Desorden en la tranquila comisaría de Bokuto
Sinopsis
A pesar de que la comisaría de Bokuto rara vez se ocupa de arrestar grandes delincuentes o solucionar casos importantes, tras la vuelta de las oficiales Miyuki Kobayakawa y Natsumi Tsujimoto se encuentran con un caso grave que requerirá su atención. El asunto empieza con un alijo de armas ilegales en un automóvil robado, así como averías en el sistema de control del tránsito y las comunicaciones telefónicas. Ambos sucesos parecen no tener relación, pero en realidad hay una mente maestra detrás de ello. Las pistas apuntan al antiguo Inspector Emoto, un amigo del jefe, quien desarrolló un programa secreto conocido con el nombre de Hachi Ichi Gou. ¿Podrán Natsumi y Miyuki evitar el desastre en ciernes?
Trama y Desarrollo
La mayoría de mis lectores pensaría que después de hacer una reseña de las OVAs de 1994 tocaría ir con la de la serie de TV, pero la calidad del producto transita entre lo mediocre y lo aceptable. Sin duda, es una obra crucial dentro de la franquicia, pero prefiero centrarme en la película de 1999. La responsabilidad recayó otra vez en Studio Deen y en buena parte del equipo que había trabajado en la serie, aunque esta vez el puesto de director fue ocupado por Junji Nishimura (Ranma 1/2, 1989-1992). Desde el punto de vista visual, la calidad aumentó una barbaridad en relación al nivel exhibido por la serie de televisión. Sigue sin estar entre lo mejor de su época, pero merece un halago de mi parte. Sin embargo, volveremos sobre esta cuestión más adelante.
Dentro de la franquicia ¡Estás arrestado! La película (1999) es un filme algo controvertido porque muchos la consideran una ruptura respecto a la esencia de la obra fundamental. En vez de una comedia de situación en la que se enfrentan a casos menores, cumplen con sus labores ciudadanas o atienden sus asuntos personales; aquí tenemos un thriller policíaco en el que los miembros del departamento de tráfico tienen que detener los actos terroristas de un antiguo miembro de la policía. El cambio de enfoque aparenta estar de acuerdo con la idea de que en los filmes deben narrarse eventos igual o más extraordinarios que los vistos en la serie. De ahí que muchas películas de franquicias populares traten sobre los héroes salvando el mundo de alguna amenaza. No obstante, la cinta también parece haber recibido cierta influencia de la saga Patlabor, sobre todo de la segunda película.
El largometraje, sin embargo, no implica una ruptura o cambio tan drástico como el hecho por Oshii en Mobile Police Patlabor 2: La película (1993) para expresar sus inquietudes personales. Para empezar, el tono de la película efectivamente es más grave y sobrio porque se destaca en mayor grado la profesionalidad del cuerpo de policía y la magnitud y naturaleza de los crímenes (contrabando de armas, destrucción de infraestructuras y sabotaje de sistemas de comunicación). Pero también se reduce, significativamente, el humor propio de la serie al evitar la inclusión de personajes extravagantes como Strike Man y reducir la cuota reservada a las dinámicas de los miembros del grupo y sus comportamientos individuales. Con todo, el humor está presente, aunque sea de una forma moderada —los retrasos de Natsumi o la actitud cotilla de Yoriko—. Y a pesar de todo, el filme está lejos del tono sombrío y apagado de Patlabor, que también se explicaba por un diseño visual acorde. La película de Nishimura potencia el realismo y la formalidad, aunque el conjunto es familiar y amigable.
En relación al crimen, la cinta —al igual que Oshii— opta por los atentados terroristas ideados por una mente maestra. Sin embargo, existen diferencias importantes entre una y otra. Por una parte, Patlabor 2 es un thriller político, de ritmo pausado, que realiza una reflexión sobre los problemas políticos y las contradicciones internas del Japón de los 90. En cambio, esta película es un thriller policíaco, de ritmo más frenético, con menos pretensiones de carácter intelectual y mayor atención atención al entretenimiento a través de una trama criminal menos compleja y realista y una mayor presencia de acción. Es decir, la obra en cuestión, aunque se inspira considerablemente en el largometraje del afamado director, no es tan equiparable a esta sino más bien a una buena película de suspense hollywoodense.
Dejando a un lado las comparaciones, el caso Hachi Ichi Gou podemos considerarlo genuinamente intrigante. Inicialmente, las piezas del rompecabezas —el cargamento de armas ilegales y las averías— dan la impresión de que no existe una relación entre ellas. A esta conexión perdida también se suma la incógnita del misterioso informante y el contenido del disco confiscado. A pesar de encontrar y arrestar a los traficantes, el filme realiza un giro argumental al implicar en los sucesos al jefe, tomando desprevenido al espectador aunque todos somos conscientes de su inocencia. Sin embargo, esto nos sirve para conocer el nombre del culpable —Emoto— y su relación de amistad con el jefe, si bien falta conocer su motivo. Tras encerrar al jefe, un hombre misterioso llama a la comisaría para advertir de que el puente Sakura explotará y que, más tarde, otro lo hará.
A partir de aquí, la cinta gana muchísimo en términos suspense porque el cuerpo de policía entra en acción y el plan del antagonista toma lugar, permitiéndonos comprender la razón de las averías, el contenido del disco y el objetivo que persiguen. El hecho de que la explosión constituyera una táctica para desviar la atención y vaciar la comisaría para justo después asaltar la comisaría sin obstáculos es un plan lo suficientemente impresionante para sorprender al espectador y mantenerle con el interés de si los miembros restantes podrán encargarse de los delincuentes o los refuerzos llegarán a tiempo. Además, la efectividad de la operación enemiga, que seguía las instrucciones del simulacro de asalto —el Hachi Ichi Gou—, multiplica las expectativas sobre el peligro que debe esconder la versión mejorada del simulacro contenido en el disco.
De otro lado, el asalto y posterior persecución de los criminales —con un señuelo en el río— generó la mayor parte de la acción de la película. La calidad de las escenas de persecución, destrucción y tiroteos está entre lo mejor de la franquicia, alcanzando la calificación de notable. En parte, no alcanzan un nivel superior porque la animación exhibe limitaciones debido al uso de frecuentes imágenes estáticas, que no son precisamente fruto de una decisión artística. A pesar de ello, la acción transmite tensión y emoción, con toques de humor como el uso de pistolas de pintura o los globos de las cajas. De entre todas las escenas, sin embargo, el aterrizaje del vehículo policial de la pareja protagonista es la más destacada. ¿Quién imaginaría que para perseguir a los criminales llevarían el automóvil tuneado en helicóptero? La maniobra de aterrizaje es arriesgada, teniendo que jugársela Natsumi a ras del suelo mientras que Miyuki activaba el Nitro. Estos momentos son los que le quedan grabado a uno por lo único y excitante de los mismos.
Para finalizar, ¡Estás Arrestado! La película es una novedad que se distancia de las animaciones que forman el catálogo animado de la franquicia al no coincidir en parte de sus rasgos esenciales. Sin embargo, este hecho no es una contrariedad en tanto se convierte en una propuesta capaz de otorgar mayor diversidad y calidad al conjunto gracias al suspense generado por el caso terrorista y la acción policiaca de alto nivel. Tal vez se echa en falta una mayor participación de personajes como Nakajima o Futaba, pero en general no defrauda.
Calificación: 7
5 Comentarios
Hola Jubei
ResponderEliminarSobre esta entrada queria comentar que llegue a You're under Arrest con esta película, y cuando lo vi en el año 2001 como que tuve sentimientos encontrados puesto que venía de ver Aa Megami-sama y conocía del arte gráfico calido de Kosuke Fujishima por lo que pense que sería una historia ligera con matices de comedia, sin embargo me lleve una sorpresa cuando vi la pelicula porque la senti muy seria, con una trama tirando más para lo real y si, entiendo el guiño a Patlabor (La segunda película) porque también se siente un cambio de tono entre esta con el anime (Ambos los vi por Fox Kids); y como que me espantó un poco a seguir ahondando en este universo (Eso y que era muy dificil en esas epocas hacerse de esta serie).
Luego lei algunos articulo dedicado a esta pelicula y entendi la importancia del nivel grafico alcanzado, tengo entendido que buscaron grabar el sonido de los motores del automovil y la motoneta de las protagonistas para buscar un realismo en las escenas de acción, asi como también en la animación buscaron mucho detalle.
Sinceramente, ahora me animaría a ver este anime para ver de que trata como tal y ver si tiene un desenlace ya que despues de la pelicula llego una nueva saga llamada full throttle. En fin, gracias por la reseña, en su momento no me gusto, pero cuando la volvi a ver años despues me gustó el desarrollo del suspenso y de las escenas de acción. Buena entrada, espero poder ver el anime completo algun dia.
Por cierto, me animé a nominarte en una dinámica que me parecio divertida, se trata de responder cinco preguntas que deje y luego invitar a diez bloggers más para que lo hagan, pero esta vez con tus propias preguntas.
A ver si te animas men:
https://sekai-nostrum.blogspot.com/2021/01/iniciativa-seamos-amigasos.html
Buenas, no estaba enterado de la cuestión del sonido porque la verdad son detalles que fácilmente pasan por alto pero está claro que suman hacia la tesis de cierto realismo buscado. Respecto a la nominación te agredezco la mención.
EliminarUn saludo
Hola, como estas, quería comentarte que acabo de ver las primeras cuatro OVAs de este anime y he linkeado este artículo para que quien esté interesado lo revise. Un abrazo, más tarde reviso tus publicaciones amigo. Saludos
EliminarMuchas gracias por tenerme en cuenta, ahora mismo les echo un vistazo para darte mi opinión.
ResponderEliminarSaludos
Justo, acabo de leer la reseña de Hecaleith. Se ve buenísima, la debo ver pronto.
ResponderEliminar¡Un abrazo!