen acceder a la misma Trunks y Vegeta. No obstante, este hecho no supuso una degradación porque Trunks, por su lado, fue capaz de aniquilar fácilmente a Freezer y King Cold; y Vegeta, por su parte, no tuvo grandes problemas para deshacerse de A-19. El inconveniente tuvo lugar con la humillante derrota de Vegeta a manos de A-18, demostrando que los Supersaiyanos eran inferiores a los androides creados por el Dr. Gero.
¿Y cuál fue la reacción del mangaka? Como he dicho, su idea no consistía en sustituirlo como el Kaio-ken sino tratar de desarrollar sus capacidades para encontrar una vía de evolucionar a un nivel jerárquico más elevado. Esta vez, no obstante, Toriyama no cayó en la trampa de ir a lo fácil, de servir en bandeja el nuevo power-up al héroe elegido para vencer a los androides y Cell. Por esa razón, los héroes experimentan un proceso de ensayo y error en el que deben ir probando nuevas alternativas para subir de nivel. Ello implica que su transformación suponga una mejoría significativa en poder, resistencia, velocidad y eficiencia energética. El primero en obtener resultados en esta dirección fue Vegeta, quien desarrolla una primera variante en la cual su apariencia se vuelve más musculosa y mejora todos los parámetros a excepción de la durabilidad del estado. La segunda variación desarrollada por Trunks, en cambio, fue un error porque el incremento desmesurado de su musculatura dañó mucho la velocidad y durabilidad. Finalmente, Goku y Gohan logran desarrollar una última variación que extendía su duración y mejoraba el gasto energético gracias a un entrenamiento donde mantenían el Supersaiyano las 24 horas del día (excepto para dormir) durante el mayor número de días posible. Toda esta experimentación previa permite hacer verosímil y catártica la aparición del Supersaiyano 2, la cual se presenta como la transformación definitiva capaz de superar incluso a Cell Perfecto.
Continuará...
0 Comentarios